[Infos] PORTO ALEGRE: UN PASO ADELANTE DEL MOVIMIENTO REAL
lenterao at sindominio.net
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Wed Apr 24 17:29:17 CEST 2002
De: Ibai Sans Urbieta <ibai at 3ejes.org>
PORTO ALEGRE: UN PASO ADELANTE DEL MOVIMIENTO REAL
Josep Maria Antentas, Josu Egireun, Miguel Romero (publicado en Viento Sur nº
61)
Desde Seattle a Génova, los encuentros y foros que han servido de
punto de referencia al movimiento anti-globalización /1 han obtenido, en
general, una valoración positiva de todos los sectores del movimiento. En
cambio, el Foro Social Mundial, que ha celebrado su segunda edición en Porto
Alegre el pasado mes de enero, ha levantado una fuerte polémica, en la que se
han expresado puntos de vista muy diferentes sobre su significado y sobre su
futuro: así, hemos leído estos días, desde la descalificación global del ex-
secretario general de la CGT, José María Olaizola, y de militantes de la CNT,
hasta balances muy positivos de gentes tan distintas como Rafael Alegría,
secretario general de Vía Campesina, Christophe Aguiton o Susan George, de
ATTAC, Michel Albert, de la red Znet, o José Vidal Beneyto, pasando por
quienes, reconociendo aspectos importantes positivos, prevén, y simpatizan,
con una ruptura entre el sector reformista y el sector radical , como James
Petras... /2. Más aún, al regreso de Porto Alegre nos hemos encontrado a
muchos colegas del movimiento, muy escépticos y distantes del Foro Social
Mundial, considerando que era ya, o estaba condenado a ser, una plataforma
cooptada por la socialdemocracia.
Estos debates van a estar presentes en el desarrollo del Foro Social
Mundial, incluyendo el Foro Social Europeo (FSE), que tendrá lugar en Italia
a finales de año /3, en cuya preparación ya estamos inmersos. Pensando en
este proceso, con el que nos sentimos muy comprometidos, hemos escrito estas
notas, no como una crónica, sino como un documento de trabajo, seleccionando
algunos puntos que pueden tener mayor interés para las próximas actividades y
debates.
1. La Carta de Principios.
Unos meses después del I Foro Social Mundial, que se realizó en Porto
Alegre en enero del 2001, el Consejo Internacional adoptó una Carta de
Principios que es su única definición política. Es un texto de carácter muy
general, pero bastante claro en algunas ideas centrales.
Por ejemplo: El Foro Social Mundial es un espacio abierto de
encuentro para ahondar la reflexión, para un debate democrático de ideas,
elaboración de propuestas, libre intercambio de experiencias y articulación
de acciones eficaces por parte de entidades y movimientos de la sociedad
civil que se opongan al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital
o por cualquier forma de imperialismo y que se empeñen en la construcción de
una sociedad planetaria orientada hacia una relación fecunda entre los seres
humanos y de estos con la Tierra. (...) Las alternativas propuestas por el
Foro Social Mundial se contraponen al proceso de globalización comandado por
grandes corporaciones multinacionales y por los gobiernos e instituciones que
sirven a sus intereses, con la complicidad de los gobiernos nacionales. (...)
como espacio de debates, es un movimiento de ideas que estimula una reflexión
y una divulgación transparente de los resultados de la reflexión sobre los
mecanismos e instrumentos de dominio del capital y
sobre los medios y las acciones de resistencia y de superación de ese dominio
(...) .
El texto admite lecturas moderadas , reformistas o radicales . Pero
hace falta un notorio cinismo para, por ejemplo, apoyar la política
antiterrorista de la Admnistración Bush en cualquiera de sus aspectos y, a la
vez, manifestarse de acuerdo con el FSM. La participación en Porto Alegre II
de diputados de orientación socialdemócrata que habían votado en sus
Parlamentos a favor de la guerra en Afganistán provocó una justificada y
extensa indignación, que expresó la delegación del movimiento italiano en una
censura pública contra los diputados de Demócratas de Izquierda presentes en
el Foro Parlamentario.
A partir de aquí, se abre un debate interesante sobre la Carta de
Principios. ¿Habría que modificarla para introducir posiciones claras y
contundentes sobre temas tan decisivos como la guerra? El problema
transciende al texto de la Carta como tal y se refiere, en realidad, a las
características del Foro como espacio unitario.
El FSM debe tener límites visibles con su antagonista, representado
simbólicamente por el Foro Económico Mundial de Davos, (que este año se
celebró en Nueva York). Intentar establecer pasarelas , invitaciones mutuas u
otras instancias de reflexión común, como recomiendan diversos promotores de
la globalización de rostro humano, debilitaría gravemente el carácter
alternativo del FSM y abriría, sin duda, una brecha interna de difícil
sutura. Pero hasta el momento, esta delimitación funciona, como han
comprobado un representante del Banco Mundial y el primer ministro belga que
vieron rechazadas su solicitud de acreditación.
