[unomada-info] La locura de los señores del universo, por Michael Hardt

raul en sindominio.net raul en sindominio.net
Vie Dic 20 01:28:00 CET 2002


raul en sindominio.net te ha enviado el siguiente
artículo desde la ACP/IMC Madrid
(http://acp.sindominio.net).

Mensaje de raul:

--------------------------------------------------
Friday 20 December a las 12:13AM


La locura de los señores del universo, por Michael Hardt

By Lenz


Algunas de las peores tragedias de la historia
humana ocurren cuando las elites son incapaces de
actuar con arreglo a su propio interés. Los años de
la decadencia de la antigua Roma, por ejemplo,
estuvieron repletos de torpes aventuras políticas y
militares que acarrearon muerte y destrucción a las
elites, a sus aliados y a sus enemigos por igual.
Por desgracia, nos enfrentamos de nuevo a una
situación parecida.

Parece inevitable que Estados Unidos habrá de
emprender en breve una guerra a gran escala en
Irak. Estados Unidos está entablando al mismo
tiempo una guerra contra el terrorismo que puede
extenderse a todas las regiones del planeta. Sin
embargo, lo más importante es que Estados Unidos se
ha embarcado en una política exterior de
«seguridad» que prescribe que, ante las amenazas,
no ha de limitarse a reaccionar, sino que debe
anticiparse a las mismas con ataques preventivos.

Estas aventuras militares son un signo de que
Estados Unidos está convirtiéndose rápidamente en
un poder imperialista con arreglo al viejo modelo
europeo, pero a escala global. Se está imponiendo
como el centro activo y determinante de todo el
abanico de los asuntos mundiales, ya sean
militares, políticos o económicos. En efecto, se
trata de que todos los intercambios y decisiones
tengan que pasar por Estados Unidos.

Lo peor de la soberbia de los líderes políticos
estadounidenses consiste en su creencia de que no
sólo pueden forzar el cambio de régimen y nombrar a
nuevos dirigentes en distintos países, sino que de
hecho también pueden dar forma al medio ambiente
global -una audaz prolongación de la vieja
ideología imperialista de la mission civilisatrice.
El cambio de régimen en Irak es sólo el primer paso
de un ambicioso proyecto de reconstrucción del
orden político en todo Oriente Medio. No obstante,
sus planes de poder van mucho más allá.

Sin embargo, muchas elites políticas y económicas
en todo el mundo no son partidarias de la creación
de un nuevo imperialismo estadounidense. Es de
dominio común que los líderes políticos europeos se
suelen oponer al unilateralismo estadounidense
porque les excluye, mientras que ellos son
partidarios de soluciones políticas y militares
multilaterales.

El interés común de las elites globales se pone de
manifiesto con la mayor nitidez en la esfera
económica. Los dirigentes empresariales del planeta
reconocen que el imperialismo es malo para los
negocios porque levanta barreras que entorpecen los
flujos globales. Los beneficios potenciales de la
globalización capitalista, que despertó el apetito
de las elites empresariales en todo el mundo sólo
hace unos años, depende de sistemas abiertos de
producción e intercambio. Lo mismo es cierto en lo
que respecta a los magnates del capital en Estados
Unidos. Incluso para los industriales
estadounidenses, ebrios de crudo, sus verdaderos
intereses residen en los beneficios potenciales de
la globalización capitalista.

Sus intereses comunes salen igualmente a la luz
desde la perspectiva de la seguridad. Resulta
estúpido creer que la eliminación de unos cuantos
malhechores como Osama bin Laden y Saddam Hussein
traerá la seguridad. Ni siquiera los líderes
estadounidenses se hacen la ilusión de que esta
guerra traerá la paz. La conciben, por el
contrario, como una guerra de larga duración y
acaso interminable, regida por la continua
aparición de nuevas amenazas. En efecto, las
acciones militares estadounidenses sólo alimentarán
con toda probabilidad los antagonismos creados por
las desigualdades de riqueza y poder en el mundo,
aumentando exponencialmente la inseguridad de las
elites globales. Esto es doblemente cierto en lo
que respecta a las elites estadounidenses, ya que
las acciones militares unilaterales convierten a
Estados Unidos en el principal blanco de todo aquel
que intente atacar al centro del dominio global.

Sin embargo, hay una alternativa al imperialismo
estadounidense: el poder global puede organizarse
de una forma descentralizada, conforme a lo que
Toni Negri y yo denominamos «imperio». No se trata
sólo de una alianza multilateral de los principales
Estados-nación. Debemos pensarlo como un
multilateralismo ajustado. El Imperio es una red
compuesta de diferentes tipos de poderes, incluidos
los Estados-nación dominantes, las organizaciones
supranacionales, como las Naciones Unidas y el FMI,
las corporaciones multinacionales, las ONG, los
media y otros. Hay jerarquías entre los poderes que
constituyen el imperio, pero a pesar de sus
diferencias funcionan conjuntamente en red.

Esta red de poder descentralizada del Imperio
responde a los intereses de las elites globales
porque favorece los beneficios potenciales de la
globalización capitalista a la par que desplaza o
desactiva las amenazas potenciales a la seguridad.
Una vez que el imperio se establezca sólidamente
como la forma predominante del gobierno global,
aquellos que se oponen al dominio de las elites
globales en nombre de la igualdad, la libertad y la
democracia encontrarán sin duda las formas de
luchar contra el mismo. Sin embargo, esto no
significa que hoy prefiramos el imperialismo.

Cabe esperar que a la larga los verdaderos
intereses de las elites globales les lleven a
respaldar al Imperio, rechazando todo proyecto de
imperialismo estadounidense. En los próximos meses,
y tal vez en los próximos años, podemos
enfrentarnos a una tragedia similar a la que
conocieron los periodos más oscuros de la historia
humana, cuando las elites fueron incapaces de
actuar con arreglo a sus propios intereses.




Más información sobre la lista de distribución unomada-info