[unomada-info] Contribuciones con motivo de Florencia

raúl raul en sindominio.net
Dom Oct 20 19:06:34 CEST 2002


Estimadas/os amigos/as,

os queremos hacer llegar distintas colaboraciones de la Universidad
Nómada que, con motivo del Foro Social de Florencia, hemos producido
sobre la cuestión de la acción política y el movimiento de movimientos,
el espacio europeo de las luchas, etc. A continuación os adjunto una
aportación de Carlos Prieto del Campo. Espero que sea de vuestro
interés.

Un abrazo

Raúl

_____

Propuestas preliminares para un laboratorio del movimiento antagonista
de resistencia global* en Europa

CARLOS PRIETO DEL CAMPO


La rabia, la inteligencia, la furia. Los cuerpos rotos en la arena y las
miradas asustadas o indolentes de los ciudadanos paralizados por el
terror-pánico de  su mente todavía prepolítica.
Isidore Ducasse, conde de Lautrémont
Abstract
1. Política
2. Logística
2.1. Inchiesta cartográfica europea
2.2. Revista política europea
3. Militancia

1. Política. La tarea del movimiento de resistencia global europeo es
pensar las formas de acción política antagonista de los próximos 25
años, con un sentido rabiosamente actual del grano de las mutaciones que
se están produciendo (1) en las estructura1 de estructuras2 de
dominación, acumulación y legitimación de las sociedades capitalistas, y
(2) en la composición de clase de la fuerza de trabajo colectiva y en el
impacto de ésta sobre las formas de socialidad y politicidad vigentes en
nuestras sociedades así como sobre las formas de constitución de
subjetividad crítica y revolucionaria. El movimiento de resistencia
global europeo es el motor de arranque embrionario de este proyecto
político antagonista cuya prospectiva es intervenir transversal e
integralmente en la realidad política actual –metropolitana, nacional,
europea, mundial– dentro de un horizonte de definición a corto, medio y
largo plazo, que surge en una precisa coyuntura histórica de caos
sistémico marcada por:

1. una profunda reestructuración de los modelos socioeconómicos globales
de explotación capitalista implementada (a) mediante la gestión de la
crisis de la ultima fase del  ciclo de acumulación sistémico precedente
(1873/1945/2000) cuyo objetivo primordial ha consistido en la
destrucción de la composición de clase tendencialmente hegemónica en el
mismo gracias a la utilización de una amplia gama de instrumentos de
intervención financiera cuyo propósito fundamental ha consistido en
desterritorializar los mecanismos de toma de decisión colectiva y los
procesos de producción económica atrapados en los dispositivos
antagonistas generados por la última onda de luchas antisistémicas
victoriosas (1917-1979); (b) mediante la transformación de la
forma-Estado con la intención de bloquear las modalidades de
introyección del antagonismo en los procesos de legitimación y
definición de la politicidad y socialidad de nuestras sociedades, y de
privar a esas formas híbridas de autovalorización de las condiciones de
posibilidad de inducir dinámicas más potentes y sofisticadas de
antagonismo y constitución política, y (c) mediante el uso de la guerra
como instrumento de semiotización social e introyección de los nuevos
parámetros de violencia social no solo en los diversos tableros
geopolíticos de la economía-mundo capitalista, sino sobre todo en las
dinámicas sistémicas reproductivo-estratégicas de la estructura social;

2. por la crisis irreversible de las formas de representación política
parlamentaria e institucional de los sujetos productivos, que han
estallado porque la riqueza de los movimientos antisistémicos y las
posibilidades de enunciación de la dominación amenazaban con convertir
en objeto de lucha política los fundamentos sistémicos mismos que
permiten la reproducción de las relaciones de explotación/dominación
capitalistas. La crisis de estas formas de representación política es la
crisis de los dispositivos vigentes de juridización del antagonismo en
las sociedades capitalistas, de los mecanismos de enunciación del
derecho positivo vigente y de las dinámicas de institucionalización del
antagonismo tras el ciclo de lucha de clases que atravesó el
sistema-mundo capitalista durante los últimos 100 años y que tras 1968
estableció un escenario cualitativamente superior de despliegue del
antagonismo y autorreflexividad de los movimientos y, por consiguiente,
de sobresaturación tendencial de toda relación social por los
comportamientos subversivos y los enunciados críticos de los sujetos
productivos antagonistas; y

3. por la inarticulación de formas eficaces de acción política
antisistémica y radical dotadas de un carácter antagonista de masas y de
una elevada potencia desestructuradora de las conexiones sistémicas de
la estructura de poder y explotación de clase verificada tras la
formidable estrategia de reestructuración lanzada desde comienzos de la
década de 1970 por el capitalismo global. Ni la composición de clase
predominante hasta esa fecha ni los nuevos sujetos productivos que
emergieron como consecuencia tanto de los procesos autovalorización
proletaria como de las mutaciones de los circuitos productivos supieron
captar en tiempo real la magnitud del proceso de reestructuración ni
mucho menos organizar formas eficaces de respuesta política a tal
comportamiento sistémico del capitalismo histórico.

1.1. En tal coyuntura, los objetivos políticos inmediatos del movimiento
antagonista de resistencia global europeo consisten en (1) transformar
radicalmente las modalidades de gestión del conflicto laboral por parte
de las actuales organizaciones sindicales mediante la definición de la
estructura de explotación y del circuito de producción de plusvalor
realmente existentes y de su articulación con las formas productivas de
la forma-Estado contemporánea que en nuestro caso nos obliga a pensar
transversalmente las realidades estatales nacionales y su articulación a
escala comunitaria europea; (2) dotar tendencialmente de un horizonte
político a todas las formas de actividad (re)productiva con
independencia de su codificación pública o privada, o de la estabilidad,
precariedad o imposibilidad de efectuar la prestación laboral
correspondiente, con el objetivo de construir ejes de coordenadas
antagonistas que permitan semiotizar y organizar subversivamente la
potencia social de los sujetos productivos nucleados en la nueva
composición de clase definida por las formas de existencia social de la
intelectualidad de masas antagonista; y (3) sustraer a los partidos
políticos existentes de modo definitivo e irreversible el monopolio de
la representación política, la enunciación de la agenda de la innovación
social, la organización administrativa y la orientación
geopolítico-económica, que se desarrollan en la unidad geoestrátegica
denominada Europa. Estos objetivos políticos deben encontrar una
estrategia que tenga como horizonte de realidad la coyuntura mencionada
en el punto anterior, ya que el movimiento de resistencia global está
produciendo en estos años una teoría del capitalismo histórico que le ha
de permitir moverse y actuar en la estructura del capitalismo global con
una soltura analítica y antagonista que haga posible la invención de
formas inéditas de sabotaje, desobediencia y constitución política. La
globalización capitalista actual es el intento por gestionar el
antagonismo de los movimientos antisistémicos y de los sujetos
productivos con los instrumentos y las lógicas sistémicas que el
capitalismo ha sedimentado durante su larga historia. Este constructo
–el capitalismo histórico– debe convertirse en objeto privilegiado de
estudio porque su paulatina cartografía sincrónica y diacrónica es la
ganzúa de oro para abrir las estrategias de desobediencia, antagonismo y
constitución revolucionaria de la potencia social de la fuerza de
trabajo colectiva.

