[Infos] PORTO ALEGRE: UN PASO ADELANTE DEL MOVIMIENTO REAL

lenterao at sindominio.net lenterao at sindominio.net
Wed Apr 24 17:29:17 CEST 2002


De: Ibai Sans Urbieta <ibai at 3ejes.org>

PORTO ALEGRE: UN PASO ADELANTE DEL MOVIMIENTO REAL
Josep Maria Antentas, Josu Egireun, Miguel Romero (publicado en Viento Sur nº 
61)
	Desde Seattle a Génova, los encuentros y foros que han servido de 
punto de referencia al movimiento anti-globalización /1 han obtenido, en 
general, una valoración positiva de todos los sectores del movimiento. En 
cambio, el Foro Social Mundial, que ha celebrado su segunda edición en Porto 
Alegre el pasado mes de enero, ha levantado una fuerte polémica, en la que se 
han expresado puntos de vista muy diferentes sobre su significado y sobre su 
futuro: así, hemos leído estos días, desde la descalificación global del ex-
secretario general de la CGT, José María Olaizola, y de militantes de la CNT, 
hasta balances muy positivos de gentes tan distintas como Rafael Alegría, 
secretario general de Vía Campesina, Christophe Aguiton o Susan George, de 
ATTAC, Michel Albert, de la red Znet, o José Vidal Beneyto, pasando por 
quienes, reconociendo aspectos importantes positivos, prevén, y simpatizan, 
con una ruptura entre el sector reformista y el sector radical , como James 
Petras... /2. Más aún, al regreso de Porto Alegre nos hemos encontrado a 
muchos colegas del movimiento, muy escépticos y distantes del Foro Social 
Mundial, considerando que era ya, o estaba condenado a ser, una plataforma 
cooptada por la socialdemocracia.
	Estos debates van a estar presentes en el desarrollo del Foro Social 
Mundial, incluyendo el Foro Social Europeo (FSE), que tendrá lugar en Italia 
a finales de año /3, en cuya preparación ya estamos inmersos. Pensando en 
este proceso, con el que nos sentimos muy comprometidos, hemos escrito estas 
notas, no como una crónica, sino como un documento de trabajo, seleccionando 
algunos puntos que pueden tener mayor interés para las próximas actividades y 
debates. 

1. La Carta de Principios. 
	Unos meses después del I Foro Social Mundial, que se realizó en Porto 
Alegre en enero del 2001, el Consejo Internacional adoptó una Carta de 
Principios que es su única definición política. Es un texto de carácter muy 
general, pero bastante claro en algunas ideas centrales. 
	Por ejemplo: El Foro Social Mundial es un espacio abierto de 
encuentro para ahondar la reflexión, para un debate democrático de ideas, 
elaboración de propuestas, libre intercambio de experiencias y articulación 
de acciones eficaces por parte de entidades y movimientos de la sociedad 
civil que se opongan al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital 
o por cualquier forma de imperialismo y que se empeñen en la construcción de 
una sociedad planetaria orientada hacia una relación fecunda entre los seres 
humanos y de estos con la Tierra. (...) Las alternativas propuestas por el 
Foro Social Mundial se contraponen al proceso de globalización comandado por 
grandes corporaciones multinacionales y por los gobiernos e instituciones que 
sirven a sus intereses, con la complicidad de los gobiernos nacionales. (...) 
como espacio de debates, es un movimiento de ideas que estimula una reflexión 
y una divulgación transparente de los resultados de la reflexión sobre los 
mecanismos e instrumentos de dominio del capital y 
sobre los medios y las acciones de resistencia y de superación de ese dominio 
(...) .
	El texto admite lecturas moderadas , reformistas o radicales . Pero 
hace falta un notorio cinismo para, por ejemplo, apoyar la política 
antiterrorista de la Admnistración Bush en cualquiera de sus aspectos y, a la 
vez, manifestarse de acuerdo con el FSM. La participación en Porto Alegre II 
de diputados de orientación socialdemócrata que habían votado en sus 
Parlamentos a favor de la guerra en Afganistán provocó una justificada y 
extensa indignación, que expresó la delegación del movimiento italiano en una 
censura pública contra los diputados de Demócratas de Izquierda presentes en 
el Foro Parlamentario.
	A partir de aquí, se abre un debate interesante sobre la Carta de 
Principios. ¿Habría que modificarla para introducir posiciones claras y 
contundentes sobre temas tan decisivos como la guerra? El problema 
transciende al texto de la Carta como tal y se refiere, en realidad, a las 
características del Foro como espacio unitario. 
	El FSM debe tener límites visibles con su antagonista, representado 
simbólicamente por el Foro Económico Mundial de Davos, (que este año se 
celebró en Nueva York). Intentar establecer pasarelas , invitaciones mutuas u 
otras instancias de reflexión común, como recomiendan diversos promotores de 
la globalización de rostro humano, debilitaría gravemente el carácter 
alternativo del FSM y abriría, sin duda, una brecha interna de difícil 
sutura. Pero hasta el momento, esta delimitación funciona, como han 
comprobado un representante del Banco Mundial y el primer ministro belga que 
vieron rechazadas su solicitud de acreditación.
	Garantizado esto, es positivo que el Foro defina un campo político 
muy amplio, como el que establece la Carta de Principios, aunque sea 
utilizado por gente con poca vergüenza. Lo importante es que personas y 
organizaciones que rechazan seriamente el neoliberalismo, aunque sean 
políticamente moderadas , puedan estar dentro de la alianza amplia que es 
necesario crear. Porque Porto Alegre, tanto I como II, han mostrado que, en 
este marco, el sector militante del Foro (término que preferimos a otros, 
como radical , alternativo o los movimientos sociales , por razones que se 
explicarán más adelante) puede trabajar muy bien, tomar posiciones claras 
sobre los acontecimientos de la actualidad y extender su influencia, lo cual 
es un objetivo de primer orden. 
	Ante temas de máxima importancia y actualidad, como la guerra, lo que 
faltó en Porto Alegre II no fue, pensamos, la reapertura un debate 
constituyente sobre la Carta de Principios, que hubiera consumido mucha 
energía, sin garantizar frutos positivos, sino la introducción formal de este 
tema en las Conferencias del Foro, con una discusión 
abierta entre las diferentes opiniones presentes que pudiera mostrar a plena 
luz el juego de quienes hablan en Porto Alegre de que otro mundo es posible , 
mientras apoyan en sus países al viejo mundo . 

