[hackmeeting] Arturadas - I

Arturo Quirantes aquiran en ugr.es
Lun Dic 3 09:01:05 CET 2001


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Internet, el último campo de batalla.


Arturo Quirantes Sierra, 22 Septiembre 2.001
(boletín cpsr-spain)


        La guerra declarada por Estados Unidos contra Osama bin
Laden  y el terrorismo internacional se prepara en estos momentos.
Pero mientras los aviones y las tropas se movilizan, las primeras
escaramuzas ya se libran en la Red.  Los sistemas de cifrado y las
escuchas electrónicas son las nuevas armas de esta batalla
silenciosa... y los derechos a la privacidad pueden ser las primeras
víctimas colaterales.

        En la sorda lucha que en la década pasada libraron las
fuerzas policiales y de inteligencia por un lado, y grupos  de
defensa  de los derechos civiles por otro, se introdujo el
argumento de  que grupos criminales pudieran usar programas  de
cifrado de  datos para ocultar sus planes.  La solución,  según  la
policía,  pasaría por restringir el uso de tales  programas,  o  en
su  defecto obligar a que incorporasen  sistemas de  "depósito  de
claves" que permitiesen el  descifrado de  mensajes a tenor  de  las
necesidades de  investigación  criminal.  Pero la presión  de
asociaciones pro-libertades y  el sector empresarial se unió  a  la
dificultad técnica de  implementar sistemas de depósito de  claves y
a la aparente  inutilidad de prohibir la  criptografía,  con el
resultado de  que ésta estaba  liberalizada a todos los  efectos.

        O eso parecía hasta el 11 de Septiembre de 2.001.  Tras los
atentados  del World Trade Center y del Pentágono volvieron a la luz
diversas noticias según las cuales Osama bin Laden usaba sistemas de
cifrado y ocultación de datos para burlar las redes de
interceptación electrónica como la anglosajona Echelon.  Poco a poco
parece estar formándose en Estados Unidos la teoría de que, puesto
que los terroristas del World Trade Center ha usado sistemas
criptográficos, éstos deben ser regulados.  Un miembro del Senado
norteamericano ya ha hecho un llamamiento en favor de una regulación
de los productos criptográficos.

        Aunque en estos momentos no hay planes en el Parlamento
norteamericano para introducir dicha legislación ahora, es razonable
creer que no hemos visto más que los primeros  esfuerzos en este
sentido.  Uno de los mayores defensores de  esta postura  de
regulación criptográfica es el actual fiscal  general John  Ashcroft
(quien tiene, entre otras agencias, a  todo  el FBI bajo  su mando).
Paradójicamente, un senador John  Ashcroft escribió en  1.997 un
artículo titulado "manteniendo  las  manos del Gran  Hermano fuera
de Internet" en el que  criticaba  duramente la  política
regulatoria de Clinton en  materia de  criptografía (y  disponible
en la red en
http://www.usinfo.state.gov/journals/itgic/1097/ijge/gj-7.htm).  O
se trata de una coincidencia de nombres, o de un cambio de  opinión
realmente notable.

        No es menor la amenaza a la privacidad electrónica que
proviene  de otros frentes.  Dentro de la ley de emergencia
aprobada por  el Senado USA para paliar las consecuencias de  los
atentados se incluyó una "Ley para Combatir el  Terrorismo"  (CTA)
que amplía las facultades de las  autoridades policiales  para
realizar escuchas electrónicas.  Bajo esa nueva  legislación, los
datos  de tráfico (tales como  direcciones web  visitadas, nombre y
direcciones de e-mail  intercambiados)  podrán ser interceptadas
durante 48 horas sin  necesidad de  orden judicial.  Tales pinchazos
no están  autorizados más que  en algunos delitos,  pero entre éstos
se  incluyen "ataques  contra la integridad o disponibilidad de un
ordenador  protegido", esto es, casi todos los actos de  hacking.
Desde  ahora, una mera entrada no autorizada a un  ordenador podrá
ser  investigado merced a una  ley de  persecución de terrorismo.

         Peor es la amenaza de la Ley de Movilización Contra el
 Terrorismo, cuyo segundo borrador ya ha sido filtrado.  Esta  ley
 incluye medidas que, entre otras cosas:

        - permite a las autoridades que han realizado una
 interceptación compartir los datos obtenidos con cualquier empleado
 del Poder Ejecutivo

        - reduce las restricciones a  las investigaciones cubiertas
 por la ley FISA (que regula las actividades de las agencias de
 inteligencia en territorio norteamericano)

        -  permite al Presidente designar cualquier "individuo,
 grupo o  entidad dirigidos por el extranjero" como blanco de
 investigación FISA

         - prohibe que la gente siquiera hable de actividades
 terroristas

         - establece, a imagen del  Reino Unido, una base de datos
 de ADN para criminales  convictos.

        Diversas entidades, como la Electronic Frontier Foundation
(EFF)  ya han hecho oir su voz, alertando en contra del
establecimiento de legislación que, al calor de los recientes actos
terroristas, establecerán ahora y en el futuro severas restricciones
a las libertades civiles.  Queda por ver qué efectividad tendrá su
llamamiento en medio de una nación conmovida e iracunda que exige a
sus líderes acciones contundentes contra la nueva amenaza.  De
momento, esta ley, (MATA por sus siglas en inglés; nos preguntamos
qué pensaran los senadores hispanos de semejante nombre) está siendo
ampliamente comentada, pero ¿veremos un debate en términos
razonables?

        Por lo pronto, el FBI ha logrado una victoria.  Hay rumores
de  que sus "cajas negras" Carnivore, diseñadas para captar el
tráfico de Internet que entra y sale de un proveedor de Internet,
han sido ya instaladas en algunos grandes ISP.  America On Line
reconoce que está colaborando con el FBI voluntariamente.
Posiblemente, cajas Carnivore estén siendo instaladas de forma
"voluntaria" en los Estados Unidos, aunque tan sólo hace unos días
su uso era severamente criticado.

        Como contraste, el Reino Unido no se molesta siquiera en
disimular. Su Director de Delitos de Alta Tecnología
(http://www.statewatch.org/news/2001/sep/11retorder.htm)  solicita a
todos los ISP del RU que "retengan todos los  datos  de
comunicaciones existentes en sus sistemas"  Una  solicitud  similar
se ha hecho a los proveedores de redes  telefónicas.  No  se detalla
el período de retención de  datos, pero se  afirma  que  la
situación "se revisará dentro  de un mes."  Nótese que  las  leyes
del Reino Unido sobre  interceptaciones  electrónicas  -que  ya se
cuentan entre las  más restrictivas de  todo el  mundo- no  permiten
aún la  retención de todos los  datos de  comunicaciones,  aunque
las  fuerzas policiales de ese  país  lleva varios meses presionando
fuertemente en ese  sentido.  De  ahí el énfasis  en  el tipo de
petición: no se  ordena, sino que  se  "solicita."  Queda por ver
cuántos  proveedores osarán  desobedecer esta  "solicitud"

        Bruce Schneier ha declarado que las dudas sobre el  comienzo
del tercer milenio han quedado definitivamente despejadas.  El
nuevo milenio comenzó el once de septiembre de dos mil  uno.  Desde
entonces, corren malos tiempos en Internet.  Y  apenas  llevamos dos
semanas.


- --
Salu2.  Arturo Quirantes
(PGP key 0x4E2031EC: http://www.ugr.es/~aquiran/cripto/claves.htm)
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