Garantizado esto, es positivo que el Foro defina un campo político
muy amplio, como el que establece la Carta de Principios, aunque sea
utilizado por gente con poca vergüenza. Lo importante es que personas y
organizaciones que rechazan seriamente el neoliberalismo, aunque sean
políticamente moderadas , puedan estar dentro de la alianza amplia que es
necesario crear. Porque Porto Alegre, tanto I como II, han mostrado que, en
este marco, el sector militante del Foro (término que preferimos a otros,
como radical , alternativo o los movimientos sociales , por razones que se
explicarán más adelante) puede trabajar muy bien, tomar posiciones claras
sobre los acontecimientos de la actualidad y extender su influencia, lo cual
es un objetivo de primer orden.
Ante temas de máxima importancia y actualidad, como la guerra, lo que
faltó en Porto Alegre II no fue, pensamos, la reapertura un debate
constituyente sobre la Carta de Principios, que hubiera consumido mucha
energía, sin garantizar frutos positivos, sino la introducción formal de este
tema en las Conferencias del Foro, con una discusión
abierta entre las diferentes opiniones presentes que pudiera mostrar a plena
luz el juego de quienes hablan en Porto Alegre de que otro mundo es posible ,
mientras apoyan en sus países al viejo mundo .
2. Los otros Foros.
En el contexto del Foro Social Mundial, pero con autonomía respecto a
él se realizan otras actividades, entre las que destacan un Foro
Parlamentario y un Foro de Autoridades Locales. Está claro que se trata de
actividades de acompañamiento que no deberían interferir, ni competir con el
FSM, el cual asume el protagonismo total de la iniciativa de Porto Alegre.
Así lo entienden, por otra parte, muchos de los que participan en estos foros
con el objetivo de extender la lucha que representa el FSM, constituyendo
redes de parlamentarios, y autoridades locales, comprometidas en la práctica
con los principios de Porto Alegre.
Pero en realidad, las relaciones entre los tres foros no marchan
bien. En Porto Alegre II, el Foro de Autoridades Locales se realizó antes del
FSM; tuvo un desarrollo muy discreto, apenas se notó la presencia de sus
participantes en el FSM y sólo se dio a conocer por una resolución final poco
interesante y de tono muy moderado ( Intervenir en el escenario internacional
por otra globalización, que supere el actual dominio financiero, acepte las
instancias democráticas internacionales, sea coherente con las decisiones
democráticas locales, nacionales y regionales, y asegure el desarrollo
sustentable. (...) Deciden participar en el programa propuesto por el
Secretario General de las Naciones Unidas para acompañar el proceso de paz en
el mundo y se comprometen en desarrollar la cultura de la paz en las
políticas públicas por la inclusión social, realizando una diplomacia de
gobiernos locales y de sociedad civil para que las ciudades y sus
instituciones cumplan un papel activo por la paz ); la decisión más
interesante adoptada, si se llegara a concretar, sería la cooperación con
ciudadades argentinas ( ...ha sido lanzada en este Foro una iniciativa
solidaria con las ciudades argentinas, con el objetivo de contribuir con el
apoyo material al sistema de la salud local ).
En cuanto al Foro Parlamentario tuvo como expresión más visible el
desembarco de una nutrida delegación socialdemócrata, encabezada por el PS
francés, a quien corresponde la responsabilidad de la absurda, pero
significativa oposición a que se nombrara a Afganistán en una resolución..
contra la guerra /4. Aprobó además una docena de resoluciones, unas mejores y
otras peores, pero cuya escasa utilidad quedó disminuida por el descrédito
general provocado por todos los incidentes a que nos hemos referido.
¿Tiene sentido mantener Foros paralelos en el contexto del FSM? La
ventaja está en mantener el carácter exclusivamente social del FSM (El Foro
Social Mundial reúne y articula únicamente a entidades y movimientos de la
sociedad civil en todos los países del mundo, dice la Carta de Principios).
El inconveniente está en dar cauce a actividades que se legitiman por
referencia al FSM, pero se sitúan de hecho al margen de sus actividades y, en
el peor de los casos, pueden pretender hablar en su nombre, u otras formas de
cooptación. Además, existe un problema de imagen del FSM derivado de esta
relación equívoca con los foros paralelos. De cara afuera, las diferencias no
quedan claras, y eso favorece las confusiones sobre el perfil real del Foro
Social Mundial. Muchos de los partidarios de globalización con rostro humano,
cuya presencia en Porto Alegre fue aireada a bombo y platillo, sólo
participaron en los foros paralelos, tuvieron una relación marginal con el
FSM, pero su proyección mediática le hacía aparecer como portavoces del mismo.