2. Los otros Foros.
	En el contexto del Foro Social Mundial, pero con autonomía respecto a 
él se realizan otras actividades, entre las que destacan un Foro 
Parlamentario y un Foro de Autoridades Locales. Está claro que se trata de 
actividades de acompañamiento que no deberían interferir, ni competir con el 
FSM, el cual asume el protagonismo total de la iniciativa de Porto Alegre. 
Así lo entienden, por otra parte, muchos de los que participan en estos foros 
con el objetivo de extender la lucha que representa el FSM, constituyendo 
redes de parlamentarios, y autoridades locales, comprometidas en la práctica 
con los principios de Porto Alegre. 
	Pero en realidad, las relaciones entre los tres foros no marchan 
bien. En Porto Alegre II, el Foro de Autoridades Locales se realizó antes del 
FSM; tuvo un desarrollo muy discreto, apenas se notó la presencia de sus 
participantes en el FSM y sólo se dio a conocer por una resolución final poco 
interesante y de tono muy moderado ( Intervenir en el escenario internacional 
por otra globalización, que supere el actual dominio financiero, acepte las 
instancias democráticas internacionales, sea coherente con las decisiones 
democráticas locales, nacionales y regionales, y asegure el desarrollo 
sustentable. (...) Deciden participar en el programa propuesto por el 
Secretario General de las Naciones Unidas para acompañar el proceso de paz en 
el mundo y se comprometen en desarrollar la cultura de la paz en las 
políticas públicas por la inclusión social, realizando una diplomacia de 
gobiernos locales y de sociedad civil para que las ciudades y sus 
instituciones cumplan un papel activo por la paz ); la decisión más 
interesante adoptada, si se llegara a concretar, sería la cooperación con 
ciudadades argentinas ( ...ha sido lanzada en este Foro una iniciativa 
solidaria con las ciudades argentinas, con el objetivo de contribuir con el 
apoyo material al sistema de la salud local ). 
	En cuanto al Foro Parlamentario tuvo como expresión más visible el 
desembarco de una nutrida delegación socialdemócrata, encabezada por el PS 
francés, a quien corresponde la responsabilidad de la absurda, pero 
significativa oposición a que se nombrara a Afganistán en una resolución.. 
contra la guerra /4. Aprobó además una docena de resoluciones, unas mejores y 
otras peores, pero cuya escasa utilidad quedó disminuida por el descrédito 
general provocado por todos los incidentes a que nos hemos referido.
	¿Tiene sentido mantener Foros paralelos en el contexto del FSM? La 
ventaja está en mantener el carácter exclusivamente social del FSM (El Foro 
Social Mundial reúne y articula únicamente a entidades y movimientos de la 
sociedad civil en todos los países del mundo, dice la Carta de Principios). 
El inconveniente está en dar cauce a actividades que se legitiman por 
referencia al FSM, pero se sitúan de hecho al margen de sus actividades y, en 
el peor de los casos, pueden pretender hablar en su nombre, u otras formas de 
cooptación. Además, existe un problema de imagen del FSM derivado de esta 
relación equívoca con los foros paralelos. De cara afuera, las diferencias no 
quedan claras, y eso favorece las confusiones sobre el perfil real del Foro 
Social Mundial. Muchos de los partidarios de globalización con rostro humano, 
cuya presencia en Porto Alegre fue aireada a bombo y platillo, sólo 
participaron en los foros paralelos, tuvieron una relación marginal con el 
FSM, pero su proyección mediática le hacía aparecer como portavoces del mismo.
	El Foro Social Europeo ha decidido organizar un solo Foro con la idea 
de integrar todos los debates en él, y pensando que ésta es la mejor opción 
para evitar intentos de cooptación y maniobras similares; vamos a ver cómo 
marcha la experiencia.
	En todo caso, hay que intentar encontrar una solución a estos 
problemas. Entre las organizaciones sociales se percibe ampliamente una 
desconfianza hacia las instituciones /5 y hay motivos sobrados para ello. El 
empeño en afirmar la soberanía de las organizaciones sociales en todo lo que 
se refiere al FSM está justificado. Pero habría que hablar abiertamente sobre 
cuáles son los ámbitos y las condiciones para una colaboración útil con 
parlamentarios y parlamentarias y con las autoridades locales (se entiende, 
que con aquellos y aquellas con los que esta colaboración tiene sentido para 
el movimiento). Hasta el momento, los foros paralelos no están funcionando 
bien. 

