[cafe-sd] carta de Terry Jones
luis at sindominio.net
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Thu Mar 13 15:42:33 CET 2003
os mando esto que me ha gustado, argumentacion por comparacion y por
reduccion al absurdo.
luis
Una carta de Terry Jones (integrante del grupo Monty Python) al London
Observer
Domingo, 26 de enero de 2003
Estoy entusiasmado con la última razón que da George Bush para
bombardear Iraq: se le agota la paciencia. ¡A mí me pasa lo mismo!
Llevo un tiempo bastante cabreado con el Sr. Johnson, que vive dos
puertas más abajo.
Bueno: con él y con el Sr. Patel, que regenta la tienda de comida
naturista. Los dos me miran mal, y estoy seguro de que el Sr.
Johnson planea algo horrible contra mí, aunque aún no he podido
descubrir el qué. He estado husmeando su casa para ver qué pretende,
pero tiene todo bien escondido. Así es de taimado. En cuanto a
Patel, no me pregunten cómo lo sé, el caso es que sé -de buena
tinta- que en realidad es un asesino en serie. He llenado la calle
de panfletos explicando a la gente que si no actuamos primero, nos
irá liquidando uno a uno.
Algunos de mis vecinos dicen que si tengo pruebas, que vaya a la
Policía. Qué ridiculez. La Policía diría que necesitan evidencia de
un crimen del que acusar a mis vecinos. Saldrían con interminables
sutilezas y objeciones sobre los pros y los contras de un ataque
preventivo, y mientras tanto, Johnson estaría finalizando sus planes
para cometer actos terribles contra mi persona, mientras Patel
estaría matando gente en secreto. Ya que soy el único de la calle
con un arsenal decente de armas automáticas, me doy cuenta de que es
cosa mía mantener la paz. Pero hasta hace poco ha sido algo difícil
hacerlo.
Ahora, sin embargo, George W. Bush ha dejado claro que todo lo que
necesito es que se me agote la paciencia, ¡y ya puedo tirar hacia
delante y hacer lo que quiera! Y reconozcámoslo, la política
cuidadosamente razonada de Bush con respecto a Iraq es la única
manera de conseguir la paz y la seguridad internacionales. La única
manera segura de parar a los terroristas fundamentalistas suicidas
que amenazan a EE.UU. y al Reino Unido es bombardear algunos países
musulmanes que nunca nos han amenazado. ¡Por eso quiero volar el
garaje de Johnson y matar a su mujer y sus hijos! ¡Ataquemos
primero! Eso le dará una lección. Así nos dejará en paz y dejará de
mirarme de esa manera tan absolutamente inaceptable. El Sr. Bush
deja claro que todo lo que él necesita saber antes de bombardear
Iraq es que Saddam es un hombre desagradable de verdad y que tiene
armas de destrucción masiva -aunque nadie pueda encontrarlas-. Estoy
seguro de que tengo la misma justificación para matar a la esposa y
a los hijos de Johnson, que tiene Bush para bombardear Iraq.
El deseo a largo plazo del Sr. Bush es hacer del mundo un lugar más
seguro, eliminando a los "estados peligrosos" y al "terrorismo". Una
intención a largo plazo bien inteligente, porque, ¿cómo diablos se
sabe cuándo se ha acabado? ¿Cómo sabrá Bush cuándo ha acabado con
todos los terroristas? ¿Cuando todos los terroristas hayan muerto?
Pero un terrorista sólo lo es una vez que ha cometido un acto de
terror. ¿Qué pasa con los futuros terroristas? Ésos son los que
realmente hay que eliminar, porque la mayor parte de los terroristas
conocidos, como son suicidas, se eliminan ellos solos. ¿Será acaso
que el Sr. Bush necesita acabar con todos los que podrían, quizá,
ser futuros terroristas? ¿A ver si es que no puede estar seguro de
lograr su objetivo hasta que cada fundamentalista islámico esté
muerto? Pero resulta que algunos musulmanes moderados pueden
convertirse en fundamentalistas. Tal vez lo único seguro que quepa
hacer, según Bush, sea eliminar a todos los musulmanes.
Lo mismo pasa en mi calle. Johnson y Patel son sólo la punta del
iceberg. Hay docenas de personas en la calle a las que no gusto y
que -lo digo con el corazón- me miran muy mal. Nadie estará seguro
hasta que haya acabado con todos. Mi mujer me dice que a lo mejor
estoy yendo demasiado lejos, pero yo le digo que lo único que hago
es usar la misma lógica que el Presidente de los Estados Unidos. Con
eso le callo la boca.
Igual que le ocurre al Sr. Bush, a mí se me ha acabado la paciencia,
y si ésa es razón suficiente para el Presidente, también lo es para
mí. Le daré a la calle entera dos semanas -no, diez días- para que
salgan a la luz y entreguen a todos los alienígenas y piratas
interplanetarios, a los forajidos galácticos y a los cerebros
terroristas interestelares, y si no los entregan de buena gana y
dicen "gracias", bombardearé la calle entera.
Tan sensato es esto como lo que se propone George W. Bush. Y al
contrario de lo que él pretende, mi política sólo destruirá una calle!.
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