[Infos] RV: Legionarios de Cristo

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De: IVM [mailto:ivm at inicia.es]
Enviado el: jueves, 11 de septiembre de 2003 23:46
Para: L-Corrienteroja
Asunto: Legionarios de Cristo


 Los legionarios de Cristo

José Martínez de Velasco


La Esfera de los Libros
430 páginas



De la lectura de este libro se deduce que al Opus Dei le ha salido un
peligrosísimo rival en asuntos de meapilismo. También que las cosas de
curas, desde fuera, son bastante incomprensibles. Me explico. El bagaje
doctrinal de esta orden religiosa y los textos de su fundador, el mejicano
Marcial Maciel, es escasamente original, tendente a cero. El típico sermón
dominguero que dispensaría cualquier curilla de parroquia y que suena a
archiconocido. No será, por lo tanto, al mensaje ni a la doctrina a lo que
debe su éxito porque este es incontestable, basta ver los apéndices finales
donde figuran las instituciones, fundaciones, centros educativos, medios de
comunicación, que éxito han tenido y tienen

Para los profanos la existencia de esta orden era prácticamente desconocida.
Es cierto que, en España, no hace ostentación de su verdadero nombre, por
las connotaciones negativas que el término "legión" y su campo semántico
tiene en nuestro país. Aquí usan su nombre primitivo, con el que fueron
fundados en 1941, Misioneros del Sagrado Corazón y de la Virgen de los
Dolores. De todos modos, y como pasa con el Opus es casi más importante su
faceta laica, denominada Regnum Christi.

Marcial Maciel Degollado, nació en Méjico en 1920 y muy joven tuvo que
asistir a los dramáticos sucesos de la llamada "Guerra de los cristeros", en
la cual tomó un papel importante su tío, el general Jesús Degollado. El
mismo Marcial vivió la guerra, terrible, pese a ser apenas un niño. Para
comprender los avatares del catolicismo en Méjico hay que saber que el
anticlericalismo revolucionario, verdaderamente inclemente, no era sino la
continuación de un movimiento y un estado de opinión ya entonces centenario.
Ya Juárez, a mediados del XIX promulgó leyes anticlericales y el motivo de
esta larga inquina obedece a la vinculación de la Iglesia mejicana con los
terratenientes, siéndolo ella también. Los gobiernos sucesivos agravaron más
que otra cosa la represión del catolicismo. La influencia norteamericana
también insistió, ocasionalmente, en la contención del catolicismo
favoreciendo la difusión del evangelismo protestante o la masonería. De 1873
a 1876 hay ya levantamientos entonces por parte de los llamados "Los
religioneros". La llamada Revolución Cristera, que se desencadenó en 1926 y
que provocó la muerte de hasta 30.000 cristeros y 60.000 soldados federales,
no estaba vencida sino en todo caso lo contrario en 1929 cuando la Iglesia
mejicana, sin contar con las tropas cristeras, pactó un final de las
hostilidades a cambio de muy pocas concesiones. Militares cristeros como
Jesús Degollado consideraron siempre aquello como una traición.

El niño Marcial tuvo que escuchar el alegato desesperanzado de su tío, el
general Jesús, cuando tuvo que entregar las armas, también hubo de
presenciar la muerte de numerosos combatientes y religiosos o la tortura de
su amigo José Luis Sánchez del Río, de 14 años, a quien los soldados
federales cortaron la planta de los pies y obligaron a andar así hasta el
lugar de su ejecución y enterramiento.

Este es el contexto en el que se desarrolla la temprana vocación de Marcial
Maciel, auspiciada por su madre, ferviente católica (en trance de
beatificación). Por otra parte había otros religiosos en la familia, así el
obispo (semiclandestino) de Veracruz, que era su tío. Pero esta vocación
religiosa, manifestada en un contexto de persecución, fue desde el comienzo
conflictiva. Los sucesivos fracasos y encontronazos con la jerarquía
eclesial han sido interpretados, a posteriori, como consecuencias de las
desviaciones sexuales de Marcial,

La intención del joven seminarista mejicano de fundar una nueva orden,
manifestada muy temprano, tendría unos orígenes humildísimos, cuando no
francamente estrafalarios. Con un puñado de seminaristas afines comienzan a
vivir en comunidad en lugares de fortuna sin apenas nada que comer. Lo
chusco parece perseguir a este religioso. Por ejemplo el texto de la primera
Constitución de la orden fue robado por un sacerdote que exigió por él un
rescate que no pudieron pagar, teniendo que redactarse de nuevo.

Ya en los años 40 el padre Marcial se pasea por la península Ibérica y será
un ministro franquista, Martín Artajo quien facilitara su viaje a Roma.
Siendo como todavía era un quidam tuvo que recurrir a un truco rocambolesco
para hablar con Pío XII. Con un roquete en el brazo se hizo pasar por uno de
los cardenales acercándose al Papa lo suficiente para susurrarle Santo
Padre, soy un sacerdote mexicano y tengo una cosa importante que decirle,
pero no conozco a nadie que me presente. El pontífice, impertérrito, señaló
a su secretario Mañana, a las 12.

Con el beneplácito papal regresó a España y obtuvo nuevos apoyos de Martín
Artajo, pudiendo volver a México.