3. Las estructuras organizativas. 
	El Consejo Internacional (CI) dirige el FSM y tiene muy amplias 
atribuciones: El CI será una instancia permanente que asegurará la 
continuidad del FSM (tendrá un papel protagonista en la orientación de las 
directrices políticas y en la definición de las líneas estratégicas del FSM. 
(...) El CI deberá existir como un espacio que se articula de forma 
permanente y abierta con otros movimientos y luchas sociales. El CI no será 
una instancia de poder y no tendrá mecanismos de luchas de representación, ni 
de votos. El CI debe contemplar en su composición un equilibrio en relación a 
la diversidad regional y de sectores de la sociedad y no será una estructura 
burocrática que pretenda representar a la sociedad civil. La 
representatividad del CI resultará de sus aciertos, o sea, de su capacidad de 
mundializar, enraizar, dar organicidad y continuidad al FSM /6. 
	La composición del CI se estableció por cooptación a partir del 
núcleo inicial del que surgió la idea (básicamente, Le Monde Diplomatique y 
las organizaciones sociales brasileñas que conformaron el primer Comité 
Organizador, particularmente la CUT y el MST, con el apoyo de las autoridades 
de Porto Alegre y Río Grande del Sur /7). Como las reuniones son abiertas y 
no ha estado clara la distinción entre miembros y observadores, el CI se ha 
vonvertido en una estructura amplísima (ONGs de diverso tipo, sindicatos, 
redes de comunicación, centros de estudios, organizaciones solidaridad 
religiosas de diferentes confesiones, organizaciones de mujeres, de pueblos 
indígenas, campañas internacionales, redes del movimiento antiglobalización, 
pequeños grupos locales...) de composición difusa, pero con una capacidad de 
decisión determinante, por ejemplo, sobre todo el programa de actos del FSM. 
El dispositivo transmite una imagen opaca, a la vez abierta e inaccesible ( 
que recuerda a la tiranía de las estructuras informales ).
	Probablemente, una cierta informalidad fue inevitable, e incluso 
positiva en un primer momento. Pero a medida que las tareas se diversifican y 
se hacen más complejas, y el Foro adquiere mayor peso internacional y por 
tanto una más fuerte capacidad de atracción, esta nebulosa organizativa es 
una fuente potencial de conflictos. El problema no está en funcionar por 
consenso, lo cual es lógico en un proceso tan amplio como el FSM, sino en 
quienes son las organizaciones y personas que establecen los consensos, cómo 
lo hacen, qué información dan de sus acuerdos y que mecanismos de posible 
participación tienen, incluyendo la posibilidad de manifestar desacuerdos y 
hacer contrapropuestas, para quienes no forman parte de los organismos 
decisorios.
	Más que un amplio catálogo de normas, lo que hacen falta son buenas 
prácticas y buena información. El camino más sencillo para afrontar estos 
problemas es de abajo a arriba y de las partes hacia el conjunto. Por eso, el 
Foro Social Europeo debe ser una experiencia importante, así como la que 
lleve adelante el secretariado de los movimientos sociales que se ha 
encargado a la Vía Campesina- MST y a la CUT. En la primera reunión 
internacional de preparación del FSE, celebrada en Bruselas el pasado 9 de 
marzo, se decidió optar por un esquema organizativo y un proceso de 
preparación más abierto y claro que el del propio FSM: inexistencia de un 
Consejo Europeo del FSE; creación de grupos temáticos de trabajo y de 
reuniones periódicas de coordinación abiertas a todos aquellos movimientos 
que quieran participar en el proceso, etc. Es un paso en la buena dirección, 
aunque hará falta saber materializarlo. 