El Foro Social Europeo ha decidido organizar un solo Foro con la idea
de integrar todos los debates en él, y pensando que ésta es la mejor opción
para evitar intentos de cooptación y maniobras similares; vamos a ver cómo
marcha la experiencia.
En todo caso, hay que intentar encontrar una solución a estos
problemas. Entre las organizaciones sociales se percibe ampliamente una
desconfianza hacia las instituciones /5 y hay motivos sobrados para ello. El
empeño en afirmar la soberanía de las organizaciones sociales en todo lo que
se refiere al FSM está justificado. Pero habría que hablar abiertamente sobre
cuáles son los ámbitos y las condiciones para una colaboración útil con
parlamentarios y parlamentarias y con las autoridades locales (se entiende,
que con aquellos y aquellas con los que esta colaboración tiene sentido para
el movimiento). Hasta el momento, los foros paralelos no están funcionando
bien.
3. Las estructuras organizativas.
El Consejo Internacional (CI) dirige el FSM y tiene muy amplias
atribuciones: El CI será una instancia permanente que asegurará la
continuidad del FSM (tendrá un papel protagonista en la orientación de las
directrices políticas y en la definición de las líneas estratégicas del FSM.
(...) El CI deberá existir como un espacio que se articula de forma
permanente y abierta con otros movimientos y luchas sociales. El CI no será
una instancia de poder y no tendrá mecanismos de luchas de representación, ni
de votos. El CI debe contemplar en su composición un equilibrio en relación a
la diversidad regional y de sectores de la sociedad y no será una estructura
burocrática que pretenda representar a la sociedad civil. La
representatividad del CI resultará de sus aciertos, o sea, de su capacidad de
mundializar, enraizar, dar organicidad y continuidad al FSM /6.
La composición del CI se estableció por cooptación a partir del
núcleo inicial del que surgió la idea (básicamente, Le Monde Diplomatique y
las organizaciones sociales brasileñas que conformaron el primer Comité
Organizador, particularmente la CUT y el MST, con el apoyo de las autoridades
de Porto Alegre y Río Grande del Sur /7). Como las reuniones son abiertas y
no ha estado clara la distinción entre miembros y observadores, el CI se ha
vonvertido en una estructura amplísima (ONGs de diverso tipo, sindicatos,
redes de comunicación, centros de estudios, organizaciones solidaridad
religiosas de diferentes confesiones, organizaciones de mujeres, de pueblos
indígenas, campañas internacionales, redes del movimiento antiglobalización,
pequeños grupos locales...) de composición difusa, pero con una capacidad de
decisión determinante, por ejemplo, sobre todo el programa de actos del FSM.
El dispositivo transmite una imagen opaca, a la vez abierta e inaccesible (
que recuerda a la tiranía de las estructuras informales ).
Probablemente, una cierta informalidad fue inevitable, e incluso
positiva en un primer momento. Pero a medida que las tareas se diversifican y
se hacen más complejas, y el Foro adquiere mayor peso internacional y por
tanto una más fuerte capacidad de atracción, esta nebulosa organizativa es
una fuente potencial de conflictos. El problema no está en funcionar por
consenso, lo cual es lógico en un proceso tan amplio como el FSM, sino en
quienes son las organizaciones y personas que establecen los consensos, cómo
lo hacen, qué información dan de sus acuerdos y que mecanismos de posible
participación tienen, incluyendo la posibilidad de manifestar desacuerdos y
hacer contrapropuestas, para quienes no forman parte de los organismos
decisorios.
Más que un amplio catálogo de normas, lo que hacen falta son buenas
prácticas y buena información. El camino más sencillo para afrontar estos
problemas es de abajo a arriba y de las partes hacia el conjunto. Por eso, el
Foro Social Europeo debe ser una experiencia importante, así como la que
lleve adelante el secretariado de los movimientos sociales que se ha
encargado a la Vía Campesina- MST y a la CUT. En la primera reunión
internacional de preparación del FSE, celebrada en Bruselas el pasado 9 de
marzo, se decidió optar por un esquema organizativo y un proceso de
preparación más abierto y claro que el del propio FSM: inexistencia de un
Consejo Europeo del FSE; creación de grupos temáticos de trabajo y de
reuniones periódicas de coordinación abiertas a todos aquellos movimientos
que quieran participar en el proceso, etc. Es un paso en la buena dirección,
aunque hará falta saber materializarlo.