1.2. El movimiento de resistencia global constituye, pues, la primera
posibilidad histórica de conjugar en términos políticamente eficaces una
ontología de la subversión y una ontología de la producción, ya que por
primera vez es posible reconstruir en términos intelectualmente
perceptibles el circuito global de reproducción social y someterlo a un
tratamiento antagonista integral en todas sus manifestaciones,
conexiones y articulaciones estructurales. Las subjetividades del
movimiento se hallan literalmente diseminadas en todas las formas de
existencia, constitución y saber social, no siendo posible de modo
alguno afirmar una escisión entre las formas de producción, reproducción
y existencia de los sujetos productivos y de los agentes políticos que
protagonizarán el próximo ciclo de transformación revolucionaria, y la
constitución en un lugar otro en el que situar la potencia social y
política que deberíamos articular. En este sentido, no existe éxodo
alguno, a no ser que éste se conceptualice como proceso de cartografía
de la estructura de explotación y de puesta a punto de la potencia
política de las subjetividades productivas que en la deconstrucción de
la (re)producción de su dominación se apropian de las dinámicas de
producción, innovación y estructuración social.

1.3. Para el movimiento de resistencia global, la tesis del General
Intellect no opera como un pobre criterio de descripción fenomenológica
de las nuevas formas de trabajo o como un deslucido paradigma
generalista para comprender las nuevas formas de cooperación social: la
lectura empirista de la hipótesis marxiana tan solo puede desembocar en
las más pauperrimas formas de sociologismo o en una lectura
absolutamente delirante de las dinámicas realmente vigentes de
estructuración social y de las formas de constitución subjetiva de la
potencia antagonista. La tesis del General Intellect como composición de
clase tendencialmente hegemónica aporta la gramática que hará posible la
descripción de todas las conexiones estructurales de los procesos de
producción de explotación/dominación y la articulación política de las
formas subversivas de desestructuración social en un proyecto de
emancipación que colocará la constitución de la potencia de la fuerza de
trabajo mundial en el centro de su acción política. Esta gramática de la
constitución antagonista de los nuevos sujetos políticos opera mediante
la construcción de epistemologías comunes que permiten crear el lenguaje
y la teoría común de los sujetos socialmente diferentes que han
constituido la diferencia de sus trayectorias sociales en el interior
del ciclo de luchas de clase antisistémicas que se ha desarrollado en el
interior del actual ciclo sistémico de acumulación. La existencia de
tales epistemologías comunes permite hacer visible los nodos de la
causalidad estructural de las estrategias y dinámicas de reproducción de
la explotación mediante la reconducción de las formas estructurales de
dominación a n-ejes de coordenadas antagonistas en los que, de acuerdo
cono lo expuesto más adelante, es posible definir y organizar la
potencia de los sujetos productivos como estrategia política de
reapropiación o destrucción de las subestructuras sociales de
producción, dominación y explotación del capitalismo histórico. El
movimiento de resistencia global no puede protagonizar constitución
política alguna al margen de las vigentes formas de complejidad que
articulan las dinámicas actuales de reproducción social. Cualquier
veleidad de constitución política que no se sienta como pez en el agua
en la complejidad social actual –en el límite, la reproducción
sincrónica de las variables geopolíticas y geoeconómicas de la
economía-mundo capitalista– ha abandonado sin remisión el campo de la
política y tan solo apuesta por la moralización de la protesta en el
insulso horizonte del conflicto. Complejidad quiere decir codificación
estructural del antagonismo de la fuerza de trabajo colectiva en los
sucesivos cortes sistémicos del capitalismo histórico, y no la
constatación de ningún proceso teleológico de diferenciación sistémica
de las subestructuras sociales. La afirmación del General Intellect por
parte del movimiento de resistencia global supone la posibilidad de
pensar simultáneamente

1. las formas de explotación social, el proceso de reestructuración de
tales formas o conjunto de formas y su inserción estructural en la
estructura1 de estructuras2 de la economía-mundo capitalista;

2. la producción de subjetividad antagonista entendida como red de
prácticas políticas que procesan subversivamente áreas de la
reproducción de la estructura social según un modelo de acumulación de
esa comprensión mediante la invención de formas de militancia política
articulables con otros procesos similares susceptibles de generar áreas
completas de apropiación aptas para gestionar la reestructuración de los
circuitos productivos y reproductivos y su acoplamiento en una nueva
lógica de innovación sistémica y de poder constituyente; y

3. la comprensión del circuito de reproducción de las formas de
explotación/dominación con independencia de la ubicación del sujeto
explotado en un punto determinado del mismo, dado que la masificación de
las formas de saber productivo permite la lectura transversal de todas
las formas de conexión estructural cuya arquitectura produce y reproduce
esas formas y cuya desarticulación y gestión antagonista encierra la
posibilidad de un poder constituyente dotado de potencia suficiente para
inventar nuevas formas de crecimiento económico, nuevos modelos de
politicidad y nuevos modelos de expresión constitucional de la potencia
social del trabajo. La política del movimiento de resistencia global
radica en la capacidad de lectura sincrónica de las especificidades de
cada estructura social inserta en la economía-mundo capitalista y de las
conexiones que vinculan esas estructuras en un movimiento reproductivo
de ajuste estructural que engloba a todas ellas en el diseño global del
capitalismo mundial.

1.4. La constitución del Foro Social Europeo abre un amplio campo de
posibilidades para someter los actuales procesos sociales, económicos,
políticos y culturales de reproducción que tiene lugar en Europa a un
tratamiento antagonista exhaustivo mediante el análisis y de sus formas
de conectividad estructural y de articulación del poder de mando y el
ataque de las mismas, cuyo despliegue debe constituir el mapa
cartográfico de nuestra política subversiva. Las formas de politización
del movimiento de resistencia global en Europa deben articularse
alrededor del tratamiento antagonista de tal complejidad estructural, ya
que la cartografía que efectuará la actual composición de la fuerza de
trabajo europea implicada en tales procesos aportará el material
necesario para definir una nueva teoría de la explotación/dominación
sistémica (de clase) cuya inteligibilidad constituye uno de los
componentes irrenunciables de esas epistemologías comunes y de las
formas de politicidad concomitantes: el movimiento de resistencia global
es el catalizador que dota de la profundidad estructural y antisistémica
necesaria al antagonismo sedimentado en la riqueza productiva y
ontológica de los actuales sujetos productivos sociales. La densidad
estructural de la economía y los modelos institucionales europeos
encuentran su correlato lógico y político en las estrategias
globalizadoras del capital internacional y en la conexión de las luchas
que el movimiento antiglobalización está protagonizando en todo el
mundo.