4. El desafío del 2º Foro. 
	En vísperas de Porto Alegre II, el FSM tenía que responder a un 
desafío: verificar si el movimiento anti-globalización se había recuperado 
del impacto político, muy negativo, del 11 de septiembre. Sobre todo, se 
trataba de calibrar el ánimo de la gente, la determinación a continuar la 
lucha, la capacidad del FSM para servir de referente a las organizaciones y 
movimientos contrarios a la globalización neoliberal, su utilidad para 
articular luchas contra el neoliberalismo y la guerra... En los cuatros meses 
transcurridos, los datos que llegaban del movimiento internacional eran 
contradictorios: desarrollo desigual del movimiento contra la guerra; 
reacciones muy débiles frente a la Asamblea de la OMC en Dohá; enfin, estaban 
por ver las consecuencias de dos hechos recientes: el caso Enron y los 
acontecimientos en Argentina, las otras dos torres gemelas , según la 
expresión de Walden Bello.
	La propia capacidad de convocatoria del II FSM fue un primer dato 
concluyente y positivo: en Porto Alegre se reunió una muestra amplia y 
representativa del movimiento, aunque con desequilibrios y ausencias que 
veremos más adelante. Además, el clima generalizado de esperanza y de 
entusiasmo no fue simplemente el efecto de síndrome del territorio liberado , 
de la posibilidad de convivir durante unos días compartiendo objetivos y 
proyectos con miles de personas de todo el mundo: expresó además, al menos 
para una parte muy considerable de los y las participantes, el compromiso de 
continuar la lucha contra el neoliberalismo, el militarismo y la guerra , 
según el título de la Declaración de los Movimientos Sociales.
	Pero mas allá de esta valoración general, hay que considerar que 
persisten dificultades considerables. Por ejemplo, la vinculación entre lucha 
contra el neoliberalismo y lucha contra la guerra ha tenido una respuesta muy 
positiva en Italia y también en Gran Bretaña, pero éstas son más bien las 
excepciones. 
	La situación en los EE UU es un caso extremo en sentido contrario: 
allí el 11-S significó una ruptura entre los sindicatos de la AFL-CIO, que 
pasaron a apoyar a Bush, y las organizaciones que tuvieron la valentía de 
denunciar a su propio gobierno. Hubo algunos signos de cambios positivos en 
Porto Alegre: en primer lugar, la presencia de más de 400 personas de 
organizaciones estadounidenses, incluyendo algunas de las que habían 
sucumbido a la presión patriotera unos meses antes. Incluso, el dirigente de 
la AFL-CIO John Sweeny participó en la manifestación de protesta frente al 
hotel en que se reunía el Foro Económico Mundial, trasladado de Davos a Nueva 
York y desde allí envió un saludo cordial, aunque ambiguo, al Foro de Porto 
Alegre. Algo se mueve, pero muy lentamente: ni siquiera las organizaciones 
vinculadas al movimiento sindical y situadas más a la izquierda, como Jobs 
with justice, se atreven aún a convocar las acciones de protestas contra la 
Asamblea del FMI y el BM los días 17 y 18 de abril y se limitan a anunciar 
que sus militantes asistirán individualmente . 
	Éstas son expresiones de un problema más general: la ofensiva global 
neoimperialista posterior al 11 de septiembre exige al movimiento vincular su 
lucha general anti-globalización con los conflictos, crisis y brechas 
concretas que se suceden en la situación internacional: desde Argentina a 
Palestina, desde el caso Enron al Plan Colombia, desde la nueva edición de la 
Ronda del Milenio de la OMC lanzada oficialmente el 1 de febrero hasta el 
ALCA (Tratado de Libre Comercio de las Américas), que amenaza instaurarse a 
ritmos acelerados en el futuro inmediato.
	¿Cómo mantener en estas condiciones, un marco unitario amplio en el 
FSM y la necesaria articulación de luchas, en las que hay que afrontar 
conflictos directos con instituciones internacionales y gobiernos, hay que 
mostrar la coherencia entre la Declaración firmada en Porto Alegre y las 
acciones y acuerdos prácticos en cada país? Ésta es la tarea más compleja que 
ha quedado pendiente tras el II FSM. 

