[Infos] Telefónica de Argentina: esclavitud moderna y rebelión

Patricia . tisia21 at hotmail.com
Fri Jan 17 21:07:07 CET 2003


Buenas:

Les envio esta nota para que puedan conocer el conflicto de los Trabajadores 
Pasantes de Telefonica de Argentina S.A.

Gracias


Telefónica de Argentina: esclavitud moderna y rebelión
por sebastian hacher ((i)) • Thursday January 09, 2003 at 01:21 PM
sebastian at indymedia.org

Sobre como trabajan y como se rebelan los modernos esclavos de una empresa 
multinacional.

Son esclavos modernos. Se conectan a una máquina en las que tienen asignado 
un número y que durante todo el día controlará todos sus movimientos; si 
están hablando por teléfono, terminando un trámite, tomando un café o si se 
fueron al baño. Un audífono de dudosa calidad, la imposibilidad de controlar 
el ritmo de la entrada de llamadas y un supervisor garantizarán que durante 
cuatro, cinco o seis horas, hombre y máquina se fundan en uno solo para 
producir ganancias al servicio de Telefónica de Argentina S.A.

Máquinas; así consideraban en el Imperio Romano a los esclavos, privados de 
todo derecho que no sea el de comer y trabajar para acrecentar las ganancias 
de su amo. “Nos conectamos ¿entendés?” me explica una trabajadora pasante 
para hacerme notar que ellos también son considerados así. En el imperio 
moderno, el de la multinacional Telefónica, no hay nada que envidiar al 
viejo esclavismo pre-feudal.

Un beep que termina aturdiendo es la única pausa posible entre llamadas y 
llamada, donde en cuatro minutos un joven trabajador debe "actuar como 
receptor de la bronca y la catarsis del cliente, solucionar el problema y de 
paso venderle algún producto". Las llamadas entran como cataratas y un 
semáforo que mide la cantidad de consultas en espera mide también la 
histeria del supervisor, que en la mayoría de los casos tiene los modos de 
una maestra jardinera y la ideología de un agente de la policía federal.


Los esclavos, además, no salen caros; el dueño solo está obligado a darle 
comida y el sustento necesario para sobrevivir y trabajar y, obviamente el 
esclavo-máquina no tiene ningún derecho político o civil.

En Telefónica se vive una situación similar; sin derecho a agremiarse, sin 
obra social, sin aguinaldo, sin indemnización, con apenas unos pocos días 
por estudio o enfermedad, los pasantes viven en la absoluta precariedad, 
cobrando un sueldo miserable sin ningún derecho a protestar.


Según las leyes que regulan el régimen de pasantías, "se entenderá como 
"pasantía" a la extensión orgánica del sistema educativo en el ámbito de 
empresas u organismos públicos o privados, en los cuales los alumnos 
realizarán residencias programadas u otras formas de prácticas supervisadas 
relacionadas con su formación y especialización" y uno de los objetivos 
máximos es "Brindar experiencia práctica complementaria de la formación 
teórica elegida que habilite para el ejercicio de la profesión u oficio" 
(1). Pero según la “experiencia práctica” en estas empresas, un estudiante 
de ingeniería adquiere hace su pasantía atendiendo reclamos en el 112, o uno 
de Sociología "complementa su formación teórica" atendiendo los llamados del 
servicio de informaciones o uno de Comunicación realiza las llamadas por 
cobrar al exterior.


Para las empresas como Telefónica, o cualquiera de las corporaciones que se 
benefician con el régimen de pasantías (2) la interpretación de la ley es 
simple; se trata de contratar estudiantes a un precio y en condiciones 
favorables solo para sus ganancias y con la excusa de que están 
"aprendiendo" mantener una planta de trabajadores precarizados sin ningún 
tipo de problema legal. "Reducción de costos" o simplemente "mano de obra 
barata" es el nombre que los directivos de Telefónica usan sin guardar las 
formas para referirse a los 1000 pasantes que en Capital y Gran Buenos Aires 
atienden servicios como el 112, 110, 19 o 000.

En aras de la modernidad, los nuevos colonizadores venidos de España han 
decidido dejar de utilizar el poco elegante sustantivo que define este 
antiguo tipo de práctica laboral; cambiando el nombre de esclavos por el de 
pasantes, quisieron hacernos creer que la colonización había terminado.