1.5. Nuestra selva Lacandona, nuestro Vietnam, es la densidad
estructural de las formas de reproducción social del capitalismo
europeo, de las diversas formas-Estado existentes y de la articulación
de las políticas de la Unión Europea con estos dos últimos procesos.
Génova es el mapa subjetivo de la diseminación de los nuevos sujetos
productivos en las redes estructurales de las nuevas formas de
explotación y la emergencia subjetiva de las posibilidades antagonistas
inherentes a su inserción productiva. La cartografía del actual circuito
de explotación nos exige pensar la imbricación de los procesos de
producción públicos (empresariales e institucionales) y privados en un
diseño global de reproducción de las actuales formas de dominación. El
movimiento de resistencia global debe acometer esta cartografía de las
fuerzas de trabajo implicadas en todas las formas de producción social.
La producción de esta cartografía ofrece al movimiento una oportunidad
inmejorable para acometer su proceso de constitución política: somos una
fuerza política emergente que dota de visibilidad las formas invisibles
de explotación económica y de producción de la dominación, y ello
mediante la movilización antagonista de los sujetos productivos
implicados en las mismas. La constitución de las dinámicas antagonistas
del movimiento de resistencia global depende de modo crucial de la
capacidad de colocar a todos los sujetos productivos en una posición
antagonista respecto a la actual configuración de su inserción en el
circuito productivo global. Esta tarea debe someter (1) todo proceso de
(re)producción, (2) toda aplicación de una determinada política pública,
y (3) todo funcionamiento de la maquinaria administrativa de la
forma-Estado en materia prima que alimente nuestra red de espectrógrafos
antagonistas que han de leer (a) las especificidades de las estrategias
de dominación implicadas en todos ellos así como (b) los perfiles  de
las composiciones de clase de las fuerzas de trabajo implicadas en el
proceso objeto de visibilización, enunciación política y ataque
subversivo: esto debe permitir al movimiento antagonista de resistencia
global leer en su totalidad las conectividades estructurales operativas
en el espacio europeo que producen un bloqueo dado de la potencia de
liberación social dominada por la reproducción de las formas actuales de
dominación. El movimiento de resistencia global aporta, pues, el choque
antisistémico que permite leer el antagonismo en las formas concretas de
explotación/dominación, reconstruyendo de forma exhaustiva todos los
inputs que intervienen en la producción de las diversas formas de
dominación. El análisis de esta productividad básica es condición
necesaria para implicar a los sujetos productivos involucrados en las
diversas situaciones de explotación en un proceso de explicitación de
las formas de funcionamiento de la totalidad de las subestructuras
sociales existentes. La cartografía de los procesos socioeconómicos
realmente existentes constituye el primer paso para la movilización de
las fuerzas de trabajo implicadas en un proyecto político de enunciación
de la producción de injusticia, desigualdad, precariedad y expropiación
privada de lo público y lo común. El movimiento de resistencia global es
global porque apunta certeramente a los nodos en los que esa
productividad social es objeto de apropiación por los dispositivos del
capital y de la forma-Estado mediante un aplastamiento subjetivo de la
potencia de los sujetos productivos que se hallan dotados en estos
momentos de la capacidad intelectual y de la imaginación política
suficientes para explicitar con toda claridad cómo se están produciendo
tales estrategias de expropiación y cómo se podría bloquear y
desarticular las formas mediante las que se impone violentamente tales
formas de reproducción de la explotación: no basta con denunciar de modo
genérico la imposición de las diversas formas de legislación sobre
patentes, se trata de rastrear el circuito productivo y las formas
susceptibles de movilizar a la fuerza de trabajo colectiva que se halla
implicada en la cadena de producción global de los diversos procesos
económicos mediante los que se produce tal expropiación. La composición
de la fuerza de trabajo colectiva es tal que permite, si nos dotamos de
los dispositivos políticos adecuados, lanzar estrategias de
desarticulación realmente amplias y dotadas de un fuerte grado de
acumulatividad. Esta posibilidad de acumulación del antagonismo supone
la condición de posibilidad de proyectos políticos que se hallarán
dotados de una sobresaturación subversiva tal que serán inmanejables por
las formas actuales de gestión social de la explotación.

1.6. La prueba inequívoca de que el movimiento de resistencia global
está acertando en su tarea de inchiesta antagonista de la realidad
social será la percepción ineludible de que los conflictos laborales
adquieren una densidad totalmente distinta, ya que la reconstrucción
exhaustiva de los procesos de trabajo que hacen factible una situación
particular de explotación dota de una fuerza de desarticulación tal a
los conflictos, que los hace mutar en dinámicas políticas de
constitución social: ésta es la tarea del General Intellect, que permite
por primera vez a la fuerza de trabajo colectiva que se constituya como
potencia política antagonista a partir de su existencia material, que se
halla disuelta y anclada en su propia potencia productiva. Nuestra tarea
es teorizar la política como proceso de apropiación de la potencia
productiva social en tanto que la cambiante ubicación estructural de los
sujetos productivos unida a su potencia intelectual transversal les
permite recorrer el ciclo reproductivo desde cualquier punto de
inserción en la estructura social: si la inserción productiva es móvil y
plástica esto quiere decir que el espectro de antagonismo posible es
global y absolutamente transversal. En este sentido, las situaciones de
precariedad constituyen posiciones privilegiadas para reconstruir todo
el circuito de la explotación, y la militancia en los movimientos
antiglobalización la garantía para acabar con modelos torpes y caducos
tanto de segmentación corporativa como de serialización sindical. La
nueva práctica sindical que está inventando el movimiento antagonista de
resistencia global se articulará sobre este doble eje de espectrografía
antagonista sincrónica en la estructura social inmediata y de
integración del proceso laboral específico en la cadena integral del
circuito productivo global. La actual composición de clase indica con
precisión que todo sujeto productivo puede recuperar colectivamente la
dimensión política del proceso integral de reproducción social: no hay
situación alguna de marginalidad respecto a los n-procesos de producción
social, ni de fuga o éxodo de la estructura social, tan solo posiciones
cambiantes todas ellas aptas para experimentar procesos de acumulación
de antagonismo y de implementación de diseños subversivos de
transformación social radical. La heterogeneidad y singularidad de los
sujetos del movimiento de resistencia global en el escenario europeo
indican con precisión las líneas de ataque de ese proyecto de
recomposición del circuito de explotación y la densificación de la
propuesta política que surgirá de la misma; el carácter global del
movimiento permitirá vincular la crítica de la economía política europea
con su impacto en las opciones geopolíticas y geoeconómicas del
capitalismo del continente y los procesos de penetración, alianza y
subordinación que protagoniza en esta coyuntura histórica en la
economía-mundo capitalista.