5. Reformistas y radicales.
	En realidad, el Foro se dividió entre reformistas y radicales. (...) 
En la discusión de alternativas, los organizadores oficiales enfatizaron el 
imperialismo reformado y el capitalismo regulado , mientras que los 
movimientos sociales radicales abrieron un debate y pusieron sobre la mesa la 
discusión acerca del socialismo. La Declaración final de los movimientos 
sociales reflejó un compromiso entre los reformistas y los radicales. Por un 
lado, hubo un diagnóstico radical de los problemas del mundo y un calendario 
repleto de movilizaciones para todo el 2002, y por otro lado, las demandas 
finales reflejaron en su mayoría la inclinación de los reformistas por los 
intercambios de migajas, dejando de lado cualquier demanda estratégica por un 
socialismo participativo y la derrota del imperialismo. (...) . Este juicio 
de James Petras es representativo de algunas de las críticas que ha recibido 
Porto Alegre II. No entraremos a evaluar la Declaración, que reproducimos más 
adelante; cada cual se puede formar su propia opinión. En cambio, sí nos 
interesa discutir sobre el análisis de las diferencias políticas que existen 
en el FSM en términos de bloques ideológicos: reformistas y radicales, porque 
no nos parece un buen enfoque.
	Está claro que hay reformistas en el FSM. Incluso hay quienes, como 
Susan George, lo manifiestan abiertamente, lo que es de agradecer, para la 
claridad de los debates: Resulta extremadamente preocupante que la confianza 
en la política convencional se esté desgastando con tanta rapidez. Por eso 
espero haber conseguido transmitir al menos una parte de la urgencia de 
tratar los problemas que el movimiento de los ciudadanos ha presentado: si no 
se resuelven, y pronto, seremos testigos de una división social aún más 
pronunciada, de una mayor aversión a las instituciones nominalmente 
democráticas, de un endurecimiento de las posiciones, de la confrontación y 
de una escalada de violencia, sobre todo estatal. Y entonces se demostrará 
que quienes sostienen que el actual sistema mundial es incapaz de 
autorregularse y reformarse están en lo correcto. La gente que, como yo, está 
luchando por evitar el camino de la represión, la revuelta, la violencia y el 
caos y está proponiendo soluciones prácticas, la gente que espera no una 
forma indefinible de revolución mundial, sino una especie de Estado 
Benefactor Universal una meta perfectamente viable 
en términos materiales , quedará marginada o se radicalizará /8.
	Estaría muy bien que estas ideas se expresaran no sólo en artículos 
sino en debates dentro del FSM y hubiera la posibilidad de confrontarlas con 
ideas revolucionarias explicadas por quienes las defienden, y por tanto sin 
el halo apocalíptico que les impone Susan George. Pero no creemos que sean 
estos los debates prioritarios en el FSM y en estos tiempos, ni que las 
discrepancias más significativas se expresen así. 
	Si de lo que se trata es de articular luchas , entonces los debates 
que deben priorizarse son los que afectan directamente a las luchas, tanto en 
los objetivos y contenidos de las mismas, como en la forma de concebirlas e 
impulsarlas. Y aquí el problema es más complejo. Por ejemplo, podemos 
considerar a Ricardo Petrella un reformista en sus posiciones generales; pero 
en la lucha contra lo que él mismo llama la oligarquía global que está 
apoderándose del agua potable y a favor de desmercantilizar este bien común 
que debería pertenecer a toda la humanidad, Petrella es radical . 
	Otro ejemplo: en la lucha por acabar con la deuda externa, hay 
reformistas que apoyan a fondo el objetivo de la condonación; en cambio, 
otros sectores, vinculados a la campaña Jubileo 2000 en los países del Norte, 
están proponiendo Tribunales Internacionales Independientes que dicten laudos 
obligatorios para acreedores y deudores. Incluso sin considerar algunos de 
los propuestos como posibles presidentes de este proyecto de Tribunal 
(¡¡¡Camdessus!!!), esta idea que se defiende como realista y viable frente a 
las propuestas irrealizables de condonación de deuda, tienden a desorientar y 
dividir al movimiento y responden a la misma lógica de otras iniciativas de 
alivio de la deuda que han proliferado estos últimos años (sin demostrar, por 
cierto, su viabilidad para lograr mejoras reales significativas en la 
situación de los países endeudados).
	Aquí sí hay una delimitación importante sobre la elección de los 
objetivos de acción, o según el criterio, pretendido, de viabilidad , o según 
el criterio del fortalecimiento de los movimientos sociales (un último 
ejemplo: el objetivo de la soberanía alimentaria es fundamental para el 
desarrollo del movimiento, aunque no sea viable en las actuales relaciones de 
fuerzas). 