En mayo del 48 fue autorizado a la llamada "erección canónica" de la nueva
orden y hete aquí que se produce un nuevo episodio chusco. Nerviosamente
adelanta la ceremonia casi dos semanas y este adelanto es proverbial pues al
día siguiente de celebrada llega un mensaje de Roma posponiendo todo sine
die. Evidentemente debía de saber algo e incluso se aventuró con que hubo
filtraciones, pero él lo interpretó todo en clave milagrosa, otra constante
en su vida.

La difusión de esta orden fue muy rápida, extendiéndose por Europa y
América, estableciendo seminarios, escuelas, periódicos, emisoras y un largo
etcétera entre el que se encuentra una "prelatura" (es decir toda una
comarca de la extensión de Suiza y poblada por 800.000 indios en México) y
una curiosa organización para el estudio y difusión de la castidad.

Su presencia en España es amplia, siendo su "buque insignia" la Universidad
Francisco de Vitoria. Vinculados a esta institución o alguna de las
fundaciones y ONGs hay un gran número de políticos e intelectuales españoles
(lo que no quiere decir, evidentemente, que todos sean militantes de Regnum
Christi. Cayetana de Alba, Ana Botella, Alfonso Ussía, Jon Juaristi, Emilio
Aragón, Alex Rosal, Alicia Koplowitz, Eduardo Sotillos, Antonio García
Trevijano, José Borrel, Manuel Toharía, Joaquín Araujo, Gustavo Villapalos,
y los ministros Angel Acebes y José María Michavila.

A finales de los noventa un grupo de ex-seminaristas y antiguos alumnos del
padre Marcial Maciel se dirigieron a los medios de comunicación
norteamericanos, en el contexto de una generalizada denuncia de abusos
sexuales por parte del clero católico, publicando los hábitos sexuales del
fundador de la orden así como su dependencia de la morfina. Los testimonios
coinciden en afirmar que el padre les abordaba cariñosamente y les llevaba a
su despacho donde comenzaba por pedirles que le masajearan el tórax, pues
sufría dolores. Luego les incitaba a masturbarle, explicándoles que sufría
una dolorosa enfermedad que así se calmaba y que tenía dispensa del propio
papa Pío XII para hacerlo. También le gustaba masturbar a los jóvenes
seminaristas, a veces, como en el caso de José Antonio Pérez, con la
peregrina excusa de recoger muestras de semen. Este grupo de religiosos
venía denunciando desde hace años esta conducta siguiendo los cauces
reglamentarios sin obtener ninguna atención de la jerarquía y lo que les
animó a recurrir a los medios de comunicación "laicos" fueron unas
declaraciones de Juan Pablo II llamándole "guía eficaz de la juventud".

Los mismos denunciantes explicaron otros aspectos de la vida en los
seminarios, como eran la proyección de películas en las que se celebraba a
Francisco Franco, el uso de cilicios o de disciplinas.

El teólogo español Antonio Duato, director de Iglesia Viva y Frontera,
hablando de los años en los que conoció a Marcial, habla de la pegajosa
beatería, el reclutamiento de adolescentes, el culto al superior y la
obediencia ciega (...). Por eso me he identificado con los ex legionarios
que han podido madurar y denunciar los hechos que, aunque parezcan pasados,
tienen prolongación actual, más o menos descubierta.

La última parte del libro está dedicada a la vinculación entre el nuevo
presidente mexicano, Vicente Fox y los Legionarios de Cristo, establecida a
través de la flamante nueva esposa de Fox, Marta Sahagún, una especie de
Evita mexicana líder de varias ONGS más o menos estrafalarias. Fox, que se
divorció de su esposa, fue muy criticado por la jerarquía católica por su
nueva boda pero Maciel anduvo al quite e incluso facilitó que Juan Pablo II,
que no pensaba hacerlo, recibiera a la concubina en el Vaticano. Me imagino
que Alvarez Cascos estará que trina, con la que a él le montaron por hacer
lo mismo.

El fenómeno del catolicismo en México, que con Fox está recuperando casi
todas sus prerrogativas es, de todos modos, bien curioso. Tras casi un siglo
de persecución 75 millones de mexicanos se definen como católicos. Siete
millones y medio, por cierto, se confiesan homosexuales así que las
tendencias pederastas de Maciel, de ser ciertas, son más bien vulgares. Por
cierto que eso del machismo mejicano queda bastante en entredicho. Dime de
lo que presumes...

Concluyendo. La originalidad de estos Legionarios de Cristo es escasa, por
no decir nula. Es el mismo digest católico de toda la vida. Puede que los
métodos sean nuevos, por ejemplo en los USA utilizan las mismas técnicas que
los telepredicadores. El mensaje es integrista, ortodoxo, polémico con las
nuevas tendencias de la New Age y el esoterismo, por ejemplo, lo mismo que
descalifican a la Teología de la Liberación y a todo lo que, en fin, se
distancie del pensamiento oficial vaticanista. Son uña y m... con Juan Pablo
II.

En cuanto al fundador, dejando aparte las acusaciones de politoxicomanía y
pederastia, es evidente que es un hombre que acarrea un grave trauma
infantil, motivado por los terribles sucesos que tuvo que contemplar. Y de
su éxito en España ¿qué decir? No hay nada que triunfe más que el éxito y
nada fracasa más que el fracaso decía Schumacher y un individuo que ha
sabido –no sabemos con que métodos- acercarse a los poderosos, tiene en
España todos los caminos abiertos. Miserable milagro, por lo tanto. Habrá
que esperar la reacción del Opus: dicen que en Hispanoamerica se marcan el
territorio como los perros en celo.

Antonio Ruiz Vega
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