1.7. En este sentido, el programa de ataque del movimiento de
resistencia global europeo debe articularse a corto plazo sobre un
esfuerzo coordinado de inchiesta a escala europea que tenga por objetivo
inmediato una cartografía aproximada de la nueva estructura de
explotación/dominación y constitución social, esto es, un bosquejo
primario de las nuevas conexiones estructurales existentes entre los
procesos productivos, políticos, administrativos (estatales, regionales,
municipales y europeos), masmediáticos, geoestratégicos, geoeconómicos y
geopolíticos efectuados en el espacio europeo. Todos los procesos de
inchiesta/cartografía apuntan a movilizar segmentos de la actual
composición de clase mediante iniciativas que definen espacios y
procesos de enunciación entre sujetos aparentemente heterogéneos que de
una u otra forma se hallan insertos en el proceso de reproducción
social. A priori no existen sujetos privilegiados, y aunque las
situaciones nucleadas alrededor de la precariedad y el trabajo
inmigrante son cruciales, el tratamiento político antagonista de los
procesos de trabajo debe extenderse a un espectro de sujetos productivos
mucho más amplio cuya implicación debe permitirnos producir una nueva
cartografía de la explotación y una nueva teorización de lo que es en la
actualidad la forma-Estado y el aparato administrativo, y de las
mutaciones que ha producido sobre los mismos la emergencia de la
intelectualidad de masas constituida a partir de la potencia social
antagonista sedimentada durante los últimos 25 años. El movimiento de
resistencia global está produciendo en definitiva una nueva teoría del
capitalismo histórico como sistema-mundo apta para lanzar sus
estrategias de lucha de clases y constitución como potencia política y
social.

2. Logística. En este apartado se trata de pensar en los instrumentos
logísticos necesarios para que las hipótesis políticas manejadas –la
posibilidad de emergencia de la composición de clase actual como sujeto
político en un horizonte temporal a corto, medio y largo plazo
protagonizado por el movimiento antagonista de resistencia global– se
doten de escenarios prácticos verosímiles dadas la (1) potencia de los
sujetos productivos y (2) la eficacia de las estructuras de
explotación/dominación y producción de realidad de las sociedades
capitalistas actuales. La lectura de la composición de clase constituye,
pues, la clave interpretativa de la logística de la que nos debemos
dotar. Expresado al máximo nivel de abstracción podemos afirmar que, en
una coyuntura sistémica dada, operamos políticamente si logramos atacar
alguno de los vectores que constituyen el flujo de codificación de la
realidad de la explotación/dominación, lo cual nos exige contar con una
cartografía eficaz de cómo en la subsunción real de la sociedad en el
capital la (re)producción del mencionado par es simultáneamente
producción de subjetividad sometida, dominación de clase, de realidad y
de lenguaje. Nuestros diagramas político-intelectuales operan como
contradispositivos que generan n-procesos de subversión al tiempo que
deconstruyen y defragmentan la solidez de los flujos de dominación. En
este sentido, propongo el concepto de eje de coordenadas antagonista
para pensar nuestros problemas de logística política. Un eje de
coordenadas antagonista es aquel en el que pueden situarse diversos
diagramas intelectuales y políticos cuyo funcionamiento simultáneo
genera un espacio tal en el que es factible enunciar e implementar un
nk-proceso de deconstrucción de la explotación/dominación que se dota de
una capacidad cuasiautomática de acumulación con otros (n–k)-procesos
simultáneos efectuados por otros sujetos que ocupan una posición
heterogénea respecto a los sujetos que efectuaron el primero, pero que
por operar en tal eje de coordenadas ven facilitada tremendamente sus
posibilidades de enunciar/bloquear las propias condiciones de dominación
y de agregar el nk-fragmento de dominación que han logrado controlar con
los (n–k)-procesos protagonizados por otros sujetos sociales productivos
que efectúan en tal eje idéntico proceso de subversión. Si un nk-eje de
coordenadas antagonista funciona, deben generarse en su interior
procesos múltiples de enunciación de la dominación por sujetos diversos
que verifican que el campo de fuerzas que se genera en el mismo facilita
su cartografía de las condiciones de su dominación y hace posible una
densificación y un aumento de los recursos discursivos, subjetivos,
logísticos y políticos disponibles que permiten incrementar
exponencialmente el proceso de acumulación de potencia política. En un
primer momento, la masa discursiva crítica de la que disponemos y los
umbrales de movilización y conflicto alcanzados desde Seattle/Genova son
suficientes para generar procesos de enunciación tales que su
imbricación con otros procesos similares provoque el crecimiento de las
posibilidades de intervenir políticamente en las diversas realidades en
las que los sujetos productivos operan cotidianamente y respecto de las
que su percepción fenomenológica es mucho más aguda y se halla mucho más
matizada. Esta masa discursiva crítica y esta gama de conflictos, que
constituyen el primer componente de este eje de coordenadas antagonista,
para que sean políticamente eficaces deben (1) conjugarse en todas las
modalidades discursivas, estéticas y artísticas a nuestro alcance y (2)
expresarse en el mayor número posible de soportes mediáticos, ya que
está expresando la potencia de un sujeto social que tiene una tendencia
irreprimible a enunciar la realidad de la dominación social como haz de
puntos desde los que lanzar líneas de fuga subversivas y antagonistas, y
esto tan solo puede ser socialmente inteligible si experimentamos con
todos los lenguajes y modalidades lingüísticas/discursivas/ artísticas
existentes a nuestro alcance, ya que los distintos registros de
enunciación llegan a sujetos que ocupan posiciones sociales diversas, y
cuya heterogeneidad exige esa producción múltiple de las formas de
existencia social como requisito sine qua non para pensar nuevas formas
de socialidad y politicidad y, por supuesto, nuevas estrategias
políticas antagonistas.

