[asamblea-sd] RE: [cafe-sd] legitimidad de la violencia

Marshal marshal at sindominio.net
Sat Sep 15 12:26:46 CEST 2001


Hola gente:


Ahí va un texto con el que editorializamos la última edición de el
Acratador radio.
Besos:

Marshall


EDITORIAL ACRATADOR RADIO 13-9-2001

Millones  de muertos anónimos llaman a las puertas del dueño de
Occidente. Son los muertos impunes de Sabra y Chatila, de las dictaduras
de Pinochet o Papá Doc, las ?a tanto la pieza? de la contra
nicaragüense, los borrados del mapa por el Napalm en Vietnam, los daños
colaterales personificados en miles civiles de Bagdad o Kosovo...
Los crímenes de guerra de Estados Unidos se vuelven contra ellos en una
masacre atroz que transforma a los ciudadan at s de tercera en muertos de
primera. Porque unos muertos valen más que otros y un ciudadano de
tercera vale en este caso más muerto que vivo. De sobra sabemos también
que no vale lo mismo un cadáver del Tercer Mundo que del mundo rico.
Bush no dudó en esconderse como una rata, mientras todos sus
sofisticadísimos sistemas de seguridad, redes Echelon, CIA, FBI y
contraespionaje se veían superadas cuando los símbolos del capital y el
militarismo eran destruidos y morían miles de inocentes.
Ahora este fanático del armamentismo, el cow-boy al que no le tiembla el
puelso para mandar personas a la silla eléctrica, amenaza con una guerra
que se convertirá con toda seguridad en una nueva escabechina de
población civil. Una población civil que vive bajo el yugo de tiranos
que primero fueron alimentados por Reagan o Papá Bush.
Porque, ahora parece que conviene olvidar que quien pagó e instruyó el
ejército de mujaidines de Osama Bin Laden y a los talibán no fue otra
que la siniestra CIA, para ayudar a derrocar el régimen pro-soviético
afgano. Al amparo de ese mismo árbol brotó el ahora ?demonio? Sadam
Hussein. El fenómeno del Integrismo Islámico no es otra cosa que un
mosntruo que Occidente alimentó y que ha terminado por volverse contra
él.
Pero no sólo debemos buscar la amenaza al otro lado del océano. El enano
mental que habita la Moncloa rinde pleitesía a su señor y quiere
meternos en lo que podría ser un conflicto bélico de proporciones
inesperadas.
En estos días oímos de todo: bombardeo selectivo, ataque masivo, incluso
posible uso de armas tácticas nucleares. En los próximos días podemos
asistir al comienzo de una nueva guerra o cuando menos a una nueva
matanza perpretada con el aplauso de Occidente, cuyos medios de
información jalean intervenciones militares que venguen el ataque a la
?civilización occidental?.
Algunos poderosos medios de comunicación, especialmente en los USA, no
piden una respuesta: piden una cruzada. Como dijo el caudillo medieval
un ?matadlos a todos, que Dios reconocerá a los suyos?.
Queda un después. Un futuro que amenaza cambiar libertades individuales
por férreo control social. Si ya padecemos con la excusa del terrorismo,
leyes tremendamente injustas, ahora debemos prepararnos para lo peor.
Cualquier movimiento disidente o protesta social podrá ser criminalizada
y aplastada. El argumento es perfecto: son terroristas.
También debemos preguntarnos ¿A quién beneficia todo esto?
Por un lado a la economía global no le van mal convulsiones, movimientos
que haga que valores como el petróleo generen beneficios con subidas
repentinas. La industria armamentística se debe estar frotando las manos
porque sabe que puede seguir vendiendo armas a tirios y troyanos.
El gobierno israelí se encuentra con las manos libreas para cometer las
mayores tropelías. 
La extrema derecha también encuentra excusa para sus xenófobos ataques.
Bush conseguirá que su proyecto del famoso escudo anti-misiles salga
adelante. Ya de paso puede estar seguro de que tendrá ?barra libre? para
cualquier inversión en defensa por descabellada que parezca.
El cielo arde sobre Manhattan, la economía tiembla pero sigue adelante
aunque sea chapoteando en sangre, en muchos lugares del mundo es un día
de celebración mientras contemplamos asustad at s el espectáculo.
En algún rincón del planeta alguien muere de hambre, los gendarmes del
mundo afilan sus cuchillos, alguien desaparece o muere con el
consentimiento de Occidente, en una mezquita anónima el muhecín
proclama: Alá es grande.

El Acratador  13-9-2001







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