6. El papel de los movimientos sociales.
	Precisamente porque el FSM es un espacio muy amplio y plural en el 
que coinciden (por el momento, es muy exagerado hablar de alianza si se le da 
al término algún sentido práctico) organizaciones y corrientes muy diversas, 
es imprescindible crear focos de agrupamiento que, respetando el marco 
unitario, se caractericen por su vinculación a las luchas sociales y su 
compromiso por articularlas. En Porto Alegre II, la justificada preocupación 
por el desembarco de la socialdemocracia y los intentos de cooptación del FSM 
crearon una presión suplementaria, en este sentido, muy visible desde el 
primer día. 
	Vía Campesina, con la colaboración destacada de Focus on Global 
South, la CUT, el movimiento italiano, ATTAC-Francia..., asumió un papel 
dinamizador con mucha habilidad e inteligencia, orientando la energía de las 
organizaciones convocadas en el sentido de dar una impronta radical y 
movilizadora al conjunto del FSM y procurando perder el menor tiempo y 
trabajo posibles en batallas de poder. Así puede decirse que la Declaración 
de los Movimientos Sociales que es el documento más representativo del FSM, 
cuenta incluso con un apoyo serio por parte de organizaciones no 
particularmente radicales o alternativas pero que se consideran 
comprometidas, militantes, con el proceso que allí se define. pero, dicho 
esto, hay que reconocer que queda mucho por hacer.
	El propio proceso de elaboración de la Declaración, aunque se hizo en 
reuniones abiertas, con mucha voluntad de consenso y condujo a un buen 
resultado, no puede sustituir al intercambio de ideas y experiencias que es 
imprescindible para consolidar la red. Ha habido muy poco tiempo y espacio en 
la agenda oficial del FSM para estas tareas, lo cual ya es en sí un problema, 
porque hay mucho que hablar y discutir entre las propias organizaciones del 
movimiento. 
	Vale la pena recordar que al margen de las grandes Conferencias, el 
FSM fue escenario de una multitud de reuniones, encuentros talleres, y actos 
variopintos por las tardes, organizados por los diferentes movimientos y 
grupos presentes. Fue en ellos donde se produjeron algunos de los debates e 
intercambios más interesantes. Naomi Klein y Lucca Casarini llaman a estos 
espacios las costuras del Foro. La fórmula es buena y estos espacios son, sin 
duda, muy importantes. Pero hay que entrarle también al tejido como tal. 
	Porque hay ya problemas identificados que precisan una reflexión 
general. Por ejemplo, esos desconocimientos mutuos que señala Michel Albert: 
(La izquierda) de los EE UU está horriblemente aislada del resto de 
movimientos y proyectos del mundo. No es sólo que nuestro conocimiento del 
resto del mundo sea deficiente. Es que los demás tienen alianzas y 
afiliaciones que trascienden fronteras y nosotros no estamos en ellas, nos 
quedamos encerrados en nuestras fronteras. Sean cuales sean las causas, éste 
es un problema que requiere una atención urgente. Los EE UU son el monstruo, 
los activistas de aquí estamos en el corazón de la bestia. Y ni los que 
estamos aquí dentro del monstruo, ni los que desde fuera sufren la violencia 
del monstruo pueden conseguir lo que hay que conseguir por separado. (...) 
así como la izquierda en los EE UU está aislada de mucho de lo que ocurre 
fuera de nuestras fronteras, los movimientos de fuera no sólo están aislados 
de lo que ocurre en los EE UU, sino que ignoran en muchos sentidos cuál es 
nuestra situación. /9
	Y, también, los problemas, más graves, de invisibilidad que pone de 
relieve Pierre Rousset: Pero la visibilidad de los más explotados y 
necesitados sigue siendo demasiado desigual. Por ejemplo, la organización 
francesa DAL (Droit au logement, Derecho a la vivienda), firma la Declaración 
de los Movimientos Sociales, pero señala como los sin (sin papeles, sin 
vivienda...) han sido poco visibles en su redacción. Hay en esto un serio 
problema de imagen (algunos de los participantes en el FSM se alojan en los 
mejores hoteles de la ciudad) y un problema de fondo. Cuanta mayor sea la 
fusión realizada por el movimiento de las identidades sociales específicas en 
la expresión solidaria de una comunidad humana, mayores serán los riesgos de 
que monopolicen la palabra los sectores que poseen naturalmente las 
herramientas de comunicación. Sin una política voluntarista, los(as) más 
explotados(as) y más necesitados(as) pagarán por la unidad el precio de la 
invisibilidad. Y sus reivindicaciones específicas se disolverán en un 
discurso generalista y unanimista. 
	También en este sentido hay de hacer notar las dificultades de la 
juventud para tener un papel protagonista y activo en el conjunto del Foro. 
Es verdad que ha habido un progreso notable entre el primero y el segundo FSM 
en lo que se refiere a la participación y presencia de la juventud en el 
mismo. En esta segunda edición, fueron más de 15.000 los jóvenes presentes en 
el Campo de la Juventud. Sin embargo, a pesar de este progreso cuantitativo, 
el papel en el Foro de esta nueva generación militante, que hemos visto 
aparecer en Seattle o en Génova, es sensiblemente inferior a su peso real en 
el conjunto del movimiento. Muchos de los debates, discusiones e inquietudes 
que se han desarrollado entre las redes y movimientos animados por jóvenes, 
tuvieron una escasa presencia en el Foro. En este terreno hay que destacar al 
Laboratorio para la Resistencia Global, organizado por algunas redes en el 
Campo de la Juventud, en el marco del cual se discutió de estrategias de 
acción directa no violenta, de las distintas formas de acción y de la 
diversidad de tácticas , de campañas contra multinacionales, del 
resurgimiento de las luchas estudiantiles en algunos países, de software 
libre.... El contraste con el enfoque general de las conferencias del Foro es 
notable.
	En fin, el dirigente del MST Joao Pedro Stédile señaló su 
preocupación porque estábamos construyendo un movimiento occidental y 
cristiano; es verdad que el Foro tuvo una composición esencialmente 
latinoamericana y europea, con una presencia aceptable de los movimientos de 
América del Norte, y una muy escasa presencia de los movimientos asiáticos y 
africanos. Y hay más fronteras que deberemos atravesar para conseguir una 
mayor participación de ecologistas, feministas, sindicalistas, comunidades 
indígenas...
	No será fácil, pero creemos que se va por buen camino. Marcos (al que 
echamos de menos desde hace varios meses) lo explicó muy bien hace algún 
tiempo: No, no queremos ser vanguardia. Las cosas se producen mejor y se 
desarrollan mejor si la misma gente que participa va haciendo su propia 
aportación histórica y no si se crea una nueva arquitectura teórica que se 
opondría a neoliberalismo y se presenta al zapatismo como nuevo dogmatismo 
mundial. Aún nos hace falta aprender, escuchar, observar. Creemos redes de 
comunicación y encontrémonos, eso es todo. /10