2.1. El funcionamiento de un conjunto dado de ejes de coordenadas
antagonista sirve para hacer viable el funcionamiento y la eficacia de
las epistemologías comunes mencionadas en 1.3. Estas epistemologías
comunes se nutren de la semiotización antagonista y del tratamiento
crítico y subversivo de las relaciones de poder existentes cuando
innumerables sujetos productivos han podido experimentar las diversas
formas de conceptualización, enunciación, resistencia, desobediencia, y
desarticualción de aquellas, y han comprobado que la práctica política
propuesta se halla en el límite de lo que puede ser enunciado dada la
riqueza social ontológicamente verificable en un momento históricamente
dado. La profusión exuberante del tratamiento antagonista de las
prácticas sociales de dominación/explotación o de la subestructura
social que se quiere transformar revolucionariamente demuestra que
estamos movilizando todas las energías intelectuales, psíquicas,
artísticas y políticas para pensar lo que hasta ese momento se
consideraba un límite infranqueable de los modelos de reproducción
social. Las epistemologías comunes surgen del intensísimo tratamiento
antagonista que los sujetos productivos que han deconstruido sus
relaciones de dominación en los últimos 50 años (diferencia de clase,
género, racial, étnica, lingüística, local, etc.) han propiciado a las
relaciones de explotación/dominación –que siguen disciplinando la
reproducción social– en los diversos ejes de coordenadas antagonista. El
tratamiento político en éstos últimos constituye la materia prima para
definir los lenguajes que permitirán pensar la política antisistémica en
las actuales condiciones de estructuración social. La premisa elemental
de este trabajo antagonista es la constatación ineludible de que la
estructura1 de estructuras2 de la sociedad capitalista global efectúa
sincrónicamente una utilización selectiva, diferencial y continua de
todos los dispositivos y estrategias que se han sedimentado
históricamente para producir explotación, dominación y subalternización.
Sin comprender la lógica (re)productiva de esta utilización simultánea
de modalidades de dominación que tienen genealogías históricamente
diversas y sujetos dominados realmente distintos (piénsese en las
trayectorias y sujetos objeto de la violencia colonial o de la
subalternización de género) no será posible imaginar políticamente
escenarios que permitan romper las condiciones globales de reproducción
de esas pautas parciales de dominación. Esta reconstrucción de la
realidad social de la dominación y de la potencia de los sujetos
productivos no puede ser únicamente teórica –aunque la teoría constituya
el nervio del deseo político del obrer@ social–, sino que debe conjugar
el mayor número posible de lenguajes para comunicar una experiencia de
constitución intelectual y política que precisa de la presencia de
flujos discursivos, estéticos, masmediáticos para coronar con éxito sus
procesos de semiotización subversiva y acción política revolucionaria en
las condiciones sociales vigentes y dada la subjetividad de la fuerza de
trabajo colectiva actual.

2.2. Este tipo de aproximación político-teórica y por ende metodológica
señala las condiciones mínimas de lo que podría denominarse en estos
momentos inchiesta cartográfica. Por debajo de las mismas tan solo se
puede practicar una suerte de sociologismo ciego y empirista que
desconoce tanto los ritmos de la liberación como las pautas de
dominación actuales. Así, pues, un nk-eje de coordenadas antagonista es
la unidad mínima de creación de dinámicas políticas antagonistas viable
en la actualidad dadas las restricciones estructurales vigentes y la
cualidad de la composición de clase existente susceptible de articularse
con otros ejes similares para producir a corto plazo la constitución de
epistemologías comunes útiles para pensar procesos constituyentes de la
potencia política de la fuerza de trabajo colectiva. Supone la creación
de un microespacio de semiotización antagonista, lo cual implica
proceder a un cuidadoso proceso de producción del antagonismo a partir
de los flujos, prácticas y relaciones de producción, subjetivación, y
dominación existentes. Semiotización antagonista quiere decir que los
sujetos sociales efectúan procesos diversos de experimentación crítica y
subversiva con sus condiciones de dominación y liberación en un
horizonte en el que desean construir máquinas políticas dotadas de
estabilidad en el tiempo, pero simultáneamente susceptibles de modificar
sus pautas de comportamiento a medida que se transforma la calidad de
sus procesos de semiotización subversiva y los procesos concomitantes de
poder constituyente en un horizonte de convergencia de la construcción
de su politicidad con el bloqueo/transformación de la estructura social
de la relación-capital. Dada la composición de clase actual, el proceso
antagonista a largo plazo debe disolver las maquinas políticas de las
que nos dotemos en las modalidades productivas mediante las que
controlemos el proceso de reproducción de liberación colectiva y, por lo
tanto, la superación de las dinámicas del capitalismo histórico:
tendencialmente no es posible escisión alguna entre las formas/máquinas
de acción política y las dinámicas reales del proceso constituyente de
la fuerza de trabajo colectiva, ya que ambas convergen en la apropiación
de los n-procesos de (re)producción en el proceso mismo de constitución
de las nuevas formas y dinámicas de politicidad que hacen posible las
nuevas formas de existencia social de los sujetos productivos: la famosa
mutación cognitiva del capitalismo definitivamente reapropiada por la
intelectualidad de masas antagonista en términos contundentemente
políticos y sociales.

2.3. Para definir a escala europea estos ejes de coordenadas
antagonistas debemos efectuar inicialmente las siguientes tareas
elementales:

1. acometer la explicitación de la caja de herramientas intelectuales
(hoy en realidad la teoría se asemeja más al modelo de una red de redes
cognitivo-informáticas) utilizable para teorizar el capitalismo
histórico, la estructura social capitalista realmente existente y la
coyuntura sistémica y política actual. Esta tarea debe abordarse
mediante la definición de los paradigmas teóricos que consideramos
pertinentes y cuya ordenación y sistematización suponen ya un
diagnóstico de la realidad social en la que queremos intervenir. A
priori no precisamos de una coherencia sin fisuras para presentar los
materiales intelectuales que utilizamos en nuestro trabajo político,
pero resulta imprescindible su puesta en común para comenzar a definir
esos ejes de coordenadas antagonistas y una primer diagnóstico de las
nuevas tareas políticas. En este sentido, la profusión de materiales y
el ruido de los circuitos informativos no deben hacernos pensar que la
información y los paradigmas teóricos ya están ahí y que el movimiento y
los sujetos sociales tan solo han de inclinarse sobre los mismos. Este
vector de los ejes de coordenadas antagonistas es crucial y debemos
acometer un intenso proceso de producción de teoría crítica a partir de
la producción intelectual de los últimos 40 años y de los materiales
producidos por los movimientos. La presencia multimedia de estos
productos intelectuales resulta crucial, y su perfil debe explicitarse
nítidamente en los circuitos de enunciación política del movimiento,
para lo cual deberían coordinarse las políticas editoriales del
movimiento a escala europea, lo cual debería servir simultáneamente para
comenzar a definir las herramientas intelectuales que consideramos más
propicias así como para iniciar la construcción material de los primeros
ejes de coordenadas antagonistas y los rudimentos iniciales de una
esfera pública;

2. intervenir a partir de las dinámicas y las estrategias mencionadas a
lo largo del texto de modo deliberado en la esfera pública a través de
los diagramas político-intelectuales insertos en los ejes de coordenadas
antagonistas con el fin de hacer inteligible ese material, y la
circulación de nuestra crítica y práctica política antisistémica con la
intención estratégica de cortocircuitar los flujos dominantes de
codificación de la realidad social y de jugar con una esfera pública
antagonista que opere como atractor de los discursos dominantes que han
de verse expuestos a un tratamiento crítico despiadado y envolvente en
tanto que estamos enunciando públicamente las condiciones de posibilidad
de una nueva dinámica de estructuración social y, por consiguiente, de
formas inéditas de acción política y constitución colectiva. Expresamos
un poder constituyente disuelto en nuestra potencia productiva que se
materializa en la subjetividad de una intelectualidad de masas
antagonista: por lo tanto, la violencia, la riqueza, y la exhuberancia
de nuestra manifestación pública ha de estar dotada por definición de
una potencia expresiva, enunciativa y semiótica enorme, amplísima e
intensísima;

3. efectuar una amplia inchiesta cartográfica a escala europea de las
realidades en las que estamos interviniendo o queremos intervenir de
acuerdo con lo indicado en el punto 2.4 y dotarnos de un medio de
comunicación escrito de carácter transnacional que sirva de dispositivo
político-intelectual y que sea útil para definir las áreas de trabajo
teórico y de intervención política mediante la articulación de los
mencionados los ejes de coordenadas antagonistas, de acuerdo con lo
indicado en 2.6.

