[unomada-info] Pan y Chorizos, por Montserrat Galcerán

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Mar Feb 5 16:32:49 CET 2013


*Pan y chorizos*

*Montserrat Galcerán*

Publicado en Diagonal:
https://www.diagonalperiodico.net/la-plaza/pan-y-chorizos.html-0


A poco de volver tras varios meses de ausencia del país, los escándalos de
corrupción que se suceden  me han dado la medida justa de lo que está
pasando: Esperanza Aguirre logrando traerse a Carro­mero; Con­vergencia i
Unió acusados en Cata­lunya; Rodri­go Rato colocado en Telefónica; Güemes
fichando para la sanidad privada en Madrid y, por último, el escándalo
Bárcenas. *El país está convulso mientras las autoridades aparentan no
darse cuenta*: están ciegas y sordas, como en los peores tiempos del
Franquismo.

Cuando, por otra parte, las movilizaciones no cesan. A las diversas mareas
les suceden los encierros, las múltiples plataformas, las manifestaciones
multitudinarias, las peticiones públicas, las noticias constantes en los
foros y blogs de internet. *Hay un “poder en movimiento” por parte de la
población que presiona a las instituciones, pero los políticos no hacen
caso.* Aferrados a sus puestos, a sus cargos y a sus prebendas, y
encumbrados por la mayoría absoluta en el caso del PP, o hundidos por su
derrota, en el del PSOE, siguen imperturbables en sus trece.

Me parece importante constatar dos aspectos en esta penosa situación: la
primera es que, a pesar de contar con mayoría absoluta en el Parlamento, el
partido en el Gobierno no ha respondido a los requerimientos de la
población, ni siguiera de sus propios electores. *El PP ha perdido en un
año casi un tercio de su apoyo electoral*, y está políticamente arrinconado
y en caída libre. Y el PSOE no consigue rentabilizar en su beneficio el
desgaste de su contrincante.

Como consecuencia de ello, y ésta es la segunda cuestión a resaltar, hay
quien puede creer que lo más urgente es un recambio en las élites
políticas: sustituir los políticos actuales por otras personas que no hayan
sido corrompidas todavía, que pertenezcan a otros grupos hasta ahora
minoritarios a los que dar una oportunidad y lograr, con un cambio en la
ley electoral, un mayor ajuste entre gobernantes y gobernados. Y hay
también quien piensa que *la salvación deberá venir de algún líder
carismático que aflorará en el momento oportuno*. No me cansaré de repetir
que esta última sería, si cabe, la peor de las opciones. Pues estos deseos,
tal vez bienintencionados, chocan con el lugar que ocupan los  gestores
políticos en la dinámica del capitalismo contemporáneo, cuando la lógica
del beneficio privado se extiende a todas las áreas de la reproducción
social, incluida la salud, la educación, el cuidado de la  vejez... y
cuando los beneficios obtenidos de la gestión de lo “común”, como el
espacio urbano o los residuos, superan en mucho los que se pueden obtener
de un negocio cualquiera.

En este marco la lógica de la representación no funciona, porque los
partidos políticos no operan como  representantes de los ciudadanos sino
como potentes máquinas de absorber riqueza. La corrupción no  es sólo el
delito de alguien más o menos venal. *Es la reacción de las élites
dominantes para intentar  acaparar el máximo de riqueza* en un sistema
capitalista que está dando señales de agotamiento  global. El triángulo
formado por los depósitos en los paraísos fiscales a donde va a parar esa
riqueza, las estructuras políticas que la gestionan y los ingresos
obtenidos, así como los pagos a sus funcionarios  forman un ciclo por el
que fluye, escapándose, parte de la riqueza colectiva. Como una potente
máquina  extractora es capaz de identificar los puntos del sistema donde se
puede generar un excedente  aprovechable, ya sean las licencias para la
construcción, los servicios de seguridad y, últimamente, la privatización
de los servicios públicos.

El sistema de partidos está sirviendo así de palanca para el
empobrecimiento de una parte mayoritaria de la población, por lo que
resulta evidente que nos tenemos que inventar nuevas formas de organización
política, capaces de traducir la débil fuerza de los individuos y de los
movimientos en una potencia colectiva de mayor envergadura y susceptibles
de dar expresión política a las nuevas formas  de cooperación social.

Se sitúan ahí los actuales esfuerzos ‘destituyentes’ –por desahuciar a los
políticos actuales– y  ‘constituyentes’ –por desbordar las actuales
instituciones–. En cierta medida ambos esfuerzos van de la mano, pero no
coinciden. En nuestro país conozco tres iniciativas que van en esta
dirección: las  asambleas constituyentes, la formación de un frente cívico
propuesto por Julio Anguita y, recientemente, la puesta a punto del Partido
del Futuro. Las tres son importantes pero tienen características distintas.

La más innovadora es la aparición del Partido X<http://partidodelfuturo.net/> y
eso porque sitúa su base en el mundo de la red. A  diferencia de los otros
proyectos, cuya composición es presencial y usan la red básicamente como
herramienta de comunicación, el Partido X ‘nace’ en la red y pretende
mantenerse en ella explorando  formas de democracia digital hasta ahora
desconocidas o poco usuales. En este sentido se coloca en el  punto más
avanzado de las tecnologías contemporáneas, lo que es por sí mismo un
‘plus’ frente a otros  intentos. *Mi duda es que justamente ese punto no le
permita llegar a todas aquellas capas de la población* para quienes las
nuevas tecnologías siguen siendo un profundo arcano y lo encierre en un
público específico: joven, mayoritariamente urbano y ducho en internet.
Otro punto a considerar es que si constatamos que, a pesar de su aparente
horizontalidad, la estructura de la red es relativamente jerárquica, la
horizontalidad democrática no está sin más garantizada.

Lo más interesante en este intento es que aporta una concepción nueva de la
metodología a seguir, pues rompe con la idea clásica de las reuniones en
las que, tras los inevitables discursos, se toman determinadas decisiones,
para sustituirlo por un proceso continuo a través de la red en el que se
van adoptando los consensos necesarios. Su propuesta, más que en un
programa, se centra en unas normas de funcionamiento que privilegian el
referéndum, la votación continua y la transparencia, al estilo de lo
ocurrido en Islan­dia y de algunas prácticas novedosas que se están
experimentando en Brasil.

Localizado en la red, carece de la dimensión territorial del
movimiento 15M <http://www.diagonalperiodico.net/search/node/15M>e
incluso de las asambleas  constituyentes, que tienen base territorial.
Entiendo que, en el debate que se abre, la dimensión  tecnológica es una
cuestión de importancia. La política representativa está resultando
altamente peligrosa y espero que tendencialmente se convierta en algo cada
vez más residual, *en la medida en  que la toma de decisiones se traslade a
la democracia directa y participativa y a los protocolos  virtuales*. De
ahí que, si lográramos conectar las asambleas constituyentes y el
movimiento 15M con el  Partido del Futuro, tal vez conseguiríamos
visibilizar la ruptura en los códigos políticos que es precisa  para
enfrentar la situación actual. Sólo si conseguimos devolver la capacidad de
decisión a las personas  fectadas creando entre todas un amplio espacio de
comunicación, lograremos empezar a  diseñar una democracia interactiva y
comunicativa a la altura del siglo XXI.
------------ próxima parte ------------
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