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artículo desde la ACP/IMC Madrid
(http://acp.sindominio.net).

Mensaje de raul:

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Tuesday 24 December a las 01:14AM


Movimiento y comunica(c)ción

By dani


Dentro de los dispositivos de movilización del
movimiento "no global", y más en general de los
movimientos sociales, la comunicación a través de
las redes electrónicas juega un papel evidente. En
cierto modo Seattle fue tanto la "revelación" de un
movimiento hecho de múltiples movimientos -el
"movimiento de movimientos", como será definido en
adelante- como la de la emergencia del modelo de
"medios independientes", del que los numerosos
grupos locales de Indymedia repartidos por el mundo
son el símbolo más visible. De hecho, el movimiento
"no global" da prueba de una impresionante
capacidad de multiplicar y combinar canales de
comunicación en los que circula no sólo información
sino también debate, prácticas, subjetividades y
capacidades organizativas.
La red es posiblemente el paradigma ocasional de
las multitudes, y los agenciamientos de
comunicación son (con las iniciativas
transnacionales tipo contracumbre) los instrumentos
privilegiados de la cooperación política entre
miles de realidades difusas y dispersas. Ya que
tras la denominación confusa y equívoca de "medios
independientes", de lo que realmente se trata es de
la capacidad que en lo sucesivo demuestran
moléculas del movimiento de comunicar para sí
mismas, de comunicarse entre ellas y al mismo
tiempo comunicar hacia el exterior, apropiándose de
las herramientas de comunicación que ofrece
Internet: ¿cuántos centenares de listas de correo,
de sitios web, de foros o de boletines electrónicos
(pero también de emisiones de radio o boletines
impresos) se han creado a continuación de Seattle
para comunicar Praga, Göteborg, Québec City,
Bruselas o Génova? Susurros que componen la
superficie de una comunicación efectivamente
independiente, pero sobre todo que busca vías
transversales para escapar al monopolio y al
control mediático de la información.

>> Límites evidentes

Al mismo tiempo, quedarse en esa constatación
idílica sería engañarse: si la comunicación en el
movimiento es una de sus fuerzas, expresa también
todas sus debilidades. Si observamos más de cerca
los contenidos de esta información en movimiento
tendremos que admitir que junto a una capacidad
real de sustraerse (incluso parcialmente) al poder
de ocultación de los medios convencionales y junto
a una capacidad de hacer circular subjetividad
política, reproduce también separaciones, lógicas
de gueto y evidentes efectos de ruido. "Medios
independientes" y "comunicación alternativa" se
limitan en efecto con demasiada frecuencia a la
reproducción de las debilidades de los ambientes
militantes. En concreto:

  * Confusión entre información y propaganda:
    muchas de las news publicadas en sitios de
    noticias o enviadas a listas de correo no son
    más que un corta-pega de un panfleto o un
    comunicado en el que la lucha, las emociones y
    lo vivo, que componen la riqueza de los
    movimientos, se pierde en el carácter
    autorreferencial de fórmulas y consignas.

  * Incesantes disputas sobre el asunto de los
    "traidores", los "reformistas" y los "falsos
    revolucionarios" se acumulan en cuanto hay un
    espacio de expresión libre (listas de correo,
    sitios web de publicación abierta) hasta el
    punto de lastrar considerablemente las
    posibilidades reales de comunicación y de
    intercambio.

  * Persistencia de actitudes "de chiringuito", en
    virtud de las cuales cada experiencia de
    comunicación da al final más relevancia a su
    "sello" que a la necesidad de producir
    cooperación o de aprender a estar juntos en
    movimiento con nuestras especificidades y
    nuestras riquezas (1).

Para superar esta situación de nada sirve
lamentarse; nos parece, por el contrario, que ha
llegado el momento de abrir un gran debate
-realmente transnacional, realmente plural-
alrededor de cierto número de cuestiones políticas
como la de los contenidos de la comunicación
alternativa, o también la de las formas y medios de
una auténtica cooperación entre las diversas
realidades de los "medios independientes" y más
allá del conjunto de activistas de las redes. Ello
supone también, sin duda, avanzar en algunas
clarificaciones políticas sobre lo que es (y lo que
no es) la comunicación alternativa.

>> ¿Medios independientes o comunicación
alternativa?