4. El desafío del 2º Foro.
En vísperas de Porto Alegre II, el FSM tenía que responder a un
desafío: verificar si el movimiento anti-globalización se había recuperado
del impacto político, muy negativo, del 11 de septiembre. Sobre todo, se
trataba de calibrar el ánimo de la gente, la determinación a continuar la
lucha, la capacidad del FSM para servir de referente a las organizaciones y
movimientos contrarios a la globalización neoliberal, su utilidad para
articular luchas contra el neoliberalismo y la guerra... En los cuatros meses
transcurridos, los datos que llegaban del movimiento internacional eran
contradictorios: desarrollo desigual del movimiento contra la guerra;
reacciones muy débiles frente a la Asamblea de la OMC en Dohá; enfin, estaban
por ver las consecuencias de dos hechos recientes: el caso Enron y los
acontecimientos en Argentina, las otras dos torres gemelas , según la
expresión de Walden Bello.
La propia capacidad de convocatoria del II FSM fue un primer dato
concluyente y positivo: en Porto Alegre se reunió una muestra amplia y
representativa del movimiento, aunque con desequilibrios y ausencias que
veremos más adelante. Además, el clima generalizado de esperanza y de
entusiasmo no fue simplemente el efecto de síndrome del territorio liberado ,
de la posibilidad de convivir durante unos días compartiendo objetivos y
proyectos con miles de personas de todo el mundo: expresó además, al menos
para una parte muy considerable de los y las participantes, el compromiso de
continuar la lucha contra el neoliberalismo, el militarismo y la guerra ,
según el título de la Declaración de los Movimientos Sociales.
Pero mas allá de esta valoración general, hay que considerar que
persisten dificultades considerables. Por ejemplo, la vinculación entre lucha
contra el neoliberalismo y lucha contra la guerra ha tenido una respuesta muy
positiva en Italia y también en Gran Bretaña, pero éstas son más bien las
excepciones.
La situación en los EE UU es un caso extremo en sentido contrario:
allí el 11-S significó una ruptura entre los sindicatos de la AFL-CIO, que
pasaron a apoyar a Bush, y las organizaciones que tuvieron la valentía de
denunciar a su propio gobierno. Hubo algunos signos de cambios positivos en
Porto Alegre: en primer lugar, la presencia de más de 400 personas de
organizaciones estadounidenses, incluyendo algunas de las que habían
sucumbido a la presión patriotera unos meses antes. Incluso, el dirigente de
la AFL-CIO John Sweeny participó en la manifestación de protesta frente al
hotel en que se reunía el Foro Económico Mundial, trasladado de Davos a Nueva
York y desde allí envió un saludo cordial, aunque ambiguo, al Foro de Porto
Alegre. Algo se mueve, pero muy lentamente: ni siquiera las organizaciones
vinculadas al movimiento sindical y situadas más a la izquierda, como Jobs
with justice, se atreven aún a convocar las acciones de protestas contra la
Asamblea del FMI y el BM los días 17 y 18 de abril y se limitan a anunciar
que sus militantes asistirán individualmente .
Éstas son expresiones de un problema más general: la ofensiva global
neoimperialista posterior al 11 de septiembre exige al movimiento vincular su
lucha general anti-globalización con los conflictos, crisis y brechas
concretas que se suceden en la situación internacional: desde Argentina a
Palestina, desde el caso Enron al Plan Colombia, desde la nueva edición de la
Ronda del Milenio de la OMC lanzada oficialmente el 1 de febrero hasta el
ALCA (Tratado de Libre Comercio de las Américas), que amenaza instaurarse a
ritmos acelerados en el futuro inmediato.
¿Cómo mantener en estas condiciones, un marco unitario amplio en el
FSM y la necesaria articulación de luchas, en las que hay que afrontar
conflictos directos con instituciones internacionales y gobiernos, hay que
mostrar la coherencia entre la Declaración firmada en Porto Alegre y las
acciones y acuerdos prácticos en cada país? Ésta es la tarea más compleja que
ha quedado pendiente tras el II FSM.
5. Reformistas y radicales.
En realidad, el Foro se dividió entre reformistas y radicales. (...)
En la discusión de alternativas, los organizadores oficiales enfatizaron el
imperialismo reformado y el capitalismo regulado , mientras que los
movimientos sociales radicales abrieron un debate y pusieron sobre la mesa la
discusión acerca del socialismo. La Declaración final de los movimientos
sociales reflejó un compromiso entre los reformistas y los radicales. Por un
lado, hubo un diagnóstico radical de los problemas del mundo y un calendario
repleto de movilizaciones para todo el 2002, y por otro lado, las demandas
finales reflejaron en su mayoría la inclinación de los reformistas por los
intercambios de migajas, dejando de lado cualquier demanda estratégica por un
socialismo participativo y la derrota del imperialismo. (...) . Este juicio
de James Petras es representativo de algunas de las críticas que ha recibido
Porto Alegre II. No entraremos a evaluar la Declaración, que reproducimos más
adelante; cada cual se puede formar su propia opinión. En cambio, sí nos
interesa discutir sobre el análisis de las diferencias políticas que existen
en el FSM en términos de bloques ideológicos: reformistas y radicales, porque
no nos parece un buen enfoque.