Si utilizamos simultáneamente las tres estrategias mencionadas
–presencia multimedia de los productos intelectuales, intervención en la
esfera pública a través de los diagramas político-intelectuales que
hagan inteligible ese material, y encuesta sociológica de las realidades
en las que queramos intervenir– la emergencia de situaciones de
conflicto y militancia masivas y dotadas de un alto grado de
acumulatividad y articulación subversiva está asegurada, ya que toda
situación de explotación se configura de un modo susceptible de provocar
su acoplamiento con otras situaciones estructural y subjetivamente
equivalentes. Si no las utilizamos simultáneamente, estas estrategias se
replegará sobre si misma sin experimentar la multiplicación proteica de
su sinergia antagonista. Nuestro trabajo de publicistica multimedia es
crucial para ofrecer ese primer diagnóstico político-intelectual de la
situación. Ese primer plano de delimitación teórico-intelectual ha de
servir para definir las áreas de intervención política y como potente
atractor de sujetos hiperproletarios antagonistas. Estas áreas deben
proceder también de modo simultaneo y dialéctico con el proceso de
emergencia y visibilización de nuestra red de propuestas
teórico-intelectuales. Así, pues, el primer objetivo del movimiento de
resistencia global europeo es conseguir el correspondiente networking de
los recursos disponibles con el fin de provocar un efecto multiplicador
de la logística existente, ya que es impensable definir un proyecto
político a escala europea por debajo de un umbral mínimo de elementos
organizativos y materiales. Si hacemos el esfuerzo de conseguir estos
recursos, ello indica que al menos tenemos una intuición mínima de
nuestra capacidad para definir un proyecto de invención de la  política
que pretende dotarse potencialmente una fuerza considerable para
intervenir en la realidad social; en otro caso, podemos ahorrarnos la
inventiva y el trabajo necesarios para conseguirlos.

2.4. Inchiesta cartográfica europea. Esta iniciativa de inchiesta
europea del movimiento antagonista de resistencia global pretende
publicar cuadernos de conricerca sobre la realidad social que se dirijan
tanto a las restantes componentes del movimiento como a la opinión
pública en general, en un proyecto combinado (1) de ataque contra los
discursos dominantes y hegemónicos, (2) de intervención en las
perspectivas de la política de los sujetos productivos y (3) de
incidencia en los debates y orientación de nuestro campo político de
referencia. Obviamente, el objetivo más inmediato es su capacidad de
agregación política y de producción de comportamientos antisistémicos en
virtud del tratamiento antagonista al que sometemos a las diversas áreas
de la reproducción social. En realidad, sería perfectamente posible
conjugar la riqueza empírica de ese material derivada del tratamiento de
las diversas situaciones productivas y sociales analizadas por nuestros
diagramas político-intelectuales, por un lado, y su fuerza de atracción
sobre sujetos sociales muy diversos, por otro, para acometer una crítica
radical del funcionamiento de los mercados y de las sociedades
democráticas realmente existentes. El objetivo de esta propuesta de
inchiesta cartográfica europea sería aportar material de análisis de
acuerdo con el perfil sedimentado de la conricerca y la inchiesta
operaia sobre las siguientes áreas:

1. la reproducción sistémica de las diversas macro/micro
(sub)estructuras sociales en su implementación práctica: lo que
podríamos denominar su funcionamiento «normalizado» cuando la estructura
social se reproduce sin fricciones, esto es, la «corrupción estructural»
y la (in)eficacia selectiva de las estructuras económicas, políticas, y
culturales y la explotación y utilización selectiva de la fuerza de
trabajo explotada en las mismas;

2. el funcionamiento actual de los mercados diferenciales de trabajo y
la emergencia de nuevos sujetos productivos presentes en todos los
sectores económicos: descripciones de situaciones laborales específicas
de colectivos de trabajadores tanto insertos en el modelo fordista como
explotados de acuerdo con los nuevos criterios de flexibilidad total y
su concomitante modelo de explotación económica.

3. el diseño, implementación y consecuencias de las políticas públicas
aplicadas por las diversas Administraciones Públicas (europea,
federal/central, regional/autonómica/ estatal, y municipal) y el
funcionamiento de los diversos organismos públicos administrativos, con
especial atención a la economía política y la gestión del gasto público
y de los ingresos tributarios;

4. la imbricación de las políticas públicas con la iniciativa privada
tanto a escala nacional, central, regional/autónomica y municipal como
europea, entendida tal imbricación como red de estrategias
imprescindibles para la existencia y reproducción del sector privado y
el mantenimiento de su rentabilidad y de sus opciones geoestratégicas de
supervivencia;

5. la reconstrucción de todo el circuito de seguridad social entendido
como la gestión pública y colectiva de renta para la totalidad de los
sujetos sociales implicados en los procesos de reproducción social,

6. la actividad desplegada por las organizaciones sindicales en estos
mercados de trabajo y su gestión de los conflictos laborales de acuerdo
con una lógica de funcionamiento y de poder que ni reconoce la realidad
de los nuevos sujetos productivos ni defiende los derechos adquiridos de
la fuerza de trabajo todavía inserta en el modelo de relaciones
laborales fordista.