7. Un símbolo que necesitamos. 
	La iniciativa de Porto Alegre es un diamante en bruto, al que apenas 
se le empiezan a tallar facetas. Varias 
a la vez, con distintas orientaciones, unas más próximas que otras: referente 
simbólico; intercambio de experiencias y articulación de luchas; espacio de 
contaminación mutua, como dicen los colegas italianos; debate de alternativas 
al neoliberalismo; constitución de un movimiento de movimientos sociales o 
una nueva Internacional ... Hay que considerarlas todas en sí mismas y en sus 
relaciones y contradicciones para hacernos una composición del lugar y de sus 
posibilidades. Veamos para finalizar, la faceta simbólica .
	En enero del 2001, el Foro Social Mundial nació como una alternativa 
a un símbolo del neoliberalismo: el Foro Económico Mundial de Davos: reunión 
de líderes políticos, dirigentes del Banco Mundial, del FMI y de la OMC y la 
flor y nata de las grandes transnacionales frente a reunión de organizaciones 
y movimientos sociales; apología neoliberal frente a rechazo del 
neoliberalismo y el dominio del mundo por el capital y por cualquier forma de 
imperialismo ; un elitista refugio en los Alpes suizos, lleno de dinero y 
muerto, frente a una ciudad del Sur abierta y llena de vida, dirigida por el 
PT, una de las poquísimas organizaciones de la izquierda política que 
sobrevive al desprestigio y al declive generalizado de la última década, 
creadora además de una herramienta de gobierno municipal y participación 
social, el presupuesto participativo , que se presenta como un ejemplo de las 
alternativas posibles a las reglas universales impuestas por el 
neoliberalismo.
	Un año después, la nueva situación internacional creada tras el 11 de 
septiembre, sometió a prueba la capacidad del FSM para ser efectivamente el 
símbolo de la resistencia internacional frente a la ofensiva dirigida por la 
Administración norteamericana. 
	Se puede medir el resultado de la prueba desde muchos puntos de 
vista. El más visible, aunque no el más importante, es el impacto en los 
medios de comunicación. La primera impresión fue buena: se hablaba mucho de 
Porto Alegre; incluso, medios de comunicación muy influyentes daban una 
importancia similar a las informaciones del Foro Económico Mundial que se 
desarrollaba en Nueva York y a las de Porto Alegre. Pero los grandes medios 
seleccionaron los portavoces correctos del Foro Social Mundial: en su mayor 
parte, personalidades políticas o intelectuales con un discurso tipo otra 
globalización es posible. El problema se agravó porque, aunque se habló mucho 
en el Foro sobre la contra-información , en la práctica no funcionó bien la 
información alternativa. El tema merece una reflexión con calma porque está 
claro que es vital para el futuro del movimiento. 
	Es importante llegar a los grandes medios, pero con nuestra propia 
voz y en los momentos adecuados. Y siempre hay que tener garantizada una red 
alternativa. En Porto Alegre no faltaron las posibilidades técnicas: incluso 
se montó una web, con el apoyo entre otros de Le Monde Diplomatique, 
(www.portoalegre2002.org ) y hasta una red llamada Ciranda que aspiraba a ser 
el referente de la información alternativa . Resultaron productos 
artificiales, sirvieron para muy poco y desaparecieron, sin pena ni gloria, 
poco después de la clausura del Foro. Esta vez, se echó en falta la presencia 
activa de los colegas de Indymedia, habitual en el trabajo de contra-
información en todas movilizaciones internacionales... Por otra parte, muchos 
de los participantes enviaron crónicas a diversos medios, fueron 
entrevistados, etc. Pero organizar la contra-información requiere una 
coordinación de esfuerzos, que no se limite a confiar en la convergencia 
espontánea simbolizada en la célebre imagen de la nube de mosquitos . A fin 
de cuentas, mucha gente del movimiento terminó mirando a Porto Alegre a 
través de las gafas de los grandes medios. Tenemos que intentar evitar que 
esta situación se repita o, al menos, aminorar sus efectos. 
	En cualquier caso, el Foro Social Mundial es hoy la única instancia 
internacional con reconocimiento mediático y un apoyo social y político 
amplio, no subordinada a los EE UU.
	En términos de relaciones de fuerzas, por supuesto, no hay 
comparación posible; en cambio, en términos simbólicos, es importantísimo 
/11. Un movimiento social internacional en esta época necesita referentes 
simbólicos que representen el rechazo del orden existente y la voluntad de 
construir un sistema alternativo.
	Un símbolo así no ahorra la tarea de formular objetivos, articular 
luchas, ampliar la influencia las ideas y las propuestas alternativas o 
radicales, afrontar los conflictos internos sobre la orientación del 
movimiento, etc. 
	Pero crea las mejores condiciones posibles para que esas ideas y 
propuestas se desarrollen dentro de una alianza amplia capaz de acoger las 
voluntades que van despertando los estragos del neoimperialismo. Una 
Internacional sin dueño , como ha definido al FSM el revolucionario peruano 
Hugo Blanco. Sin Dios, ni dueño , decían los viejos anarquistas. Para que 
pueda ser de todas y de todos.
 
