[unomada-info] Transición constituyente: problemas y desafíos del #15M

[Infos de la Universidad Nomada]

Publicado en http://diagonalperiodico.net/Portada-numero-158.html

Transición constituyente: problemas y desafíos del #15M
Raúl Sánchez Cedillo (Universidad Nómada)


Uno de los aspectos más extraordinarios del #15M consiste en la
independencia de su estar en el momento histórico. No es nada fácil
triturar el hígado a un sistema de partidos como el presente, y mucho
menos hacerlo con tanta fuerza e inteligencia, pagando además mínimos
tributos a los modos preexistentes de hacer política. Se trata de una
forma política nueva que, en ausencia de alternativa sistémica a la
«austeridad» y a la anulación de los coeficientes de libertad y
democracia inscritos en las constituciones nacionales, se enfrenta, por
primera vez en la historia del presente régimen, al problema de definir
y protagonizar un cambio revolucionario, al problema de una transición
constituyente. 


A día de hoy, cuesta imaginar cómo podrá derrotar el gobierno del PP –o,
cabe pensar, el conjunto del régimen– al #15M. Sin olvidar que estamos
ante un conflicto que antes o después será europeo, a mi modo de ver la
partida se juega en las semanas anteriores y posteriores a la victoria
electoral del nacional populismo. Es preciso insistir en esto: el #15M
no es cualquier cosa, no es un movimiento más, es una invención
colectiva, una máquina de lucha adecuada a la sociedad red, en la que
coexisten grados intensos de cooperación y producción en común junto a
la máxima individualización de los destinos vitales. Es un sistema-red
sin identidad fija o mensurable, sin centros de poder definidos, que
pone umbrales y no límites para la participación de toda la población,
que presenta y no representa lo irrepresentable de las vidas de toda una
multitud. Cabría imaginar perfectamente un despliegue unilateral y
progresivo del #15M como sistema de reapropiación de la política y de la
capacidad de producir riqueza en común, como dinámica de autogobierno de
la sociedad que coopera en red. Pero haciéndolo olvidaríamos o
menospreciaríamos a adversarios y enemigos, y esto ha sido siempre un
error letal. 


Resulta obvio decir que el #15M abre un proceso, que le llevará a
transformar sus formas, métodos, composición, lenguajes, etc. Parece más
interesante estudiar aquellas transformaciones que, bien como resultado
de los propios errores o de la audacia de adversarios y enemigos, pueden
devolver al #15M a una forma tradicional de lo político, conocida,
limitada y probablemente neutralizada en su potencia subversiva, con
independencia de sus coeficientes en una relación de fuerzas. 


El #15M se enfrenta a un riguroso desafío: el vacío entre lo posible
revolucionario y el inicio de su realización constructiva y destructiva.
Todo se juega en pocos meses. Está fuera de lugar la pretensión de
prescribir aquí un programa o una línea política al movimiento de una
multitud. Sin embargo, sí que podemos considerar algunas metacondiciones
de expresión de su potencia con arreglo a las siguientes dimensiones o
aspectos de su hacer:


Desde el punto de vista de la resiliencia, o de la capacidad de un
sistema de conservar su estructura y características fundamentales bajo
el efecto de ataques, choques o cambios traumáticos, no cuesta pensar
que el mantenimiento de los comportamientos de desobediencia civil no
violenta, la dimensión de red horizontal dotada de múltiples focos o
centros de iniciativa, sin jerarquías o títulos de preeminencia de unos
sobre otros, y la apertura a la toma de palabra del individuo cualquiera
no pueden dejar de existir sin producir una crisis mayor de la forma
#15M. Ni que decir tiene que esto excluye la formación de partidos
políticos y las candidaturas bajo la presente ley electoral o si se
quiere, bajo el art. 6 y el título III de la constitución. 


Si atendemos al problema de la persistencia, es decir, del prolongarse
en el tiempo de su capacidad de intervención desde el punto de vista de
la energía/trabajo, cuesta creer que ésta pueda mantenerse con la
intensidad de estos meses sin una extensión correspondiente a muchísimas
más personas, ciudades y países y sin una cierta capacidad de proyección
estratégica del esfuerzo individual y colectivo. 


Si nos fijamos en la cuestión de la consistencia, o del funcionamiento
eficaz de agregados heterogéneos, parece claro que no pueden delimitarse
campos separados entre unas y otras componentes del #15M. Ninguna
discrepancia ideológica o de perspectiva puede justificarlos sin pagar
el precio del sectarismo o de la vuelta a lo viejo y malo conocido. La
consistencia vendrá garantizada por la transparencia y el protocolo
abierto entre los infinitos puntos que componen el sistema-red #15M. De
esta suerte, competencia, división y desconfianza entre tecnopolíticos y
asamblearios, grupos e individuos, ciudades y pueblos, países y
regiones, unas lenguas y otras, etc., no son más que funciones de
antiproducción, aliento de agujeros negros. Un axioma del #15M es su
carácter de red abierta en la que todos los puntos pueden conectarse
directamente entre sí, con independencia del número de puntos o nodos. 


Por último, es preciso tener en cuenta, con particular énfasis, las
operaciones de transistencia entre sus componentes y planos, es decir,
las modalidades de un devenir otros entre individuos, grupos, cuerpos y
máquinas, valores e identidades en juego en el sistema red #15M. En los
procesos de transistencia se juega la producción de nuevos cuerpos y
subjetividades, de nuevas capacidades de afectar y ser afectados, esto
es, el contenido de metamorfosis y de nuevas formas de vida sin el cual
no cabe hablar seriamente de revolución, ni de vivir sin miedo. 


En todas estas consideraciones no se apela a un actor determinado, al
objeto de que entienda y actúe. El #15M piensa, actúa e incluso decide
por recursividad y simplificación de lo complejo a partir de los inputs
de sus múltiples singularidades, lo hace «sin sujeto». Ahí reside su
novedad monstruosa, lo que no significa su perfección o infalibilidad.
Podemos pensar sin embargo que todas estas dimensiones se reúnen en una
matriz común, la del constituir. A la barbarie del bloque social
minoritario que respalda al PP es preciso oponer no un bloque político,
sino una escritura social constituyente, dotada de expresión y
contenido. ¿Qué es expresión (o gesto) y qué es contenido? Por ejemplo,
iniciar la escritura colectiva de una wikiconstitución que traduzca en
normas e instituciones abiertas la reapropiación de la democracia por
parte de los ciudadanos en red, así como la gestión común ciudadana de
la estructuras públicas y privadas devastadas por las políticas de
austeridad, es tanto gesto como contenido –depende del uso y la
perspectiva. La forma #15M solo puede degradarse a corto plazo en una
opción de mera resistencia o de hipotético contrapoder instituido, si
tenemos en cuenta la extrema violencia y abuso que cabe esperar de un PP
a cargo casi exclusivo del gobierno de la austeridad y de la represión
de la revuelta. A la búsqueda del contagio europeo, tiene sin embargo la
opción de inscribir en un espacio-tiempo continental su radicalidad
constituyente. 




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