Está claro que hay reformistas en el FSM. Incluso hay quienes, como
Susan George, lo manifiestan abiertamente, lo que es de agradecer, para la
claridad de los debates: Resulta extremadamente preocupante que la confianza
en la política convencional se esté desgastando con tanta rapidez. Por eso
espero haber conseguido transmitir al menos una parte de la urgencia de
tratar los problemas que el movimiento de los ciudadanos ha presentado: si no
se resuelven, y pronto, seremos testigos de una división social aún más
pronunciada, de una mayor aversión a las instituciones nominalmente
democráticas, de un endurecimiento de las posiciones, de la confrontación y
de una escalada de violencia, sobre todo estatal. Y entonces se demostrará
que quienes sostienen que el actual sistema mundial es incapaz de
autorregularse y reformarse están en lo correcto. La gente que, como yo, está
luchando por evitar el camino de la represión, la revuelta, la violencia y el
caos y está proponiendo soluciones prácticas, la gente que espera no una
forma indefinible de revolución mundial, sino una especie de Estado
Benefactor Universal una meta perfectamente viable
en términos materiales , quedará marginada o se radicalizará /8.
Estaría muy bien que estas ideas se expresaran no sólo en artículos
sino en debates dentro del FSM y hubiera la posibilidad de confrontarlas con
ideas revolucionarias explicadas por quienes las defienden, y por tanto sin
el halo apocalíptico que les impone Susan George. Pero no creemos que sean
estos los debates prioritarios en el FSM y en estos tiempos, ni que las
discrepancias más significativas se expresen así.
Si de lo que se trata es de articular luchas , entonces los debates
que deben priorizarse son los que afectan directamente a las luchas, tanto en
los objetivos y contenidos de las mismas, como en la forma de concebirlas e
impulsarlas. Y aquí el problema es más complejo. Por ejemplo, podemos
considerar a Ricardo Petrella un reformista en sus posiciones generales; pero
en la lucha contra lo que él mismo llama la oligarquía global que está
apoderándose del agua potable y a favor de desmercantilizar este bien común
que debería pertenecer a toda la humanidad, Petrella es radical .
Otro ejemplo: en la lucha por acabar con la deuda externa, hay
reformistas que apoyan a fondo el objetivo de la condonación; en cambio,
otros sectores, vinculados a la campaña Jubileo 2000 en los países del Norte,
están proponiendo Tribunales Internacionales Independientes que dicten laudos
obligatorios para acreedores y deudores. Incluso sin considerar algunos de
los propuestos como posibles presidentes de este proyecto de Tribunal
(¡¡¡Camdessus!!!), esta idea que se defiende como realista y viable frente a
las propuestas irrealizables de condonación de deuda, tienden a desorientar y
dividir al movimiento y responden a la misma lógica de otras iniciativas de
alivio de la deuda que han proliferado estos últimos años (sin demostrar, por
cierto, su viabilidad para lograr mejoras reales significativas en la
situación de los países endeudados).
Aquí sí hay una delimitación importante sobre la elección de los
objetivos de acción, o según el criterio, pretendido, de viabilidad , o según
el criterio del fortalecimiento de los movimientos sociales (un último
ejemplo: el objetivo de la soberanía alimentaria es fundamental para el
desarrollo del movimiento, aunque no sea viable en las actuales relaciones de
fuerzas).
6. El papel de los movimientos sociales.
Precisamente porque el FSM es un espacio muy amplio y plural en el
que coinciden (por el momento, es muy exagerado hablar de alianza si se le da
al término algún sentido práctico) organizaciones y corrientes muy diversas,
es imprescindible crear focos de agrupamiento que, respetando el marco
unitario, se caractericen por su vinculación a las luchas sociales y su
compromiso por articularlas. En Porto Alegre II, la justificada preocupación
por el desembarco de la socialdemocracia y los intentos de cooptación del FSM
crearon una presión suplementaria, en este sentido, muy visible desde el
primer día.
Vía Campesina, con la colaboración destacada de Focus on Global
South, la CUT, el movimiento italiano, ATTAC-Francia..., asumió un papel
dinamizador con mucha habilidad e inteligencia, orientando la energía de las
organizaciones convocadas en el sentido de dar una impronta radical y
movilizadora al conjunto del FSM y procurando perder el menor tiempo y
trabajo posibles en batallas de poder. Así puede decirse que la Declaración
de los Movimientos Sociales que es el documento más representativo del FSM,
cuenta incluso con un apoyo serio por parte de organizaciones no
particularmente radicales o alternativas pero que se consideran
comprometidas, militantes, con el proceso que allí se define. pero, dicho
esto, hay que reconocer que queda mucho por hacer.