CUANDO EL ESCLAVO SE REBELA


Es una noche de calor de esas que regala Enero, con cotorritas que invitan a 
apagar las luces y prender el ventilador. En algún lugar de Buenos Aires, 
decenas de trabajadores pasantes se reúnen para discutir que pasos seguir. 
La mayoría de ellos mañana entrará a trabajar a las 6 o 7 de la mañana, pero 
ninguna duda en robarle horas al sueño para quedarse hasta el final de una 
reunión que parece que nunca va a terminar.

Discusiones apasionantes y apasionadas; propuestas para llevar a las 
asambleas, mecanismos de coordinación para comunicarse entre edificios 
aislados entre sí, propuestas para vencer el miedo que la empresa quiere 
imponer ; la reunión termina pasadas las dos de la madrugada y con los 
vecinos enojados pidiendo que bajen la voz.


¿Que mecanismo oculto actúa para que el que no tiene ningún derecho un día 
explote y desate un rebelión?.¿Es simplemente acumulación de bronca guardada 
por años, toma de conciencia o un inconsciente colectivo un día hace un 
click?.

Cierto es que la lucha de los pasantes de Telefónica de Argentina no comenzó 
ayer (3). Pero también es cierto que nunca como ahora la rebeldía tuvo tanto 
fermento y organización.

El conflicto esta vez empezó hace casi dos meses durante una campaña de 
retiros voluntarios. El 20 de Noviembre, por fin, el sindicato telefónico de 
Capital (FOETRA, dirigido por una coalición entre la CGT Moyano y la CTA) 
llamó a una asamblea con la participación de los pasantes para "garantizar 
la fuente laboral" que pasantes y contratados aprovecharon para comunicarse 
entre ellos.

Allí comienza un plan de medidas de fuerza, donde los trabajadores efectivos 
también lucharán por su convenio colectivo. La lucha se proponía "una 
solución integral; el convenio colectivo de trabajo y la efectivización de 
los contratados y pasantes". Pero, al cabo de unos días, nos cuenta una 
trabajadora contratada "el plan de acción quedó truncando luego de un 
plenario de delegados donde se nos informa que están negociando con la 
empresa. Nosotros vamos al edifico y la gente se rebela totalmente porque se 
para una lucha sin saber que se logró. Todo el mundo creía que no podíamos 
parar la lucha sin lograr ninguno de los puntos que pedíamos".

El preacuerdo del sindicato consistía en mantener el convenio colectivo para 
los trabajadores, una promesa de un cronograma de dos años de efectivización 
de un sector de los contratados y para los pasantes -que no pueden 
participar de la negociación- la promesa de contratos al vencerse las 
pasantías, también para un pequeño sector.

Los pasantes, descontentos con promesas vacías que no safistacen sus 
reclamos, organizan su propio plan de acción. Un día realizan una asamblea 
en uno de los edificios, sin ningún tipo de autorización. La hazaña es 
organizarse, hablar; la primer conquista de la lucha -nos dice una 
trabajadora- es la palabra.

Cuando el sindicato llama a una asamblea para informar sobre el acuerdo que 
acaban de firmar descubre una novedad; la asamblea no termina cuando ellos 
quieren, y los pasantes se quedan en forma "ilegal" para votar sus propias 
medidas. Se niegan a hacer la asamblea dividida en dos -método para no dejar 
trunco el servicio- y recorren en masa piso por piso, enfrentando a los 
supervisores y animando a sus compañeros a desconectarse y bajar a discutir.

Las medidas continúan; en el descanso visual, que dura 10 minutos, los 
pasantes y contratados se autoconvocan en asamblea. El sindicato dice 
nuevamente que no "abala medidas ilegales" como las que acaban de tomar. El 
animo es terriblemente efusivo, y en los diferentes pisos se espera con 
ansias la hora de salir.

Cuando esos hechos se vuelven a repetir, el derecho a la palabra se 
convierte en grito de rebelión; los pasantes se desconectan, descubren ese 
poder hermoso de parar la producción; dejan de ser un número, una voz que se 
escucha desde el otro lado de la palabra, y en su rostro escriben la sonrisa 
de los que quieren conquistar la dignidad.

El hombre vuelve a ser hombre saliendo de su papel; desconectándose de la 
máquina, puede comunicarse con sus compañeros y el mundo vuelve a estar 
sobre sus pies, aunque mas no sea por unos minutos.

Y, le pese a quién le pese, se organizan y piensan seguir.