8. El paso adelante. 
	Más allá de la cantidad y la calidad de los debates, de las ideas y 
las propuestas. Más allá de las relaciones creadas o fortalecidas entre las 
organizaciones y movimientos. Más allá del calendario de movilizaciones 
acordado. Más allá incluso de la moral, la energía y la voluntad de lucha que 
se ha renovado en Porto Alegre. Lo que de verdad importa es algo que parece 
mucho más modesto: el paso adelante del movimiento real. 
	Una de las frases más citadas de Marx dice: Cada paso del movimiento 
real vale más que una docena de programas. No se trata de devaluar a los 
programas /12, pero sí de reconocer dónde está el punto de referencia y la 
prueba de la verdad de todo lo que hacemos o nos proponemos hacer.
	No sólo ha habido en Porto Alegre II más gente: hay ahora más 
movimiento, aunque no todo el movimiento; más proyectos de extenderlo; más 
conciencia de los problemas que tenemos por delante; compromisos más 
ambiciosos (como realizar y apoyar internacionalmente la campaña de los 
colegas latinoamericanos contra el ALCA); mejores herramientas para seguir 
trabajando, como el Foro Social Europeo; más posibilidades de incorporar a 
corrientes, sectores y países, que, por unas u otras razones, no están 
participando en el proceso.
	Hemos dado un paso adelante. Podemos estar satisfechos. Pero sólo 
servirá si ahora somos capaces de dar el paso siguiente. Como en Barcelona.

1/ Utilizamos este nombre, que no gusta ya a casi nadie, a falta de otro que 
obtenga suficiente adhesión lo que hasta ahora no ocurre, por ejemplo, con 
movimiento por la justicia global y evite ambigüedades indeseables como, por 
ejemplo, movimiento por otra globalización .

2/ Estos textos han circulado ampliamente por la red. Pueden encontrarse en: 
www.rebelion.org www.sodepaz.org www.acsur.org www.zmag.org y en las 
entrevistas que publicamos en estas mismas páginas de Viento Sur 
(http://nodo50.org/viento_sur). 

3/ Ver más adelante la nota informativa sobre la preparación del FSE.

4/ Puede encontrarse información amplia sobre este asunto en la entrevista 
que publicamos más adelante con Pierre Rousset.

5/ Que incluye, también, la precaución ante posibles interferencias de las 
instituciones de la ciudad de Porto Alegre y del Estado de Río Grande del Sur 
gobernadas por el PT, aunque lo que predomina en este caso es una buena 
colaboración.

6/ La composición del CI y su estatuto se encuentran en la web del Foro 
www.forumsocialmundial.org.

7/ En la web de Foro hay una crónica detallada del proceso que dio origen al 
FSM escrita por Francisco Whitaker.

8/ Susan George. El movimiento global de ciudadanos . Foreign Affairs, 
Primavera 2002.

9/ Michel Albert http://www.zmag.org/Spanish/0402albert.html 

10/ Le Monde Diplomatique. Edición española. Nº 45-46. Julio-Agosto 1999. 
Pág. 5.

11/ En realidad, los intentos de cooptación del Foro parten de aquí: la 
socialdemocracia, y quienes la acompañan en la maniobra, quiere apoderarse 
del símbolo para darse un lifting que tape la legitimidad perdida. 

12/ La frase se encuentra en una carta de introducción a uno de los textos 
programáticos fundamentales del marxismo (Critica del Programa de Gotha, 
1875) en el cual Marx no deja pasar, no ya una palabra, ni una coma, que 
pueda desvirtuar, desviar o confundir las ideas y los objetivos 
revolucionarios. 

Josep Maria Antentas participa en el Movimiento de Resistencia Global (MRG) y 
en la Campaña Contra la Europa del Capital, de barcelona

Josu Egireun es miembro de Hemen eta Munduam

Miguel Romero es redactor de Viento Sur



More information about the Infos mailing list