El propio proceso de elaboración de la Declaración, aunque se hizo en
reuniones abiertas, con mucha voluntad de consenso y condujo a un buen
resultado, no puede sustituir al intercambio de ideas y experiencias que es
imprescindible para consolidar la red. Ha habido muy poco tiempo y espacio en
la agenda oficial del FSM para estas tareas, lo cual ya es en sí un problema,
porque hay mucho que hablar y discutir entre las propias organizaciones del
movimiento.
Vale la pena recordar que al margen de las grandes Conferencias, el
FSM fue escenario de una multitud de reuniones, encuentros talleres, y actos
variopintos por las tardes, organizados por los diferentes movimientos y
grupos presentes. Fue en ellos donde se produjeron algunos de los debates e
intercambios más interesantes. Naomi Klein y Lucca Casarini llaman a estos
espacios las costuras del Foro. La fórmula es buena y estos espacios son, sin
duda, muy importantes. Pero hay que entrarle también al tejido como tal.
Porque hay ya problemas identificados que precisan una reflexión
general. Por ejemplo, esos desconocimientos mutuos que señala Michel Albert:
(La izquierda) de los EE UU está horriblemente aislada del resto de
movimientos y proyectos del mundo. No es sólo que nuestro conocimiento del
resto del mundo sea deficiente. Es que los demás tienen alianzas y
afiliaciones que trascienden fronteras y nosotros no estamos en ellas, nos
quedamos encerrados en nuestras fronteras. Sean cuales sean las causas, éste
es un problema que requiere una atención urgente. Los EE UU son el monstruo,
los activistas de aquí estamos en el corazón de la bestia. Y ni los que
estamos aquí dentro del monstruo, ni los que desde fuera sufren la violencia
del monstruo pueden conseguir lo que hay que conseguir por separado. (...)
así como la izquierda en los EE UU está aislada de mucho de lo que ocurre
fuera de nuestras fronteras, los movimientos de fuera no sólo están aislados
de lo que ocurre en los EE UU, sino que ignoran en muchos sentidos cuál es
nuestra situación. /9
Y, también, los problemas, más graves, de invisibilidad que pone de
relieve Pierre Rousset: Pero la visibilidad de los más explotados y
necesitados sigue siendo demasiado desigual. Por ejemplo, la organización
francesa DAL (Droit au logement, Derecho a la vivienda), firma la Declaración
de los Movimientos Sociales, pero señala como los sin (sin papeles, sin
vivienda...) han sido poco visibles en su redacción. Hay en esto un serio
problema de imagen (algunos de los participantes en el FSM se alojan en los
mejores hoteles de la ciudad) y un problema de fondo. Cuanta mayor sea la
fusión realizada por el movimiento de las identidades sociales específicas en
la expresión solidaria de una comunidad humana, mayores serán los riesgos de
que monopolicen la palabra los sectores que poseen naturalmente las
herramientas de comunicación. Sin una política voluntarista, los(as) más
explotados(as) y más necesitados(as) pagarán por la unidad el precio de la
invisibilidad. Y sus reivindicaciones específicas se disolverán en un
discurso generalista y unanimista.
También en este sentido hay de hacer notar las dificultades de la
juventud para tener un papel protagonista y activo en el conjunto del Foro.
Es verdad que ha habido un progreso notable entre el primero y el segundo FSM
en lo que se refiere a la participación y presencia de la juventud en el
mismo. En esta segunda edición, fueron más de 15.000 los jóvenes presentes en
el Campo de la Juventud. Sin embargo, a pesar de este progreso cuantitativo,
el papel en el Foro de esta nueva generación militante, que hemos visto
aparecer en Seattle o en Génova, es sensiblemente inferior a su peso real en
el conjunto del movimiento. Muchos de los debates, discusiones e inquietudes
que se han desarrollado entre las redes y movimientos animados por jóvenes,
tuvieron una escasa presencia en el Foro. En este terreno hay que destacar al
Laboratorio para la Resistencia Global, organizado por algunas redes en el
Campo de la Juventud, en el marco del cual se discutió de estrategias de
acción directa no violenta, de las distintas formas de acción y de la
diversidad de tácticas , de campañas contra multinacionales, del
resurgimiento de las luchas estudiantiles en algunos países, de software
libre.... El contraste con el enfoque general de las conferencias del Foro es
notable.
En fin, el dirigente del MST Joao Pedro Stédile señaló su
preocupación porque estábamos construyendo un movimiento occidental y
cristiano; es verdad que el Foro tuvo una composición esencialmente
latinoamericana y europea, con una presencia aceptable de los movimientos de
América del Norte, y una muy escasa presencia de los movimientos asiáticos y
africanos. Y hay más fronteras que deberemos atravesar para conseguir una
mayor participación de ecologistas, feministas, sindicalistas, comunidades
indígenas...
No será fácil, pero creemos que se va por buen camino. Marcos (al que
echamos de menos desde hace varios meses) lo explicó muy bien hace algún
tiempo: No, no queremos ser vanguardia. Las cosas se producen mejor y se
desarrollan mejor si la misma gente que participa va haciendo su propia
aportación histórica y no si se crea una nueva arquitectura teórica que se
opondría a neoliberalismo y se presenta al zapatismo como nuevo dogmatismo
mundial. Aún nos hace falta aprender, escuchar, observar. Creemos redes de
comunicación y encontrémonos, eso es todo. /10
7. Un símbolo que necesitamos.
La iniciativa de Porto Alegre es un diamante en bruto, al que apenas
se le empiezan a tallar facetas. Varias
a la vez, con distintas orientaciones, unas más próximas que otras: referente
simbólico; intercambio de experiencias y articulación de luchas; espacio de
contaminación mutua, como dicen los colegas italianos; debate de alternativas
al neoliberalismo; constitución de un movimiento de movimientos sociales o
una nueva Internacional ... Hay que considerarlas todas en sí mismas y en sus
relaciones y contradicciones para hacernos una composición del lugar y de sus
posibilidades. Veamos para finalizar, la faceta simbólica .
En enero del 2001, el Foro Social Mundial nació como una alternativa
a un símbolo del neoliberalismo: el Foro Económico Mundial de Davos: reunión
de líderes políticos, dirigentes del Banco Mundial, del FMI y de la OMC y la
flor y nata de las grandes transnacionales frente a reunión de organizaciones
y movimientos sociales; apología neoliberal frente a rechazo del
neoliberalismo y el dominio del mundo por el capital y por cualquier forma de
imperialismo ; un elitista refugio en los Alpes suizos, lleno de dinero y
muerto, frente a una ciudad del Sur abierta y llena de vida, dirigida por el
PT, una de las poquísimas organizaciones de la izquierda política que
sobrevive al desprestigio y al declive generalizado de la última década,
creadora además de una herramienta de gobierno municipal y participación
social, el presupuesto participativo , que se presenta como un ejemplo de las
alternativas posibles a las reglas universales impuestas por el
neoliberalismo.
Un año después, la nueva situación internacional creada tras el 11 de
septiembre, sometió a prueba la capacidad del FSM para ser efectivamente el
símbolo de la resistencia internacional frente a la ofensiva dirigida por la
Administración norteamericana.
Se puede medir el resultado de la prueba desde muchos puntos de
vista. El más visible, aunque no el más importante, es el impacto en los
medios de comunicación. La primera impresión fue buena: se hablaba mucho de
Porto Alegre; incluso, medios de comunicación muy influyentes daban una
importancia similar a las informaciones del Foro Económico Mundial que se
desarrollaba en Nueva York y a las de Porto Alegre. Pero los grandes medios
seleccionaron los portavoces correctos del Foro Social Mundial: en su mayor
parte, personalidades políticas o intelectuales con un discurso tipo otra
globalización es posible. El problema se agravó porque, aunque se habló mucho
en el Foro sobre la contra-información , en la práctica no funcionó bien la
información alternativa. El tema merece una reflexión con calma porque está
claro que es vital para el futuro del movimiento.
Es importante llegar a los grandes medios, pero con nuestra propia
voz y en los momentos adecuados. Y siempre hay que tener garantizada una red
alternativa. En Porto Alegre no faltaron las posibilidades técnicas: incluso
se montó una web, con el apoyo entre otros de Le Monde Diplomatique,
(www.portoalegre2002.org ) y hasta una red llamada Ciranda que aspiraba a ser
el referente de la información alternativa . Resultaron productos
artificiales, sirvieron para muy poco y desaparecieron, sin pena ni gloria,
poco después de la clausura del Foro. Esta vez, se echó en falta la presencia
activa de los colegas de Indymedia, habitual en el trabajo de contra-
información en todas movilizaciones internacionales... Por otra parte, muchos
de los participantes enviaron crónicas a diversos medios, fueron
entrevistados, etc. Pero organizar la contra-información requiere una
coordinación de esfuerzos, que no se limite a confiar en la convergencia
espontánea simbolizada en la célebre imagen de la nube de mosquitos . A fin
de cuentas, mucha gente del movimiento terminó mirando a Porto Alegre a
través de las gafas de los grandes medios. Tenemos que intentar evitar que
esta situación se repita o, al menos, aminorar sus efectos.