ESCRIBIR LA HISTORIA

Los pasantes no piden nada del otro mundo; cada uno de ellos quiere que se 
los reconozca como trabajador. "Nosotros también somos humanos" dice una 
compañera, y en la simpleza de sus palabras se resumen mil razones para 
luchar. Se trata de derechos básicos; la estabilidad laboral, los aportes 
jubilatorios, la protección gremial, resumido todo en la demanda de 
efectivización.

Hace 2100 años, un gladiador sin nombre y condenado a morir saltó de la 
arena del circo romano para hacer temblar al imperio esclavizador y levantar 
a sus hermanos hambrientos de libertad. Su vida y su obra sobrevivieron a 
través de los siglos, a pesar de que no hubo historiador de la antigüedad 
que no haya pretendido enterrarlo debajo de la alfombra de los olvidos.

¿Quién contará la historia que comenzaron a escribir los modernos Espartacos 
de Telefónica?. La pregunta es fácil de responder por la negativa; 
seguramente no serán los medios masivos de comunicación, en donde además de 
actuar como grupo económico (4) Telefónica aporta miles de dólares en 
publicidad.

Si alguien recuerda a Espartaco hoy es porque a su paso los esclavos de las 
ciudades abrieron las murallas para darle abrigo y liberarse, en ese acto de 
solidaridad a ellos mismos. Los piqueteros, las fábricas ocupadas, las 
asambleas barriales, los medios alternativos.¿Ayudaremos con nuestra 
solidaridad a escribir la historia de los que enfrentan a los modernos 
imperios de la esclavitud?.

De nosotros depende hacerlo; en los próximos días, podemos estar seguros, 
sabremos mas de estos jóvenes que han decidido ponerle su nombre a la 
dignidad.

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Sebastian Hacher
sebastian at indymedia.org
http://argentina.indymedia.org





(1)Algunas definiciones se pueden encontrar en el texto de este proyecto 
parlamentario:
http://proyectos.senado.gov.ar/ppb/owa/ferfgl.textocompleto?origen=CD&numexp=97/98&tipo=PL&tipdoc=TD


(2)
Andersen Consulting - Banco Provincia. - Human Factors International (United 
Kingdom)-Telefónica de Argentina -Banco Nación Argentina Agulla & Bacceti - 
Edenor S.A.-Dirección General de Transito- KPMG-Hay Argentina-Unilever- 
Thebas-Syscom & Cipher- Museo de los Niño- Gautier Consulting-Prima 
Consultora-Jafra Cosmetics-Nationale Nederlanden Cia de Seguros de Vida 
N.V.-A.N.S.E.S.-Telecom- Escuela Argentina de Marketing-Datco-Gobierno de la 
Ciudad Autónoma de Buenos Aires-Comisión Nacional de Regulación del 
Transporte-Ex - Consejo Deliberante-Legislatura de la Ciudad Autónoma de 
Buenos Aires- Honorable Senado de la Nación -Defensoría General de la Nación 
-Municipalidad de Avellaneda-Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos 
Aires-Defensoría General Departamental de San Isidro- Consejo Nacional del 
Menor y la Familia-Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y 
Pensionados- Colegio Champagnat-Escuela Crear y Ser- Colegio Mariano 
Moreno-Instituto Torcuato de Alvear-Colegio Kennedy- Colegio Sagrado Corazón 
de Castelar- Junta Regional Católica. Entre otras empresas que "confian en 
el país".

(3)Ver parte de la cobertura de de Indymedia sobre la toma de edificio de 
diciembre del año pasado:
http://argentina.indymedia.org/news/2001/12/4800.php
http://argentina.indymedia.org/news/2001/12/4794.php
http://argentina.indymedia.org/news/2001/12/4729.php
http://argentina.indymedia.org/news/2001/06/601.php
entre decenas de links que se pueden encontrar buceando en los archivos de 
Indymedia Argentina
O la página de los pasantes:
http://ar.geocities.com/asambleap/

(4)Sobre las prácticas monopólicas de telefónica en los medios de 
comunicación:
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-11/01-11-29/pag29.htm







"Cuando tengas ganas de morirte
esconde la cabeza bajo la almohada
y cuenta cuatro mil borregos.
Quédate dos días sin comer
y veras que hermosa es la vida:
carne, frijoles, pan.
Quédate sin mujer: verás.
Cuando tengas ganas de morirte
no alborotes tanto: muérete y ya."
Jaime Sabines
                Patricia

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