¿Qué problema nos plantean los medios mayoritarios?
¿Es sólo su dependencia de los grandes grupos
financieros del sector del espectáculo o más bien
la mediación misma, esa falsa objetividad tan
reivindicada por los medios para recubrir con una
capa de virtud su realidad de cazadores de
primicias, de sumisión al Audimat [*] y a las
"tasas de penetración" , o incluso a las primas
publicitarias? Confundiendo deliberadamente la
frontera entre lo objetivo y lo subjetivo el Media
construye la imagen de una falsa subjetividad,
empaquetada y vendida al consumidor como un
simulacro de sus propias "sensaciones" y "opiniones
personales" o de su subjetividad. Y al mismo tiempo
el Media construye (o es construido por) una falsa
objetividad, una falsa totalidad que se impone como
la visión del mundo autorizada bastante más que
cualquier simple sujeto(2).
Lo que finalmente nos separa de los media es, ante
todo, el punto de vista a partir del cual
intentamos producir información y comunicación, el
intento de reducir la mediación (la de los
expertos, la de los especialistas) a su mínima
expresión, dando a todas y todos, a todas las
realidades sociales a las que nos dirigimos, los
medios para ejercer su comunicación, para hacer de
la comunicación un momento de la lucha, de la
movilización, del conflicto. De nuevo la propuesta
de una multiplicación de "medios íntimos" (3)
contra las enormes máquinas de guerra de la
información espectacular.
Ello supone, pues, más que una simple alteridad
estructural -reivindicada en el documento de
Indymedia Tesalónica (4)-, inventar modos
polifónicos (plurales y pluralistas si se quiere)
para producir información, para hacer circular el
debate y para producir subjetividad. Lo que implica
una capacidad de difundir los saberes técnicos y
construir espacios así como de combinar diversidad
y cooperación; y de hecho, en este punto se trata
más de alternativa que de independencia.

>> Más allá de la publicación abierta

Después de Seattle el modelo Indymedia del open
publishing, es decir, la publicación libre de
textos, imágenes y vídeos en la Red sin filtro
previo y con un mínimo de "moderación" a
posteriori, se ha hecho dominante en el área de los
"medios independientes". Sin embargo esta
concepción de la información alternativa muestra
desde hace ya algún tiempo todos sus límites, y
está hoy en crisis (5). En efecto, el principio de
publicación abierta, seductor sin duda por su
afirmación absoluta del principio de libertad de
publicación, produce en la práctica tremendas
confusiones:

  * Confusión entre los textos de información y los
    de opinión o de humor, que finalmente se
    colocan uno detrás de otro en un mismo plano,
    lo que acaba por generar una considerable
    sensación de ruido.

  * Confusión entre la actividad de un colectivo
    cuyo campo de acción es la comunicación y la
    información y contribuciones de origen
    incontrolable que no pueden sino entrar en un
    momento u otro en conflicto con el principio
    mismo de una línea editorial.

  * Confusión entre la libre expresión y la vía
    libre al "todo vale", o incluso a la
    instrumentalización por parte de cualquiera
    (por ejemplo posts publicados por grupos de
    extrema derecha).
    Es en este contexto en el que hay que situar
    los patinazos antisemitas publicados en algunos
    IMCs (Indymedia Francia entre ellos), o el
    hecho de que cada convocatoria de movilización
    de lugar a interminables polémicas
    grupusculares en detrimento de la información
    real. Ésas, sin duda, son también las razones
    por las que algunos nodos de la red Indymedia
    (como la ACP en Madrid o el CEMAQ en Quebec)
    separan en lo sucesivo los "textos propuestos"
    de los "textos publicados", además de haberse
    dotado de unas pautas de redacción explícitas
    como la mayor parte de los colectivos locales
    de Indymedia.

Pero más allá de las críticas que muchos hacemos al
principio del open publishing, hay que reconocer
también que los proyectos basados en una dinámica
de cooperación entre grupos e individuos (como la
que practicamos en samizdat.net) tampoco se libran
de mostrar ciertos límites, en particular la
dificultad de los medios militantes para
comunicarse de verdad más allá de su restringido
círculo de influencia, lo que también les lleva a
menudo a privilegiar la relación con los medios
mayoritarios y a subestimar las redes de la
comunicación alternativa.

>> Por un debate en el movimiento

A partir de estas observaciones y diversas
contribuciones sobre el tema que han circulado
estos últimos meses (6) nos parece importante abrir
una discusión lejos de las polémicas y de los
juicios de intenciones. Dicha discusión debe
también producir cooperación a corto plazo para no
quedarse en un simple intercambio de puntos de
vista. De todo ello es de lo que vamos a hablar en
la Zélig.rc2 este año, no sólo entre
"especialistas" sino con todos los que toman parte
en las múltiples formas del activismo político y
social de hoy.

Samizdat.

NOTAS

[*] Audimat es el medidor de audiencia francés
(NdT).
(1) Sobre estas cuestiones, ver en samizdat.net el
balance de nuestra experiencia en Génova en el
verano de 2001: Jean-Pierre Masse, Aris
Papathéodorou, Communiquer à Gênes, communiquer
Gênes
(2) Hakim Bey, El credo mediático de fin de siglo
(3) Hakim Bey, ibídem.
(4) Indymedia Tesalónica, Carta abierta a la red
Indymedia, julio 2002
(5) Véanse los elementos sobre la crisis de
Indymedia Francia en su sitio web :
http://france.indymedia.org.
(6) Véase en particular Kandjare, Les
contre-sommets : traitements médiatiques et "
spectacularisation " de la contestation, en
samizdat.net.

:.traducción de DG.: