[Presos] Carlos Jimenez preso en Picassent se amputa un dedo como forma de protesta...
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Fri Jun 22 22:00:16 CEST 2001
UN COMPAÑERO PRESO OPTA POR AMPUTARSE POR TERCERA VEZ UN DEDO COMO FORMA DE
PROTESTA CONTRA EL SISTEMA PENITENCIARIO QUE LE CONDENA A "CADENA
PERPETUA".
Carlos Gómez García, interno en Picassent (Valencia), el pasado 9 de
Junio del 2001, se amputó un dedo del pie con el objetivo de denunciar la
situación a la que el sistema penitenciario de este país le lleva sometiendo
durante más de 21 años. La acción tuvo lugar el sábado día 9 a las 18 h. en
el centro de exterminio de Picassent. A las 18:30 h. sacaron al compañero
del centro en ambulancia y escoltado por 2 patrullas de la guardia civil. A
las 19 h. llegaba a Valencia, pero en lugar de llevarlo al Hospital General
Provincial (donde por convenio se lleva a l at s pres at s de Picassent que
necesitan asistencia médica), lo llevaron al Hospital Clínico de la misma
ciudad para impedir que la docena de compañer at s que estaban concentrad at s en
la puerta de Hospital General no pudieran verle. Esa misma noche le llevaron
de nuevo a la cárcel. Una vez allí le impidieron llamar a sus compañer at s
para informar de cómo estaba.
Carlos, con 41 años de edad, lleva en prisión desde los 20 años a causa de
delitos menores y, tanto él, como su familia y sus amig at s nos preguntamos
porqué Carlos no está ya en la calle junto a nosotr at s. La ley establece en
el Art. 76 del Código Penal un límite máximo de 20 años de cumplimiento,
pero en este caso, y en muchos otros, los mismos jueces ignoran sus propias
leyes. Por eso les hacemos responsables de las cadenas perpetuas camufladas
que se están haciendo cumplir, en la actualidad, a aquell at s pres at s que no
disponen de los suficientes recursos económicos para hacer frente a tal
injusticia ante los tribunales.
Carlos ha tenido que recurrir en otras dos ocasiones a esta forma de
protesta siempre con la esperanza de lograr sacar a la luz pública la
realidad existente en los centros de exterminio llamados cárceles. El
sistema "democrático" que nos gobierna intenta hacernos creer que el
objetivo prioritario de esos centros es el de la rehabilitación y
reinserción. Esta afirmación no tiene nada que ver con la realidad.
En las cárceles se encierra a las personas sometiéndolas a todo tipo de
malos tratos (psíquicos y físicos), vejaciones y humillaciones. Se recurre
de forma sistemática al suministro de metadona y otras drogas (legales e
ilegales) con el objetivo de tener a las personas presas adormecidas,
controladas y en estado de dependencia. Se oculta que en las cárceles, más
del 80 % de las personas sufren algún tipo de enfermedad (y si no es así, no
tardarán en contagiarse). El trato médico y las condiciones higiénicas en
las cárceles son vergonzosas. Personas con enfermedades y padecimientos
incurables siguen encerradas hasta sus últimos días.
Muchas personas son encerradas en centros muy lejanos a su localidad y a su
residencia familiar, y si se tiene en cuenta que las familias de l at s
intern at s suelen tener pocos recursos económicos, se comprende que lo que
intenta la administración es dificultar las relaciones humanas y afectivas
para fomentar el olvido. Much at s compañer at s pres at s están siendo víctimas de
unos sistemas de aislamiento totalmente inhumanos y crueles (FIES, DERT...).
Y todo esto no debería permitirse.
Carlos, ahora, está AUTOresocializado (gracias a su afición a los libros).
Está estudiando derecho en la U.N.E.D. (Universidad Nacional de Educación a
Distancia), pero a medida que aprende más, se da cuenta de cómo pisotean sus
derechos y los de muchos otros que se hallan en su misma situación. Ante
esto, desde hace años, ha decidido no quedarse de brazos cruzados, y por eso
participa activamente, de forma individual y de forma colectiva, en esta
labor de sensibilización y concienciación. L at s demás tampoco podemos cerrar
los ojos ante la realidad que se oculta tras los muros, y no nos podemos
dejar engañar. La cárcel, por mucho que se quiera maquillar, cumple una
función exterminadora de la voluntad y de la persona. Y Carlos, con su
acción, pretende contribuir a esclarecer la verdad sobre el sistema
penitenciario. Por eso, pedimos que difundas lo máximo posible este texto,
con la situación y las reivindicaciones del compañero. Hagamos saber a
Carlos y a l at s que, cómo él, plantan cara al sistema, que no están sol at s en
esta lucha.
NI FIES, NI DISPERSIÓN, NI ENFERMOS EN PRISIÓN.
ABAJO LOS MUROS DE LAS PRISIONES.
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