2.5. El objetivo sería explicitar la torsión perversa que sufren los
procesos productivos y la fuerza de trabajo implicada en los mismos por
su inserción en la actual estructura económico-política, lo cual genera
importantes situaciones de bloqueo y atrofia productiva tanto en el
sector privado como en sector público empresarial y en las
Administraciones Públicas. Se trataría de aplicar una especie de
auditoria antagonista a los procesos de producción económica,
administrativa e institucional para explicitar las actuales conexiones
productivas en su materialidad más exhaustiva, lo cual pondría en
evidencia ante la opinión pública y en nuestra esfera pública
antagonista cómo funciona una economía de mercado y un Estado
democrático en la actualidad, al tiempo que se lograría ofrecer una
interesante cartografía estructural de la actual estructura de poder en
el ámbito de la Unión Europea, que alimentaría nuestros ejes de
coordenadas antagonistas con inputs político-intelectuales de gran
calidad. Todo ello debería articularse mediante un sofisticado análisis
de la composición de clase de los sujetos implicados en los procesos
productivos, cuyo perfil

1. superaría la escisión percibida habitualmente entre procesos
productivos verificados en el sector público o privado, y entre los
realizados íntegramente en este último según una diferenciación neta
entre trabajadores protegidos y precarizados, estableciéndose la
realidad de la cadena productiva global respecto a un proceso de
producción determinado y la participación en el mismo de la totalidad de
las fuerzas de trabajo implicadas necesarias para su consecución;

2. haría aflorar el potencial político que se derivaría de la crítica de
la conexión estructural existente entre esos diversos conjuntos de
procesos productivos ahora sometidos a lógicas estancas de percepción
masmediática, socioeconómica, política; y, en consecuencia, según lo
comentado en el epígrafe 1. Política,

3. transcendería las lecturas corporativas de la inserción de las
categorías profesionales empleadas y de sus «derechos adquiridos» en los
actuales modelos de descripción de la realidad económica así como la
«defensa» sindical miope y derrotista únicamente y de modo poco
resuelto, de los trabajadores protegidos presentes en procesos de
trabajo que constituyen tan solo un tramo de la cadena productiva global
que queremos analizar y someter a un tratamiento antagonista, y que
condenan a la invisibilidad a otros segmentos de la fuerza de trabajo e
implicados en el mismo y hacen ininteligible el proceso de producción
considerado en su conjunto.

Estos análisis empíricos tendríamos que relacionarlo con el material
teórico –la teoría como caja de herramientas o red de redes cognitivas
mencionada anteriormente– publicado de modo más o menos coordinado por
la red de editoriales amigas que podríamos poner en marcha escala
europea con el deliberado propósito de construir una esfera pública
antagonista y cuyos perfiles de publicación deberían constituir un
componente esencial de los diagramas político-intelectuales que han de
operar en los ejes de coordenadas antagonistas indicados antes. El
material obtenido en este trabajo de inchiesta debe convertirse en
material permanente de intervención en la realidad social, que ha de
permitirnos procesos inéditos de agregación política, ya que estamos
definiendo materialmente la textura del nuevo circuito de la explotación
global y movilizando a las fuerzas de trabajo implicadas y a los sujetos
sociales afectados por la codificación actual, en la mayoría
reaccionaria y corporativista, de esos procesos de (re)producción.
Nuestro de trabajo de inchiesta coordinado a escala europea debe
aportarnos líneas de fuga antagonista que atraviesen violentamente la
esfera pública constituida para someterla a un riguroso proceso de
descentramiento y desarticulación. Al mismo tiempo deberíamos ser
capaces de establecer relaciones políticas inéditas entre los sujetos
colectivos implicados en nuestra reconstrucción novedosa de los procesos
de producción social y la «opinión pública», cuyos mecanismos de
reproducción a través de una esfera pública totalmente deteriorada y
atrofiada deben constituir un objeto permanente de ataque, ya que
nuestro objetivo político al respecto consiste la radical transformación
de ésta última mediante el cuestionamiento de lo público y lo enunciable
socialmente. En este sentido, es crucial establecer las conexiones
productivas, económicas, políticas y sociales existentes entre estas
cartografías aparentemente heterogéneas de la realidad social y hacerlas
circular exhaustivamente en la esfera pública, proceso que no es en
absoluto únicamente discursivo. Funcionaríamos como una agencia
político-intelectual capaz de establecer relaciones políticas y
productivas entre aspectos y relaciones sociales que aparentemente no
tienen relación alguna entre sí, pero que en realidad se hallan
profundamente imbricados y cuya invisibilidad garantiza la imposibilidad
de hacer una política antisistémica de izquierdas a la altura de los
tiempos digna de tal nombre que satisfaga las necesidades y expectativas
de amplias capas de los sujetos productivos sociales. Si realmente se ha
producido una mutación productiva en la composición de clase como la que
estamos teorizando durante estos últimos años, entonces resulta
inevitable que esta nueva composición de clase hiperproletaria exprese
cuál es el circuito en que se produce su explotación violentando con
contundencia la esfera pública para que se explicite públicamente su
existencia social y su proyecto político comience a dibujar los
diagramas de su realidad.

Los contenidos específicos que podrían abordarse en esta inchiesta
cartográfica europea permanente, enumerados a modo de ejemplo y optando
deliberadamente por ofrecer solapamientos y sinergias entre las
problemáticas enumeradas a continuación, serían los siguientes.

1. Descripción y análisis permanentes de la situación del mercado de
trabajo a través del estudio del marco legal vigente y de su conexión
con las situaciones de invisibilización/superexplotación de los sujetos
productivos actuales sometidos tanto al estatuto de estabilidad o como
al de precariedad laboral. Análisis de las modificaciones de los modelos
productivos vigentes en los diversos sectores económicos.

2. Situación de los trabajadores emigrantes en general, presentadas
sectorialmente (sector agrícola, construcción, hostelería, prostitución,
sector doméstico, sector terciario avanzado, etc.) y de la gestión
política de la misma mediante medidas legislativas y administrativas de
deliberado carácter racista y xenófobo.

3. Conflictos laborales latentes o explícitos gestionados
indolentemente, mal dirigidos o abandonados por las centrales sindicales
europeas.

4. Situaciones de precariedad laboral o superexplotación en los
distintos sectores económicos de la economía europea.

5. Situación de la enseñanza pública en los diversos Estados y análisis
de la transferencia de recursos al sector privado y del abandono del
modelo público, considerado como centro neurálgico de formación de la
intelectualidad de masas.

6. Construcción social y jurídico-institucional de la cuestión de género
y de la reinscripción de la diferencia sexual en los diversos Estados
europeos y en la actividad legislativa de la Unión Europea.

7. Situación de la sanidad pública y de la seguridad social,
procediéndose a una desagregación de problemáticas que permitiera
analizar en profundidad la realidad de esta subestructura social, su
política de distribución de rentas, y su relación con el sector privado
y el proceso de privatización de las políticas de bienestar social así
como la atrofia y uso político selectivo de las mismas.

8. Modelo de transferencia de recursos públicos entre los distintos
territorios de la Unión Europea y en el interior de los diversos
Estados: transferencias europeas de renta y fondos estructurales y de
cohesión.

9. Situación de la Administración de justicia, la protección de los
derechos y las políticas penitenciarias aplicadas.

10. Funcionamiento de las Administraciones públicas y descripción de la
fuerza de trabajo empleada: problemas de hipertrofia de la función
pública, clientelismo, estructura de financiación de las burguesías
locales, nivel de prestación de los servicios públicos, planificación de
la prestación de servicios a escala estatal, corrupción, definición del
estatuto de ciudadanía, exclusión, etc.

