[cafe-sd] carta al director, la prensa austral

Raimundo Nenen ray at sindominio.net
Fri Nov 30 08:29:16 CET 2001


Pues hojeaba el diario, la prensa austral, del pasado 27 de nov. y me
encontré
con una carta al director, escrita por Dinko Pavlov, poeta magallánico, no
muy bueno
en las letras, pero, por lo cierto, muy buena persona.
La carta va adjunta en el mail... Es dirigida al notario Vergara, detestable
personaje de la ciudad de Punta Arenas, que suele darse el lujo
de dar fascistoides-capitalistoides dictámenes sobre cualquier tema.
Esta vez atacó el tema sociológico de la lucha de clases... y se preguntó
en tono retórico "¿por qué no hay poetas que dediquen sus versos a los
empresarios?".
vaya, ese hombre si que tiene un raro concepto de belleza...

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Prensa Austral, Martes 27 de noviembre de 2001

Cartas al Director

Lucha de clases

Señor Director:

	Una vez más tenemos a uno de los personajes inefables de la cuidad, autoerigiéndose en censor de conciencias y estimándose, por su cuenta, por sobre la capacidad de profesionales, para opinar sobre cualquier tema; ya le había sugerido, hace algunos años, a raíz de la exhibición de la película de Scorsese, acerca de los últimos días de Jesucristo, que no es quién para convertirse en inquisidor de nadie, si no es capaz de revisar el proverbio "No metas la paja en el ojo ajeno, mete la viga en el propio"
	Esta vez pone en duda la capacidad de un sociólogo para analizar el tema de la lucha de clases, considerando con una liviandad digna de Nerón sentado en el trono, inclinando el pulgar hacia arriba o hacia abajo, al considerar esa ciencia como "simple sistematización de cosas obvias". Mueve a su risa su simpleza en el afán de hacer aparecer su argumentación cristianoide, por sobre los demás.
	Le recuerdo de paso, que el anciano ex Presidente cuya integridad física le causa tantos desvelos, ha sido desvinculado de cargo autoimpuesto como senador designado, a causa de su responsabilidad en la tortura y muerte de miles de seres humanos, independiente de su filiación política, pretendiendo usurpar decisiones divinas acerca de la vida y la muerte.
	Un profesional de la Ley debe comprender de modo perfecto, que los tratados internacionales acerca de los derechos humanos no son "obviedades de la vida y muerte de seres humanos", sino un conjunto de disposiciones esenciales para la convivencia de las personas y de los pueblos, para la conservación de la paz y para evitar que el propio hombre traspase el límite que lo separa de las bestias.
	En cuanto a la lucha de clases, no lo imagino ajeno a informaciones serias de organismos del más alto nivel de credibilidad, que entregan cifras acerca de índices de enriquecimiento y empobrecimiento provocado por el sistema económico que nos rige, estableciendo una diferenciación cada vez más abrupta entre ambos; conocerá además de un Codigo del Trabajo que va de la mano de los empresarios y del enriquecimiento inmoral; debo suponer también que conocerá el significado real de plusvalía, que subvalora el aporte del trabajador y sobrevalora el rol del capitalista, permitiendo a éste quedarse con la mayor parte del esfuerzo de ambos.
	Supongo que no se habrá olvidado de las empresas "de papel" y de muchas artimañas legales que han permitido la existencia de empresarios venales, si no es así, le recomiendo que lea el texto de María Olivia Monckeberg "El saqueo de los grupos económicos al estado chileno" Editorial BChile S.A. 2001. Se encontrará con información seria, fuera de dudas, acerca de la manera cómo se ha formado esta casta de empresarios que usted defiende como si el origen de sus capitales fuera divino. Es así que pongo en tela de juicio su opinión de que el empresario tiene un "riesgo de emprender algo y cuyo resultado no es seguro". Yo sí le aseguro que con las disposiciones actuales que dejara Pinochet y que la Concertación no se ha atrevido a tocar (léase economía de libre mercado y leyes laborales) ser empresario y enriquecerse, es como chutear un penal sin arquero, convertirán los goles que quieran, con ha estado ocurriendo en la realidad.
	Su concepto de la creatividad superior del empresario es una falacia exclusivamente suya, soberbia por lo demás, ofende a la inteligencia cuando compara a los empresarios con los artistas creadores.
	Por último, estimo que el tiempo que le queda libre, le permite lucubraciones acerca de ética que lo tienen confundido, el que escriba su nombre en miles de papeles burocráticos, no le da derecho a comparar en esos términos a la creación literaria. No se meta con la poesía y los poetas, es un tema donde podría quedar empantanado.

Dinko Pavlov M.
Psicólogo, escritor y poeta.


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