En cualquier caso, el Foro Social Mundial es hoy la única instancia
internacional con reconocimiento mediático y un apoyo social y político
amplio, no subordinada a los EE UU.
En términos de relaciones de fuerzas, por supuesto, no hay
comparación posible; en cambio, en términos simbólicos, es importantísimo
/11. Un movimiento social internacional en esta época necesita referentes
simbólicos que representen el rechazo del orden existente y la voluntad de
construir un sistema alternativo.
Un símbolo así no ahorra la tarea de formular objetivos, articular
luchas, ampliar la influencia las ideas y las propuestas alternativas o
radicales, afrontar los conflictos internos sobre la orientación del
movimiento, etc.
Pero crea las mejores condiciones posibles para que esas ideas y
propuestas se desarrollen dentro de una alianza amplia capaz de acoger las
voluntades que van despertando los estragos del neoimperialismo. Una
Internacional sin dueño , como ha definido al FSM el revolucionario peruano
Hugo Blanco. Sin Dios, ni dueño , decían los viejos anarquistas. Para que
pueda ser de todas y de todos.
8. El paso adelante.
Más allá de la cantidad y la calidad de los debates, de las ideas y
las propuestas. Más allá de las relaciones creadas o fortalecidas entre las
organizaciones y movimientos. Más allá del calendario de movilizaciones
acordado. Más allá incluso de la moral, la energía y la voluntad de lucha que
se ha renovado en Porto Alegre. Lo que de verdad importa es algo que parece
mucho más modesto: el paso adelante del movimiento real.
Una de las frases más citadas de Marx dice: Cada paso del movimiento
real vale más que una docena de programas. No se trata de devaluar a los
programas /12, pero sí de reconocer dónde está el punto de referencia y la
prueba de la verdad de todo lo que hacemos o nos proponemos hacer.
No sólo ha habido en Porto Alegre II más gente: hay ahora más
movimiento, aunque no todo el movimiento; más proyectos de extenderlo; más
conciencia de los problemas que tenemos por delante; compromisos más
ambiciosos (como realizar y apoyar internacionalmente la campaña de los
colegas latinoamericanos contra el ALCA); mejores herramientas para seguir
trabajando, como el Foro Social Europeo; más posibilidades de incorporar a
corrientes, sectores y países, que, por unas u otras razones, no están
participando en el proceso.
Hemos dado un paso adelante. Podemos estar satisfechos. Pero sólo
servirá si ahora somos capaces de dar el paso siguiente. Como en Barcelona.
1/ Utilizamos este nombre, que no gusta ya a casi nadie, a falta de otro que
obtenga suficiente adhesión lo que hasta ahora no ocurre, por ejemplo, con
movimiento por la justicia global y evite ambigüedades indeseables como, por
ejemplo, movimiento por otra globalización .
2/ Estos textos han circulado ampliamente por la red. Pueden encontrarse en:
www.rebelion.org www.sodepaz.org www.acsur.org www.zmag.org y en las
entrevistas que publicamos en estas mismas páginas de Viento Sur
(http://nodo50.org/viento_sur).
3/ Ver más adelante la nota informativa sobre la preparación del FSE.
4/ Puede encontrarse información amplia sobre este asunto en la entrevista
que publicamos más adelante con Pierre Rousset.
5/ Que incluye, también, la precaución ante posibles interferencias de las
instituciones de la ciudad de Porto Alegre y del Estado de Río Grande del Sur
gobernadas por el PT, aunque lo que predomina en este caso es una buena
colaboración.
6/ La composición del CI y su estatuto se encuentran en la web del Foro
www.forumsocialmundial.org.
7/ En la web de Foro hay una crónica detallada del proceso que dio origen al
FSM escrita por Francisco Whitaker.
8/ Susan George. El movimiento global de ciudadanos . Foreign Affairs,
Primavera 2002.
9/ Michel Albert http://www.zmag.org/Spanish/0402albert.html
10/ Le Monde Diplomatique. Edición española. Nº 45-46. Julio-Agosto 1999.
Pág. 5.
11/ En realidad, los intentos de cooptación del Foro parten de aquí: la
socialdemocracia, y quienes la acompañan en la maniobra, quiere apoderarse
del símbolo para darse un lifting que tape la legitimidad perdida.
12/ La frase se encuentra en una carta de introducción a uno de los textos
programáticos fundamentales del marxismo (Critica del Programa de Gotha,
1875) en el cual Marx no deja pasar, no ya una palabra, ni una coma, que
pueda desvirtuar, desviar o confundir las ideas y los objetivos
revolucionarios.
Josep Maria Antentas participa en el Movimiento de Resistencia Global (MRG) y
en la Campaña Contra la Europa del Capital, de barcelona
Josu Egireun es miembro de Hemen eta Munduam
Miguel Romero es redactor de Viento Sur
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