11. Planificación del territorio (urbano, metropolitano, regional,
estatal, europeo) y análisis de la política de transportes y de su
impacto en la vertebración territorial.

12. Problemas de siniestralidad laboral en los diversos sectores
productivos: precariedad, inhibición de la Administración e indiferencia
sindical.

13. Funcionamiento de diferentes áreas de la Administración Pública al
hilo del análisis de la implementación de diversas políticas públicas o
de la toma de decisiones estratégicas que afectan a cuestiones
organizativas públicas.

14. Seguimiento pormenorizado de las políticas de gasto público y
análisis de los sistemas tributarios existentes y de la gestión de los
ingresos públicos así como de los modelos antagonistas políticamente
factibles de estas áreas de la vida pública dada la composición de clase
de los nuevos sujetos hiperproletarios.

15. Análisis de sectores industriales en crisis y de las condiciones de
trabajo en los mismos: superexplotación de la fuerza de trabajo,
comportamiento de las centrales sindicales, intervención pública,
procesos de futura privatización, etc.

16. Problema del suelo y de la vivienda, tendencias urbanísticas y
especulación inmobiliaria. Estudio pormenorizado y permanente de las
estrategias del capital privado y de las diversas Administraciones
implicadas en el proceso.

La publicación del contenido de este trabajo de inchiesta europea
deberían distribuirse como cuadernos en los kioscos de toda Europa y
mediante los diversos canales militantes del movimiento. Obviamente,
deberían circular profusamente en internet y en el mejor de los casos
servir como materia prima para producir material artístico sobre las
nuevas condiciones de reproducción social. En una primera fase,
deberíamos circunscribirnos y concentrarnos en este tipo de análisis
socioestructural de las nuevas condiciones sistémicas de reproducción
social y en la constitución de subjetividad antagonista entre los
sujetos implicados en las mismas. Si el modelo funciona bien
económicamente y rinde las correspondientes plusvalías sociales y
políticas, sería el momento de pensar en una publicación periódica de
carácter más general, que se construiría sobre la sofisticación
intelectual conseguida mediante estos cuadernos previos y sobre las
dinámicas de agregación política que entretanto hayamos sido capaces de
generar. Estamos hablando de un proceso constituyente que expresa la
nueva potencia social de la nueva fuerza de trabajo colectiva que las
actuales formas de representación política y sindical hacen totalmente
invisible. Si este primer proyecto funciona, no debería resultar difícil
apuntar a la creación de un nuevo bloque social, que de alguna forma se
está expresando en el movimiento de resistencia global.

2.6. Revista política. Sería posible lanzar una revista de reflexión
política –teórica y práctica– de circulación nacional y de alcance
europeo. Ambos modelos –inchiesta europea y revista– no son
incompatibles y deberían mutar uno en otro: debería lanzarse una
publicación que presentará material para el lector/a de cada Estado y
que se alimentará de material ya publicado en otras revistas de otros
países o en revistas internacionales especializadas, pero de escasa
circulación entre los lectores/as de los Estados respectivos así como
material de producción propia de carácter común que analizará y
comentará la realidad del movimiento, sus iniciativas políticas, los
procesos de coordinación en curso, etc. y la coyuntura política tanto
europea y mundial como de los diversos Estados, teniendo siempre en
mente el proceso constituyente de construcción europea que el movmiento
debe manejar como uno de sus criterios orientadores de acción
estratégica según lo comentado a lo largo de estas propuestas
preliminares. Esta publicación habría que coordinarla con la iniciativa
de los cuadernos de inchiesta cartográfica. Si se lanzara a corto plazo
esta revista, su campo de reflexión e intervención podría ampliarse
paulatinamente desde la reflexión teórico-política y el análisis
genérico de los actuales movimientos sociales, hasta cubrir un proyecto
de intervención político-intelectual de gran envergadura, cuyo
planteamiento sólidamente anclado en el material cartográfico producido
por una inchiesta coordinada a escala europea debe generar cambios en la
forma de hacer política del movimiento de movimientos que es el actual
movimiento de resistencia global y, por ende, en las demás fuerzas
políticas que de un modo muy lato e impreciso configuran lo que la
inercia histórica nos hace todavía denominar izquierda.

3. Militancia.

La militancia de la actual composición de clase expresa la riqueza
ontológica (social, política, cultural, económica) de los sujetos
hiperproletarios, cuya capacidad de expresar los contenidos sociales de
su actividad productiva en lenguajes diversos indica la posibilidad de
traducir su ubicación/situación social (explotados, precarizados,
marginados) en un enunciado político que puede convertirse en un
sintagma complejo de enunciación de la explotación. El lenguaje común de
los sujetos antagonistas supone la posibilidad subjetiva de decodificar
y deconstruir los flujos de semiotización de la dominación y
transformarlos en un sintagma que se halla dotado de conectores que se
acoplan «espontáneamente» con otros sintagmas diversos enunciados por
otros sujetos una vez introducidos en el correspondiente eje de
coordenadas antagonista. La riqueza objetiva de los sujetos
hiperproletarios actuales radica en esta capacidad de emitir enunciados
que, si se someten a los diagramas político-intelectuales pertinentes,
pueden establecer cadenas significantes al margen de los flujos de
enunciación de la dominación, que por definición sobresaturan en la
subsunción real todo punto de la estructura social en el que se verifica
un nk-proceso de producción. El sujeto hiperproletario explotado y
políticamente impotente posee, pues, la capacidad de establecer
conexiones transversales entre los diversos circuitos productivos con
los que se encuentra cada día, y es capaz de separar su
ubicación/trayectoria productiva del espacio estructural de poder en el
que se dirime su existencia social. La militancia es, pues, concebir la
operatividad de tales diagramas político-intelectuales y montarlos como
dispositivos de desarticulación del poder de mando disuelto en la
conectividad estructural de las estructuras de dominación/explotación.

La intelectualidad de masas antagonista indica la imposibilidad de
aceptar los vectores sistémicos de reproducción de la explotación,
porque suponen una fuga intolerable de un posible proyecto común de
innovación social, que encuentra sus condiciones materiales de
posibilidad en la energía liberada para comprender, anticipar, y
desarticular la reproducción de las estructuras del capitalismo
histórico. Se trata de un intensísimo proceso de enunciación subversiva
que convierte la semiotización antagonista de las relaciones de
dominación históricas en la construcción de dinámicas políticas de
reproducción social que generan espacio social suficiente para concluir
el proyecto de deconstrucción que los movimientos antisistémicos han
esbozado hasta  la fecha. No hay exterior, únicamente derivas
cartográficas subversivas que ven más allá de las metáforas planas de la
realidad de la dominación. La prohibición de la imaginación teórica
siempre ha abierto la vía a la locura política. La inteligencia de la
militancia radica en dotar a la imaginación política del nervio del
deseo y la potencia de la teoría.


Universidad Nómada
Madrid, 21 de septiembre de 2002.

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